«Cuando murió Daniel tuvimos que elegir», revela Marcos Mundstock, «lo hablamos y pensamos que queremos seguir mientras estemos más o menos enteros, con salud y con ganas».

En una entrevista concedida al diario El País, de España, los integrantes de Les Luthier confesaron haber hablado del tema con Rabinovich en varias oportunidades. «Daniel quería que siguiera el grupo, incluso sin nosotros, lo habíamos hablado y nos lo pidió. Estuvo hasta sus últimos días empujándonos. Nos insistió durante meses. Era su idea de permanencia, de supervivencia», explicó López Puccio.

Todos admiten estar de duelo, pero a la vez, acuerdan en que el mejor homenaje al querido compañero desaparecido, a quien todos veneran,  es seguir en escena.

Tras cincuenta años transitando los escenarios de todo el mundo, protagonizando un éxito detrás de otro, los músicos aceptan que no pueden ni quieren dejar de hacerlo, no imaginan otra forma de vida. Tal vez, porque es lo que los mantiene vivos. Esa es la razón por la que, la próxima semana se lanzan a una nueva gira, en este caso, por España, quien siempre los ha recibido y cobijado como a hijos dilectos, dónde presentarán “Chist”, una antología que recopila los momentos más felices del grupo.

«Este oficio es una dicha. Nos ha permitido vivir bien desde hace 40 años y se disfruta mucho. Escuchar las carcajadas de la gente es muy lindo. Y cuando no se ríen de un chiste, lo sacamos», señala Mundstock.

Por su parte, López Puccio manifiesta, no sin cierta sorpresa: «me da cierto vértigo, son 50 años de hacer cosas nuevas. Solo aguantamos nosotros y los Rolling Stones”.

Y como los Rolling Stones, han cosechado la admiración de una familia real, en este caso, es la Reina Letizia la fanática, quien, ha declarado que pone los videos de Les Luthier a sus hijas.

El camino de estos músicos y humoristas que llevan medio siglo haciendo reír con una originalidad única en su género, no se ha agotado. Aquella historia, que empezara con la Cantata Laxatón, que ponía música barroca al prospecto de un laxante, y que tantos clásicos ha dejado en el camino, como El Explicado, La gallina dijo Eureka, El rey enamorado, o El sendero de Warren Sánchez, entre cientos de obras maestras, tiene aún muchas páginas en blanco que seguirán escribiéndose, a pesar de las ausencias, que no son tales, porque estarán presentes en el recuerdo de todos los que alguna vez, han reído a carcajadas con Les Luthier.  Esa es,  sin duda, una gran noticia.

Foto: Ricardo Ceppi/El País