Por Mario Luzuriaga

«Mejor no hablar de ciertas cosas» decía una de las letras de la banda nacional «Sumo», pero hubo gente en la década de los setenta que se jugó y habló. En este caso publicó.

En 1971 el diario The Washington Post es dirigido por Katharine Graham (Meryl Streep), luego de que su marido fallece y tiene que hacerse cargo de la compañía. Mientras que su jefe de redacción Ben Bradlee (Tom Hanks), recibe un paquete con información confidencial sobre el conflicto de Vietnam, que venía gestándose desde la presidencia de Harry Truman.

Ambos entran en la tarea de ver si publican esta historia que atacaría directamente al gobierno, corriendo el riesgo de que puedan terminar en prisión.

 

Steven Spielberg es un magnífico narrador y contó esta historia que pocas veces se contó (o casi nunca), de una de las guerras más sangrientas del siglo XX, y cómo se ocultó información al público. Es impecable su trabajo y es realmente una lástima de que la Academia de Hollywood lo haya desestimado en esta entrega.

No cae en una definición berreta de qué es lo que está bien o qué esta mal, cuenta una historia de tipos con ideales y se pudo notar y palpar en la pantalla. Es una película que claramente está a la par de la mejor película del género «periodismo de investigación», como lo fue en su momento «Todos los hombres del presidente».

Meryl Streep está bien ya que interpreta a una mujer con coraje en un mundo, en el que ese momento la mujer no tenía la fuerza como lo tiene hoy en día. Pero ( y es una sensación) que ya la vimos en papeles similares y es como que «cansa» de seguir viendo a la actriz en estos roles. Sin embargo no quita lo gran actriz que es.

Tom Hanks está muy bien como este «topo de escritorio» que tiene principios y que se ve decepcionado con el gobierno que confió durante tanto tiempo.

Lo bueno de la película también es que muestra como los grandes medios de comunicación estaban (y lo están) en connivencia con el poder de turno, a la hora de «proteger la gobernabilidad»; pero hay momentos en los que no da para más y pasan estas cosas.

A fin de cuentas «The Post» es una gran película que merece competir en los Oscars y Steven Spielberg logró contar una maravillosa historia, en la que estuvo en juego la libertad de expresión.

Calificación: Muy buena.