El trío PIM PAU trae su Fiesta Tucumpá a Rosario, para despedir a las vacaciones de invierno en familia y con mucha música, bailes y juegos. La cita será este sábado 23 de julio, a las 16, en el Teatro Fundación Astengo, ubicado en Mitre al 754. Las entradas pueden comprarse virtualmente.

Para palpitar lo que será este show, Conclusión dialogó con Lucho Milocco quien integra el trío PIM PAU junto a Eva Harvez y Cassio Carvalho. “La idea era volver en vacaciones de invierno y encontrarnos en una fiesta para bailar, jugar y compartir en familia”, adelantó el músico, al tiempo que indicó que en la presentación se interpretarán los clásicos del grupo, y también las nuevas canciones como “Tomate Perita”, la cual se estrenó días atrás.

Las canciones de PIM PAU invitan a las infancias a jugar y aprender mediante la música. Consultado sobre cómo es el trabajo de componer trabajos que mixturen el humor y la educación, Milocco detalló: “Nosotros nos conocimos en el aula, ejerciendo la docencia. El compromiso con respecto a lo educativo y pedagógico nos acercó como personas, después nos hizo amigos y luego derivó en PIM PAU”.

“Este proyecto nació del compromiso que tenemos como docentes y siempre estuvo atravesado por los lenguajes artísticos, como la música, la danza y el teatro, que están en función de construir vínculos o actividades donde el vínculo sea posible, principalmente a través del juego. Todas estas cuestiones están muy presentes a la hora de componer y de crear los videos y los shows, pensando en las coreografías y los juegos. Eso está en las discusiones pedagógicas que tenemos constantemente, hay mucho debate dentro de PIM PAU que antecede a la composición”, completó el músico.

En relación a las ventajas que tiene para las infancias aprender y comunicar desde el arte, el integrante de PIM PAU consideró: “La música es uno más de los lenguajes humanos, y lo que planteamos desde el grupo es que habilitar los distintos lenguajes posibles es democratizar el habla y la palabra, que no esté todo dentro de una concepción hegemónica de lo que es el lenguaje y las formas de vincularse y comunicarse”.

Durante los primeros meses de pandemia, cuando regía un estricto aislamiento en todo el país y las infancias asistían a clases virtuales, PIM PAU publicó a través de sus redes sociales una serie de videos -grabados de forma casera, respetando las medidas de distanciamiento- en donde primaba el diálogo con los oyentes, tratando de que los niños y niñas sufrieran lo menor posible la falta de encuentro físico con sus pares.

Al respecto, Milocco consideró: “En pandemia la sociedad entera volvió a revalorizar la importancia de la escuela como un espacio donde se empieza a sociabilizar y comienza a haber procesos muy importantes, no solamente en función de los contenidos que se van a aprender, sino lo que sucede en el encuentro con otros, principalmente en la escuela pública. Las construcciones que se dan dentro del aula y en el recreo son procesos fundamentales para la vida de una persona. En ese sentido fue muy duro para las infancias no poder encontrarse con otros, pero a la vez los niños tienen más capacidad de adaptación que los adultos”.

Y agregó: “En el caso de PIM PAU, cuando empezamos a hacer los videos en el año 2014, ya pensábamos en la pantalla como una herramienta y no como un fin. Otra cuestión es que trabajamos de manera muy artesanal los videos. Al de la canción ‘Los Opuestos’ lo hicimos con los celulares en plena pandemia. Siempre fue muy importante para nosotros trabajar con elementos que estén al alcance o con el mismo cuerpo. Hay algo del concepto que tiene PIM PAU que en plena pandemia fue muy utilizado por la comunidad educativa y por las familias, entonces para nosotros como proyecto fue un momento donde el material circuló mucho”.

Desde que PIM PAU empezó a caminar, hace unos ocho años, los tres músicos que integran este proyecto se propusieron generar contenido que sea una “alternativa a todo lo había en las pantallas”. Por este motivo, en la producción del grupo prima la presencia corporal, la búsqueda de un espectador activo y la creación de contenido que invite a salir de las pantallas.

Finalmente, Milocco reflexionó sobre los cambios generacionales que se dan en las infancias: “Hoy, ayer o mañana, un niño no necesita ni un juguete ni una pantalla para jugar. Hay que poder diferenciar las necesidades que son generadas por el mercado, de las necesidades reales. Basta con ir a un parque, a una plaza o a un campo para verlo; un niño con un árbol construye la fantasía y no necesita de nada. Todo lo que sucede en ese territorio, que tiene que ver con lo motriz y con la capacidad creativa en cuento a lo imaginario, es aprendizaje y para que suceda no se necesita ni tecnología, ni juguetes ni nada por el estilo. Tenemos que encontrar la forma de que las dos cosas puedan dialogar, porque la tecnología no está mal, es una herramienta más, pero la gran pregunta es qué hacemos con esas cosas”.