Por Mario Luzuriaga

Se decía que en junio iba a explotar todo y realmente explotó todo. «Sólo se vive una vez», la película dirigida por Federico Cueva vio la luz y es por demás de entretenida. Ademas, el film cuenta con un elenco notable y en sintonía con la historia.

Leo (Peter Lanzani) es un joven estafador que se ve involucrado en un doble crimen por la firma de un contrato. Duges (Gerárd Deapardieu), un importante millonario que quiere obtener esos derechos y atraparlo a toda costa por ser el único testigo. Por eso encarga a dos especialistas como López (Santiago Segura) y Harken (Hugo Silva) a que atrapen al joven.

Es por esto que Leo se refugia en una comunidad judía en donde gana la confianza de Sara (Arancha Martí) y el rabino Mendi (Luis Brandoni), pero quien sospecha de él es Josie (Darío Lopillato). Ante las idas y venidas también se une el cura Agustín (Pablo Rago), hermano de Leo. Juntos deberán evitar que Duges obtenga su propósito.

Es increíble el crecimiento mental que hay dentro del cine nacional, que hace que un hombre como Federico Cueva, que viene de la rama de los FX y dobles de riesgo, pueda volcar toda su experiencia en esta muy buena comedia de acción, que tanto nos hace falta ver y que combate tranquilamente a cualquier producción hollywoodense – que presenta títulos de baja calidad en lo que va del año-. Ni siquiera las películas «tanque» pueden superar estos filmes que le traen aire fresco a las salas y sobretodo a nuestra industria cinematográfica.

Del elenco hay que destacar a todos sus personajes que conviven en esta Buenos Aires explosiva. Peter Lanzani cada vez se consolida en sus roles. Está divertido y rápido. El actor tuvo que entrenar mucho para realizar las escenas de acción. Gerárd Depardieu realiza un gran trabajo en su rol de villano. El personaje del francés hacia creer que solo sería un «cameo», pero estuvo en todo el filme y convincente en su su rol de tipo duro que si tiene que matar, lo hace. Los españoles Santiago Segura y Hugo Silva son realmente grandiosos en lo que hacen, son asesinos que tienen un humor particular que llegan para robarse la película.

Pablo Rago y Darío Lopillatto están muy bien, pero hubiese estado mejor si se explotaban más a estos actores que junto con Lanzani, muestran una gran química. Por el lado de las mujeres tenemos a la española Arancha Martí que es la figura femenina principal, que cumple en su función y Eugenia «China» Suárez que va muy bien en papel de compañera de Lanzani.

Todo lo demás cumple. Es una película divertida, dinámica, con mucha comedia y acción que no va a defraudar al público.

Calificación: Buena.