Raúl Rizzo atraviesa un profuso presente teatral ya que protagoniza el estreno «Correas, la voluntad de vivir» en el Teatro del Pueblo, vuelve con «La Tentación» a El Tinglado y prepara «Cuando Belgrano perdió la inocencia», una actividad que lo llevó a sentenciar que «el teatro es un refugio y un espacio para expresarse».

«Vivimos momentos muy difíciles en los que hay que tener voluntad para vivir y el teatro significa una posibilidad en varios sentidos porque tanto en televisión como en el cine estamos atravesando la mayor crisis de la ficción local», expresó Rizzo durante una entrevista con Télam.

El actor, uno de las caras visibles de la actividad que adhirió a la gestión kirchnerista de gobierno, consideró que «desde diciembre hemos pasado a la noche más oscura de la Argentina».

Enseguida y consultado acerca de las denuncias por hechos de corrupción que alcanzan a ex funcionarios del kirchnerismo, el intérprete, de 68 años, opinó que «se está batiendo el parche sobre supuestos hechos de corrupción como un mecanismo para tapar todo lo que está pasando en el país».

En la sala Teatro Abierto del Teatro del Pueblo, Rizzo encabeza «Correas, la voluntad de vivir», un texto tributo de Bernardo Carey con dirección de Daniel Marcove, que visita los últimos días del controvertido filósofo y narrador argentino Carlos Correas.

«Encarar este trabajo me permite componer a un tipo de personaje que desestructura», sostuvo quien en TV se lució en tiras nocturnas como «Primicias» (por cuya labor obtuvo un premio Martin Fierro), «Padre Coraje» y «Amas de casa desesperadas».

Correas fue un escritor maldito que en los 60 fue acusado y condenado por obscenidad por una narración publicada en la revista Centro, al que Rizzo describió como «un escritor y periodista con una vida bastante controvertida por su condición de bisexual, por su mirada del mundo y porque enfrentaba al sistema».

La pieza que sube a escena los viernes a las 21 y los sábados a las 19 en uno de los espacios del emblemático teatro porteño sito en Av. Roque Sáenz Peña 943, completa su elenco con María Zubiri (como Johanna) y Daniel Toppino (en el rol de Pablo).

El montaje de la pieza suma, además, a Sabrina López Hovhannessian (diseño de escenografía y vestuario), Miguel Morales (diseño de luces), Sergio Vainikoff (música original) y Vivian Luz (coreografía).

Para Rizzo, quien asume a Correas, el papel significó «un desafío ya que fui descubriendo los valores poéticos del texto a partir de un trabajo minucioso junto a Daniel (Marcove)».

«Al cabo de dos meses de trabajo -sostuvo con seguridad- estoy muy convencido de lo que estamos haciendo. Trabajamos con algo muy poético para permitirnos cierta reflexión sobre la condición humana».

Con una oncena de títulos cinematográficos en su haber (entre 1978 y 2004), Rizzo destacó en filmes como «Desde el abismo», «No habrá más pena ni olvido», «Los amores de Laurita» y «Roma».

El tránsito del artista sobre tablas acaba de sumar la reposición de «La tentación», pieza teatral de Pacho O’Donnel que desde esta noche regresará a El Tinglado, bajo las órdenes de Santiago Doria.

La pieza que imagina un diálogo entre Manuel Dorrego y el poderoso embajador inglés Lord Ponsomby, agrega la actuación de Pablo Shinji, y cuenta con escenografía de René Diviú, iluminación de Roberto Traferri y música de Gaby Goldman.

En esa misma sala ubicada en Mario Bravo 948, Raúl asumirá en breve al creador de la Bandera en «Cuando Belgrano perdió la inocencia», de Eduardo Lamoglia.

«Hacer de nuevo ‘La tentación’ es un lindo viaje porque tengo muy encarnado ese texto pero la obra de Belgrano me demandó un trabajo más minucioso», concluyó Rizzo.