Por Mario Luzuriaga

Sentarse a comer es una invitación a compartir un momento junto a amigos, familiares o para hacer negocios. En los años 50 Estados Unidos, se caracterizaba por tener diversos restaurantes al costado de las rutas de ese país y también dentro de las ciudades.

Es por esto que un vendedor de batidoras le llamó la atención un pequeño local de hamburguesas manejado por unos hermanos, que diseñaron un sistema revolucionario a la hora de servir comidas rápidas. Esta es la historia de Ray Kroc y los hermanos Mc Donald. Kroc al ver que el negocio sería rentable se asoció con estos hombres para vender franquicias del famoso local y así convertirlo en un gran imperio.

El director John Lee Hancock retrata con fidelidad esos años cincuenta en donde se ve un despertar de la rebeldía de los adolescentes de esa época y el surgimiento de estos locales que, sin lugar a dudas, fueron los que cambiar la forma de comer que tenían los estadounidenses. Y otra de las cosas que refleja es el continuo deseo de lograr el éxito.

Kroc es un hombre que todo el tiempo necesita superarse, sin poder lograrlo, hasta que ve en el negocio de los Mc Donald una oportunidad de expansión, cosa que a uno de los hermanos, específicamente Dick, no le gustan las ideas del vendedor. «Persistencia» es la palabra que se utiliza a lo largo de la película en donde vemos la ambición que Kroc tiene por acaparar el mercado de la comida rápida.

Desafortunadamente esta película no participa en los premios Oscars, ni siquiera su protagonista, Michael Keaton, fue reconocido por la gran labor que hizo. Es una película digna para competir y que puede ocupar tranquilamente el lugar de «Un camino a casa»o el de «La llegada», ya que son filmes que no están para participar de la categoría de «mejor película».

Calificación: Muy buena.

https://www.youtube.com/watch?v=u0L3KSRO7T8