por Florencia Vizzi

Ringo Bonavena es un personaje que, según pasan los años, se agiganta. Como los clásicos.

Su estilo y su técnica tal vez no fueran los mejores, carecía de sutileza, su lengua a veces era más notoria que sus puños, no fue campeón mundial y perdió sus peleas más famosas. Sin embargo, la historia lo recuerda como el argentino que enfrentó, por iniciativa propia, a Muhammad Alí, y cuando se habla de boxeo, allí está su nombre, que ha adquirido, a estas altura, una estatura mítica. Además de boxeador, Natalio Oscar Bonavena fue cantante, actor, modelo,  figura del “jet-set” porteño, y un gran seductor.

Ese riquísimo personaje es el que decidió abordar el escritor y periodista Ezequiel Fernández Moores, cuando escribió “Díganme Ringo”. Y la vigencia de ese personaje es la razón por la cual, más de 20 años después, ese libro, vuelva a reeditarse.  Así lo afirmó el autor en diálogo con Conclusión.

“Ya hace tiempo que estaba con la idea de reeditar el libro-relató Moores- porque me  impresionaba la vigencia de este personaje. A veces pasa que uno pone una novela en la televisión y hay un boxeador que se llama Ringo– agregó- o cuando salió el tema de Almafuerte, “Aguante Bonavena”. También está el disco de Las Pastillas del Abuelo, un trabajo que reconstruye la vida del boxeador. Y a la vez, yo tenía información de que el libro se estaba buscando mucho, en distintos lugares, y había gente que me escribía preguntando dònde podía conseguirlo. Entonces me dije: ‘¿Cómo es esto de que este tipo sigue tan vigente?´. Y ahí me decidí a reeditarlo, esta vez por mi cuenta”, señaló el escritor.

El periodista de La Nación explicó que, si bien la historia es la misma, el libro tiene  nuevos prólogos y epílogos, y a la vez, en el tronco de la historia hay algunas actualizaciones y detalles sobre los personajes entrevistados.

En cuanto a esa vigencia del personaje, que lo impulsó a plantearse la reedición, Mores manifiesta que: “Tal vez tenga mucho que ver con eso que dice la canción de Iorio, con el aguante, con la cultura del aguante, en el mejor sentido de la expresión. En el sentido de bancarse de pie una situación adversa. Para esa cultura del aguante, palabra que en estos últimos años ha estado muy vigente, Ringo es como un símbolo. Cuando, en estos años, con youtube e internet, empezaron a circular esas imágenes del tipo peleando con gente que en general era más fuerte, más alta, más pesada y técnicamente superior… y sin embargo él daba la batalla, le ponía el pecho  y se bancaba de pie hasta el final… entonces  eso es como que lo convirtió en un símbolo de esa cosa del aguante y  prendió en mucha gente”.

Un claro ejemplo de eso podría ser  la pelea con Muhammad Ali, de la cual acaban de cumplirse 45 años. El 7 de diciembre de 1970 el país se paralizó, y tanto los fans como los detractores, tanto los que aman el boxeo como los que no, estuvieron pendientes del duelo pugilístico, de principio a fin. “Estaba claro que peleaba, con un tipo más grande, más pesado y técnicamente mejor que él, y sin embargo la aguantó hasta el final, o hasta segundos antes del final, y en un momento casi lo tira” recordó Moores.

El escritor y periodista reconoce que, si bien, Boanvena era inferior, boxísticamente hablando, a Alí, también es cierto que había algunos factores que jugaban a favor del argentino: “Alí venía de una muy larga inactividad, porque recordemos que le habían quitado la corona, le habían sacado el pasaporte y lo habían condenado a la cárcel por negarse a pelear en Vietnam. Hacía  casi cuatro años que no peleaba, había hecho una única pelea previa al encuentro con  Bonavena, entonces no era su mejor versión. Y Ringo estaba super preparado- explicó Ezequiel–  pero esa super preparación, me parece, repasando la historia y lo que me contó la gente que estuvo cerca, contemplaba menos rounds.  Ringo no pensó que iba a llegar a los 15 rounds, entonces en los últimos, cuando tuvo que salir a buscar más la pelea no tenía ya el aire ni las piernas necesarias”

En relación al libro y la historia que allí se refleja, Mores detalló que es “una pequeña radiografía de época de aquellos años 60 y 70, porque Ringo era un personaje que excedía al boxeador, fue bastante más que  eso… fue un actor que cruzó distintos escenarios, como todo personaje popular, que se convierte en popular porque trasciende las fronteras de su escenario principal,  en este caso,  las fronteras del ring”. El cronista  señaló  que “Bonavena cantaba en las discos de Buenos Aires y del interior del país, actuaba en los teatros de la Avenida Corrientes, había grabado esa ridícula canción: Pío Pío Pa… Era un personaje de  la noche porteña, de lo que era el jet set porteño…uno de los primeros Mercedez Benz que hubo en Buenos Aires lo tuvo él, con todo lo que implicaba tener uno de esos vehículos 50 años atrás”.

En ese sentido, y hablando del trágico final del boxeador, que murió asesinado en Las Vegas por un mafioso local, el periodista se refiere a ese costado seductor, casi irresistible  pero imprudente de Ringo: “Él era un gran pícaro de Parque Patricios, pero tenía un costado muy simpático, muy seductor, entonces,  era casi como un rey. Pero se equivocó, extendió  el dominio de su reinado, y lo extendió nada menos que a la casa de un mafioso, entonces el mafioso se asustó cuando vio que este tipo se quería quedar  con su negocio y con su mujer. Y Bonavena que ya  estaba un poco desbordado, no supo medir el peligro, y entonces terminó así,  con un balazo en el pecho”.

Para Moores está claro que el púgil no está entre los mejores boxeadores, “pero si está entre los más populares… Era un tipo que tenía una pesa enorme, una mano pesada, cosa que en su categoría era clave, y que sabía defenderse, tenía sus recursos. Pero no era un eximio boxeador en cuanto a la calidad y la variedad de esos recursos. Era de esos que buscaba empiojar un poco la pelea, hacerla un poco maniosa, porque entraba en un terreno que a él le gustaba más.  Si el enfrentamiento  se hacía más suelto, más técnico, entonces por ahí, Ringo tenía algunos problemas”.

Uno puede aproximarse a esa vida extravagante, llena de giros de tuerca y de experiencias propias de una película  a través del inolvidable libro de Ezequiel Fernández Moores. Y el primer pantallazo podría ser en la presentación del mismo. A no perdérselo.

«Diganme Ringo» se presenta el jueves 17, a las 18.30 en la sede de APUR, Córdoba 2965.