El último domingo, en el cierre de la 19na edición del festival, el organizador expresó: «Si hay una ley que exige el 30% y hay 140 bandas tocando, tengo que incluir 50 bandas de mujeres pero a lo mejor hoy no hay 50 copadas de mujeres. Tendría que llamar a una tía que toca el güiro para cumplir el cupo o tendría que poner bandas que no tienen el talento que tratamos de poner en los escenarios».

Estas declaraciones, traducidas por los medios como “las mujeres no tienen talento para el Cosquín Rock”, generaron una cadena de reacciones en contra de Palazzo, que él en charla con Télam definió como “una cacería de brujas”, que generó una situación en la que él y su hija recibieron agresiones por teléfono luego de que sus números fueran difundidos.

En ese sentido, el productor explicó que utilizó la palabra “talento” como “contenido artístico y no la capacidad o la virtud que tiene una persona” y agregó: “Usé la palabra como sustantivo. La organización se divide en presupuesto Talento y presupuesto de Producción, si hablás con cualquier persona que trabaje en televisión, cine o espectáculos, va a decir eso”.

“Si hubiese cambiado la palabra talento por banda no estaríamos hablando de esto y nadie se hubiera ofendido. Solo quise decir que el cupo femenino va a ser un gran desafío y si esa cantidad crece en escena, no va a hacer falta ninguna ley”, señaló.

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En la misma línea, anticipó que el lunes tendrá una reunión para “armar un equipo de trabajo vinculado con la problemática de la mujer en los escenarios de rock”.

“Quiero que salga bien y que la gente vaya a ver las bandas de mujeres a los escenarios porque si eso no pasa la industria no se va a movilizar. Necesitamos que el apoyo no sea solo en las redes sino que vayan a verlas”.

-¿Cómo ves toda la situación que se suscitó por tus declaraciones?
– Hice el festival más grande de la historia de la Argentina y de lo único que se habla es de eso, es una campaña de desprestigio al festival, donde también hay mucha desinformación porque se dice por los medios que hay una ley de cupo para los escenarios que por ahora es solo un proyecto de ley, en la que yo colaboré.

-¿Qué quisiste decir?
-Lo que quise decir es que si existe una ley de cupo nuestro desafío es salir a buscar mujeres. Trabajamos en el Cosquín con equipos de producción y de programación, que buscan talentos, cosas que puedan enriquecer al festival, no exploramos, nos guiamos por lo que va sucediendo. No tenemos gente que recorra el país y vea lo que pasa pero este año hicimos festival de selección de bandas en San Luis, San Francisco, Villa María, Rafaela, San Luis, Rosario y Buenos Aires, con inscripción libre y el registro femenino fue menor al 10%. La realidad es que hay muy buenas bandas de mujeres pero no hay tantas. La mujer no tuvo el espacio en los primeros años del rock porque había otra coyuntura y era hasta peligroso tocar rock, es lógico que recién ahora la mujer vaya creciendo en los espacios del rock.

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-¿Cuál es tu postura respecto de la ley?
– Yo estoy de acuerdo con la ley de cupo y vamos a salir a buscar bandas pero no sé si hay tantas bandas femeninas hoy para llenar el cupo, no quiero decir que no haya mujeres talentosas, sino que no hay tantas bandas de mujeres.

-¿Por qué considerás que hubo mala intención?
-Porque es un festival muy exitoso, porque es del interior de la provincia, porque detrás de eso hay un montón de intereses de personas que tienen resentimiento y bronca; hice un festival que reunió 110.000 personas, tocaron más de 100 bandas y fue seguido en todo Latinoamérica por las redes y esta parece ser la única noticia.

-Antes del Cosquín sonó la propuesta de armar un escenario femenino.
– Si elijo ser políticamente correcto hago un escenario femenino y se solucionan todos los problemas, pero la solución para el rock femenino no es poner a las mujeres juntas en un solo escenario sino integrarlas. Además, una cosa es un escenario temático y otra uno de mujeres donde van a convivir géneros que se mueven con distintas variables y que no tienen nada que ver uno con el otro.