La Mesa Tango Danza que agrupa a varios colectivos de la danza de todo el país, elaboró un proyecto de creación del Instituto Federal del Tango Argentino (Ifta), un ente rector de la política de protección, promoción y fomento de la actividad de sector.

La iniciativa será presentada públicamente el jueves 2 de diciembre por el diputado Marcelo Koenig del Frente de Todos en el Congreso de la Nación y contará con la presencia de distintos colectivos y organizaciones de tango, asociaciones civiles, funcionarios e invitados del ámbito tanguero y artístico.

“En plena pandemia los trabajadores del tango nos pusimos la camiseta y no paramos de trabajar para generar los espacios que nos permiten presentar acuerdos para el bien de todo el sector”, expresó a Télam Alberto Goldberg, de la Asociación Civil Cambalache.

Y agregó: “Asimismo, serán de protección a través del Instituto, la creación artística y la propiedad intelectual; el aporte del sector independiente del tango; la organización de sus trabajadores; el fomento de la pequeña y mediana industria del Tango y los vínculos con otros sectores de la sociedad”.

Las organizaciones que además conforman la Mesa Tango Danza son: Aires del Sur Tango, Consejo Tango Danza (Ctd), Red Nacional de Tango (Rnt), Plataforma de Tango Escénico Actual (Platea), Tango Queer y ES.TA.MU y es acompañada por más de 2500 trabajadores y trabajadoras del sector.

Télam: ¿Cómo surge la necesidad de proponer este proyecto?

Alberto Goldberg: Desde mediados de la década del 80, el tango se ha vuelto a instalar y desarrollar en Argentina de manera sostenida y pujante. Su práctica activa se amplió, expandió el rango etario de sus participantes facilitando el encuentro generacional. Incorporó políticas de género, visibilizó a los movimientos feministas, queer y disidencias, amplió sus márgenes artísticos y laborales y aumentó la estima y el orgullo por la cultura nacional y sus representantes. Sin embargo, estos avances no fueron acompañados por una legislación que lo reconozca, lo ampare y lo desarrolle a pesar de la existencia de leyes preexistentes que formulan la defensa y la promoción de las culturas nacionales.

T: ¿La pausa obligada por la pandemia empujó de algún modo a pensar en esta iniciativa que reúne a distintos colectivos y organizaciones?

AG: Sí. La falta de instrumentos legislativos se manifestó claramente cuando estalló la pandemia y puso en evidencia la falta de políticas culturales integrales y federales para el fomento del sector y la protección de sus trabajadorxs, que mayoritariamente participamos en un sistema en condiciones de precarización. También esta situación impulsó el surgimiento, entre los trabajadores del tango, de decenas de organizaciones, agrupamientos y asambleas de diverso orden que intentaron e intentan suplantar con su accionar la falta de ordenamiento legislativo necesario para el sostenimiento del género y la vida laboral de sus integrantes.

T: Este año también fue presentado el proyecto para la creación del Instituto Nacional del Tango (Intango), impulsado por la Asamblea Federal de Trabajadores del Tango (Aftt) y la Asociación de Creadores e Intérpretes de Tango (Acit). ¿Donde radican las diferencias entre ambos proyectos?

AG: La existencia de dos proyectos de ley se debe a problemas formales generados por lo reciente y novedoso que resultó la masiva participación de cientos de tangueros de todo el país en la discusión de los problemas del género. También a la constitución de colectivos y organizaciones de diverso tipo agrupados según sus afinidades regionales, disciplinas artísticas, valoraciones sociales y/o políticas. Este proceso de agrupamientos y dispersiones no pudo consolidarse aún en un solo centro de acción y dirección. Sin embargo, las dos leyes propuestas contienen más coincidencias que diferencias lo cual puede derivar en una sola ley. El trabajo dentro y fuera de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados tendrá necesariamente esa dirección.