Por Santiago Fraga

Ideada hace dos años y hoy transformada en una realidad, Le Pecore Nere surge de la iniciativa de Regina Cellino y María Pina Ianuzzi como una editorial transnacional que, con una impronta propia, intenta romper con las barreras lingüísticas, territoriales y culturales de la escritura y crear un puente entre la literatura rosarina y la calabresa.

El estreno del sello se dio con la publicación en junio de este año de la novela “Después del fuego”, del premiado escritor rosarino Javier Núñez, que ya ha contado con una buena repercusión a nivel local y se vende en distintos puntos del país. Sin embargo, para llegar a eso hubo mucho trabajo previo, y Conclusión dialogó con Cellino para descubrir los primeros pasos de este incipiente pero ambicioso proyecto.

Regina Cellino, editora.

Según relató la escritora, investigadora del Conicet y docente en la carrera de Letras, la editorial nace en 2016, con la creación de las bases de la misma, y comienza a funcionar en diciembre de ese año con las primeras correcciones del hasta ahora único título editado. Uno de los objetivos del sello refiere al concepto de “glocal”, con textos que tengan la impronta de los lugares de sus autores pero que narren problemáticas universales.

En la búsqueda de autores que encajen con esa idea apareció Núñez, quien ya había sido internacionalmente premiado por sus textos y aceptó formar parte de la iniciativa, lo que terminó por darle un gran impulso para un buen comienzo de la misma.

Regina Cellino es oriunda de Venado Tuerto y conoció a María Pina en la Facultad de Humanidades y Artes de Rosario, mientras realizaba una maestría y la italiana un doctorado. Iannuzzi terminó volviendo a su país, y es en ello donde radica una de las grandes particularidades de este proyecto de unión cultural.

“Son dos realidades distintas la de las editoriales de allá y cómo se manejan con las de acá. Creo que la mezcla va a salir buenísima”, sostuvo Regina, quien realiza sus primeras experiencias en el mundo editorial. Mientras “Después del fuego” se consigue en siete librerías rosarinas, Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, Venado Tuerto y Villa Cañas, la idea del sello para este año es publicar un libro de relatos breves de un escritor de Rosario y, si la burocracia lo permite a tiempo, a dos poetas italianas que fueron traducidas por una poeta rosarina.

La literatura en Rosario

“Si uno no se focaliza siempre termina leyendo lo que la universidad le dice o lo que considera clásico o está de moda. Siempre está como ‘el fantasma de la literatura de Rosario’ y nunca había ahondado en ella, pero porque no creo que haya un regionalismo, sino todo lo contrario, lo que tiene la literatura es la posibilidad de expandirse”, indicó Cellino, al ser consultada por la situación de los escritores rosarinos a quienes muchas veces, pese a su calidad, les cuesta cobrar reconocimiento fuera de la ciudad.

“Vemos que hay un montón de escritores que tienen una gran trayectoria y han publicado mucho pero que han quedado acá. Rosario tiene que poder romper con las ataduras del mercado rosarino para poder expandirse, y para que también de otros lados como Buenos Aires también digan “Ah, ahí está pasando esto” y sea como un ida y vuelta. Para no cerrarnos en el localismo”, indicó Cellino.

Creando un estilo

En este cruce de culturas entre la región de Calabria y la provincia de Santa Fe, la editorial encara el desafío de encontrar un estilo propio con la influencia de ambas. Un simple ejemplo se da con los márgenes de los libros, ya que en Italia no se usa la sangría y en Argentina sí, por lo que tuvieron que crear un estilo distintivo.

De igual manera, al tener Regina la visión más argentina de las cosas y María Pina ideas más propias de la literatura italiana, se dan discusiones que terminan llevando a la creación del modelo Le Pecore Nere. Por otra parte, también está lo interesante del desafío de probar si las cosas que atraen al lector italiano gustan al argentino, y viceversa.

Algo de calidad

“Cuando discutíamos con Pina qué es lo que uno quiere de una editorial, personalmente me interesa que sea profesional, que el texto sea cuidado, que tengan en cuenta al escritor y su creación, que el autor sepa dónde está su libro, cuántos se han vendido, si puede llegar a lugares donde puede ser rediseñado, que la edición sea cuidada, el papel, todo”, contó Regina. En ese sentido, en la búsqueda de ir por ese camino Le Pecore Nere no pretende tener un catálogo súper extenso, sino que se vaya adecuando a esas ideas, a su tradición, que sea de calidad y que no sea “publicar por publicar”.

Ebook, ¿sí o no?

Si bien tanto en la literatura como en otras ramas que tienen que ver con la escritura el uso de dispositivos electrónicos suele ser visto con recelo por los más conservadores, en Le Pecore Nere entienden que el ebook (o libro electrónico) es el futuro (no tan lejano) de este arte.

“Cuando planteamos la editorial, si bien en Argentina se usa el ebook, en Europa es mucho más común. De hecho hasta va a haber librerías que vendan ebooks. Y si bien el objeto libro me fascina, y más ahora con el tema de la edición que es algo que nunca había hecho y es todo un arte, el ebook me parecía que era importante para acompañar las revoluciones que se van dando en el mundo de la literatura”, planteó la venadense, que continuó: “Como fue en su momento el libro en papel, ahora creo que el ebook acompaña a los nuevos lectores y que eso no significa que el libro en papel vaya a dejar de existir, sino que es que la editorial acompañe este proceso tecnológico que hay y especialmente en función de la literatura. Puede llegar a más gente y es más accesible en ese sentido”.

Equipo de trabajo

Además de Regina y María Pina hay otras personas que colaboran en este proceso. “A medida que va haciendo las cosas uno va aprendiendo todo el tiempo y siempre te encontrás por suerte con gente muy buena onda que te explica o ayuda. Encontramos la correctora, la persona que se encarga de las redes, Paula Turina que nos ayudó con la prensa, y terminamos armando una red en donde, sabiendo que no hay plata, nos ayudamos mutuamente entre todos”, describió Cellino. Inti (o “Cuatrojos”) es la Community Manager, y entre todos van colaborando uno con el otro para alcanzar los objetivos que se plantean.

Fotos: Ana Cellino y Andrea Gastaldi.