Por Mario Luzuriaga
La espera terminó y el primer desprendimiento de la historia oficial de «Star Wars» salió a luz. Muchos iban sin esperar absolutamente nada de esta historia, que muestra un universo expandido más grande de lo pensado.
Star Wars fue creada en 1977 por George Lucas, un director que siempre se interesó por hacer la película definitiva de ciencia ficción, sin darse cuenta revolucionó el cine a partir de allí. Se desarrolló una trilogía que terminó en 1983 y a partir de 1999 creó una trilogía contado la historia de uno de los villanos más entrañables del cine, como lo es Darth Vader.
Lamentablemente la trilogía que abarca 1999 a 2005 es rebuscada y dejó sin sabor a los fanáticos, hasta que en 2012 Disney adquirió Lucasfilm y anunció una nueva trilogía relatando los eventos post-trilogía 1983. El resultado fue increíble siendo «Star Wars: el despertar de la Fuerza», la película que los fans esperaban.
En esta oportunidad la historia da un giro para contar esos secretos a voces y del gran sacrificio que hizo un grupo de mercenarios rebeldes para obtener los planos de la Estrella de la Muerte, el arma definitiva del Imperio Galáctico que aparece en los episodio 4 y 6 de la saga. Conocemos nuevos personajes como nuestra heroína Jyn Erso (Felicity Jones), una joven que escapa del Imperio y decide combatirlo para buscar a su padre, el verdadero creador del arma.
La película es todo lo que realmente los fanáticos querían ver, una historia coherente, con simplezas y homenajes muy delicados. Presentando nuevos planetas, personajes y situaciones, sin dejar de lado y seguir la historia principal. Fue un verdadero riesgo, pero funcionó y esperamos que sigan por este camino que es el correcto. Las escenas de combate, tanto en tierra como aéreo, son fabulosas y dejan de lado la historia «mística», para ser una aventura de acción. Sin lugar a dudas «Rogue One» será recordada como una historia de sacrificio y esperanza.
Calificación: Muy buena.
