Hace 22 años, el 24 de junio del 2000, perdió la vida Rodrigo Bueno, el Potro Cordobés, cantante de cuarteto y compositor de música popular, en un accidente de transito en la autopista Buenos Aires-La Plata.

El legado musical y artístico del artista oriundo de Córdoba es trascendental para comprender parte de la historia de la música cuartetera, típica de Córdoba, y su llegada a las industrias de la capital del país.

Rodrigo nació en Córdoba capital. Hijo de Beatriz Olave, compositora y trabajadora de una editorial, y de Eduardo «Pichín» Bueno, quien se dedicaba a la producción musical y fue una de las personas más importantes e influyentes en la vida de El Potro.

Su carrera artística comienza a la corta edad de cinco años, cuando acompañaba con algunas intervenciones en el grupo «Chébere» uno de los más populares de Córdoba.

Pero previo a su llegada a los escenarios, con apenas dos años, participó del programa Fiesta de Cuartetos producido por Carlos «Pueblo» Rolán. Este dato es fundamental para comprender plenamente su pasión por la música y el arte.

Rodrigo transitó por las veredas de varios estilos musicales como el rock, el pop, la balada, el tango, entre otros, aunque definitivamente fue con la música cordobesa que logró el reconocimiento artístico y el éxito popular.

En la búsqueda de conquistar al público se trasladó a Buenos Aires y el año 1987 graba su primer disco «La foto de tu cuerpo».

«Aprendiendo a vivir» fue su siguiente trabajo y se presentó con una actuación en vivo en la famosa discoteca Fantástico Bailable, hecho que lo llevó a su primer reconocimiento en la escena de la música tropical.

El Potro, por su forma amigable y respetuosa, su simpatía y sus ganas de trabajar, se diferenció de la mayoría de los artistas que surgieron en ese momento. Por lo que en el año ’95 firmó un contrato con Sony Music para el lanzamiento de su álbum «Sabroso», y un año después logró cerrar con la productora Magenta, la cual tenía a la mayoría de los artistas de la movida tropical en ese tiempo.

Su éxito fue indiscutido, giras maratónicas por todo el país, decenas de miles de discos vendidos, premios, y sus canciones que se convirtieron en hits instantáneos.

En abril del año 2000, en la cima de la fama, ofreció 13 recitales en el Luna Park de la Ciudad de Buenos Aires, siendo un éxito total de público.

En la madrugada del 24 de junio del año 2000, Rodrigo sube a su camioneta junto al hijo del humorista rosarino Alberto Olmedo, su novia Alejandra Romero y su pequeño hijo Ramiro con destino a La Plata donde debía presentarse a brindar un show.

A la altura de Berazategui, su camioneta rozó con con otro vehículo, perdiendo el control y estrellándose contra una barra de contención. Debido al impacto, el artista cordobés sale despido, quedando tendido en el asfalto, donde perdería la vida.

De esta manera, el indomable Potro Cordobés se convierte en unos de los artistas más importante de la movida tropical y recordado por siempre como un incansable trabajador de la música que nunca titubeó para cumplir su sueño de llevar la música de Córdoba a lo más alto.