Por Mario Luzuriaga

La espera terminó, el tan esperado regreso de un nuevo episodio de «Star Wars» ha llegado  al fin. Su capítulo anterior, «El despertar de la Fuerza», dejó la vara muy alta y la pregunta es: ¿Cumplió con las expectativas? La respuesta es sí, pero hay cosas para analizar.

La historia transcurre justo al final de la entrega anterior. La Resistencia quedó realmente debilitada por la destrucción de planetas aliados por parte de la Primer Orden. La princesa Leia (Carrie Fisher) intenta escapar de los villanos. Por otra parte Rey (Daisy Ridley) empieza su entrenamiento bajo la supervisión de Luke Skywalker (Mark Hamill), que no quiere entrenar una nueva generación de Jedis.

Mientras la flota de la Resistencia intenta escapar de las garras del Primer Orden, Kylo Ren (Adam Driver) junto al Líder Supremo Snoke (Andy Serkis) quieren aplastar a la rebelión. Por su parte Poe Daemeron (Oscar Isaac), Finn (John Boyega) y Rose (Kelly Marie Tran) descubren secretos de la Fuerza y el pasado.

El director Rian Johnson tomó un gran riesgo a la hora de continuar con la historia, hizo de «Los últimos Jedi», un homenaje a lo que fue «El Imperio contraataca» (1980), pero se arriesgó a ir un paso más adelante y jugar con la trama y desentrañar toda la historia que se creó hace dos años atrás.

Uno de los puntos para analizar es cómo los estudios se meten en las propias historias, plantean cosas que no sirven para el relato pero sí para sus negocios y eso hace que moleste a los fans.

En cuanto a las actuaciones destaco el crecimiento del personaje de Daisy Ridley. Rey, la gran protagonista de esta aventura, es la responsable de llevar adelante esta nueva trilogía. Divertida, tenaz y decidida, Rey enfrentará sus mayores temores para convertirse en una gran «Dama Jedi».

Otro gran personaje es Poe Daemeron, Oscar Isaac logra una actuación sólida que genera más ganas de que su personaje siga entrando en combate. Un gran piloto que tiene una gran capacidad de liderazgo increíble y se destaca en cada una de sus escenas.

La ya inmortal Carrie Fisher (última interpretación previa a su muerte) regresa como la Princesa Leia, líder de la Resistencia que tiene grandes momentos. Pero sin dudas todo el crédito se lo lleva Mark Hamill que interpreta de manera extraordinaria a Luke Skywalker, el héroe de la trilogía original. El villano principal Kylo Ren, encarnado por Adam Driver, sigue teniendo un gran crecimiento y quedará para el recuerdo.

En síntesis, la película es sólida, entretiene pero tiene algunos altibajos propios de las decisiones empresariales, pero es una de las mejores películas del 2017.

Calificación: Muy buena