Una profunda tristeza invadió el ambiente musical y docente de todos quienes conocieron a la referente en la formación de clown, música y militante Patricia Larguía, quien falleció en la noche de este viernes.

Era hija de la actriz y música Raquel Escalante y estaba casada con el fotógrafo y editor de fotografía del matutino rosarino El Ciudadano, Alejandro Guerrero. Fruto de ese vínculo nacieron dos hijas.

Además de ser una docente, música y compositora oriunda de Rosario y con una extensa y destacada trayectoria, Larguía integró el grupo Acalanto cuando éste devino en quinteto a finales de la década del 70 y comienzos de los 80.

También dio clases en la Integral de Fisherton, en el Instituto Provincial de Danzas Isabel Taboga y en la Escuela de Cine y Televisión de Rosario.

Por otro lado, Larguía tuvo una participación activa como militante del sindicato docente y formó parte de la lucha de la Carpa Blanca, establecida durante los años 90; motivaciones que mantuvo hasta el final de su vida.

Estudió la estética de clown con los docentes y artistas vernáculos Héctor Ansaldi y Marcelo Palma. Ya erigida como tal, integró los elencos de Che Miguitos, la Compañía de Comedias Musicales de Piripincho y los Cómicos de Miércoles.

Desde 1994 ejerció la docencia de Rítmicaricatura y Músicomicidad, en el marco de la formación de técnicas de clown.

Por esos años sumó la formación, junto a Patricia Ghisoli, de la Escuela de Clown de Rosario en 2004, donde se crearon, produjeron y gestionaron espectáculos con constancia hasta la interrupción obligada de las actividades por la pandemia del Covid-19.