Durante los cuatro sábados del mes de septiembre, se estará presentando en La Sonrisa de Beckett (Entre Ríos 1051), la obra de danza contemporánea “Siempre volvemos a amar”.

La escena está conformada por tres bailarinas, (Julia Carey, Cecilia Colombero y Julieta Almirón) y una DJ (Elisa Pereyra). Con canciones ampliamente conocidas mezcladas con sonidos loopeados y armonías más extrañas, la obra transcurre sobre un imaginario donde la música de los 90’, el azar y la conexión entre los cuerpos hacen del espectáculo un ir y venir entre la danza, los sentires, los recuerdos y el amor.

Entradas, anticipadas y descuentos. Las entradas generales tienen un costo de $ 300, las entradas con reserva $ 250 (341 676-0222 o 341 644-0888) y las entradas tanto para estudiantes de carreras artísticas como para jubilados tienen un costo de $150.

Compañía Pollera Pantalón

La forma en la que se mueve un cuerpo que ama, es la forma en la que se dispone al sentimiento, en la que se establecen las complicidades, la confianza para abrir paso a la entrada de otra corporalidad, para encauzarse en una danza de emociones exacerbadas. El amor se establece en esta obra como un anclaje, un lugar a donde volver, como un sitio de mucha vulnerabilidad, donde lo que importa es el vínculo, donde se establecen códigos como formas de construir la existencia y sus historias. Las formas de los vínculos, dan sentido a esta obra, se actualizan cada vez que son, sin un sentido previo aparente. Las elecciones y narrativas posibles son tan aleatorias como necesarias, develan una serie de lógicas y universos posibles en la convivencia en la que buscamos recrear juegos muchas veces infantiles para encontrar un desenlace que carece de importancia.

Ficha Técnica: En escena: Julieta Almiron, Julia Carey y Cecilia Colombero. DJ en vivo: Elisa Pereyra Diseño gráfico y coproducción de imagen: Lis Mondaini Diseño y confección de vestuario: Guillermina Elinbaum Redes, fotografía y video: Joaquín Martínez y Andrés Mainardi. Diseño de iluminación: Diego Cuilloci.

Sinopsis

El amor no se busca sino que nos encontramos con él cuando ya se hizo carne. En el espacio que hay entre las construcciones del amor y lo que realmente sucede al amar, está lo genuino del vínculo, lo que lo hace nuevo y particular cada vez. La forma en la que se mueve un cuerpo que ama, es la forma en la que se dispone al sentimiento, en la que se establecen las complicidades, la confianza para abrir paso a la entrada de otra corporalidad, para encauzarse en una danza de emociones exacerbadas. Nuestro presente histórico cuestiona los estereotipos y sin embargo, la corporalidad del amor se encuadra en una serie de formas reconocibles que muchas veces nos identifican, las nuevas formas del amor nos empoderan, pero también nos hacen reconocer aquello en desuso como “lo viejo” que nos conforma como una huella.

El amor se establece en esta obra como un anclaje, un lugar a donde volver, como un sitio de mucha vulnerabilidad, donde lo que importa es el vínculo, donde se establecen códigos como formas de construir la existencia y sus historias. Las formas de los vínculos, dan sentido a esta obra, se actualizan cada vez que son, sin un sentido previo aparente. Las elecciones y narrativas posibles son tan aleatorias como necesarias, develan una serie de lógicas y universos posibles en la convivencia en la que buscamos recrear juegos muchas veces infantiles para encontrar un desenlace que carece de importancia.

El amor es un puente, un decir, un querer expresar, es bailar el ritmo de otro cuerpo, es danza. El amor como incomodidad, como formas de la comprensión, viaja en niveles de sensibilidad para habitar, para abrir, para cerrar. El amor como acción.