Por Federico Morel

La Esencia de la Cumbia, esta formación integral de músicos que trabajan y conocen el género musical más tradicional de latinoamérica, la cumbia, ha logrado destacarse por su organización y su dinámica de gestión dentro del circuito regional de la industria.

Uno de esos engranajes, sólidos y fundamentales, de esta máquina hacedora de ritmos tropicales, es Gonzalo Vieyra, la voz de La Esencia, quien viene trabajando como cantante y cantor hace varios años y recorriendo diferentes caminos líricos, pero siempre dentro del mismo paisaje sonoro.

En una diálogo con Conclusión, contó sobre su participación en las Colectividades de Rosario, cerrando el ciclo de una fiesta muy popular y convocante.

“Me siento muy orgulloso para estar en Las Colectividades de Rosario, que es nuestro hogar. Es como un mimo, como un reconocimiento de la ciudad para con nosotros, La Esencia de la Cumbia”, expresó la voz de la banda rosarina.

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Al consultarle sobre la sensación que tiene al estar en el escenario, Vieyra dijo que “es súper lindo, y creo que funciona así”, pero puntualmente, mencionó que “no sé en cuantos shows de la música popular funcionen si no hay gente bailando, gente escuchando, creo que tiene que existir ese feedback con el público. Ya sea bailando, mirándonos, cantando con nosotros”.

La cumbia, como género ligado a las sensaciones de los barrios y las periferias, tiene que ver con las emociones que allí se expresan. Sobre este eje, el músico, autor y cantante expresó su parecer con respecto a lo que quiere del público: “La cumbia te saca de lo que te esté pasando en ese momento. Y creo que desde ahí empezamos a pensar el show, desde cómo me sentí como público y lo que quiero que la gente sienta cuando estamos arriba”.

El trabajo que viene realizando La Esencia de la Cumbia es reconocido dentro los circuitos como, fundamentalmente, los shows en vivo. En ese sentido, el vocalista mencionó que “es muy arduo el trabajo que venimos haciendo. Esteban Suárez en la producción, junto con mucha gente que se está sumando. Para mí hace cinco años la música era pegar una canción, te hacés conocido y trabajas con eso. Y eso solo es una parte. Ahí marcas la diferencia entre hacerte famoso o hacer una carrera en tu historia o tu banda”.

“Es un trabajo muy pesado en el que tenés al componer tus propias canciones, fijarte los arreglos musicales, qué ropa vas a vestir, de qué manera te vas a manejar, cómo vas a hablar, qué es lo que querés decir a la gente, y eso no lo entendía antes. En estos cuatros años que venimos trabajando con La Esencia vemos que es un trabajo súper arduo, es lindo, pero es un trabajo con mucha dedicación”.

 

Para un músico popular, la raíz siempre llama. “Aunque hoy me dio tantas alegrías, renegué mucho de hacer cumbia. Quizás era yo mismo que necesitaba encontrar lo que buscan los artistas en cada género. Yo canté desde criollo peruano, hasta salsa, timba cubana, y no podía entender cómo al cubano le gusta tanto la salsa, y yo no podía hacer que al santafesino le guste la cumbia que cantaba yo, y hoy digo que no era lo que la gente tomaba sino lo que yo le daba. Yo no me estaba mostrando genuino con la cumbia, que es algo que escucho desde que nací”, contó el vocalista.

Sobre el diverso recorrido musical que posee en su curriculum, el artista concluyó: “Creo que hacer estos géneros latinoamericanos me dio un ejercicio vocal importante, pero creo que tenía que ver no solo con lo que cantaba, con lo que uno hace”.