Divididos volvió a tocar en Rosario y esta vez con un anfiteatro colmado y sin restricciones. Lo hizo frente a una multitud que enloqueció con el trío más importante del rock argentino.

El show se demoró unos minutos en empezar pero valió la pena la espera. A las 21.30 explotó todo cuando, luego de un juego de luces se entonaron las estrofas del himno nacional en la voz de Mollo.

 

Así, con el anfiteatro colmado y una noche despejada iluminada por la luna,  la banda liderada por Ricardo Mollo y Diego Arnedo se reencontró con el escenario rosarino luego de casi dos años.

 

Divididos se fundó por Mollo y Arnedo en 1988, un año después de la muerte de su exlíder en Sumo, Luca Prodan. Desde entonces la dupla de guitarrista y bajista ha grabado nueve discos de estudio y cuatro en vivo, realizó giras internacionales y recorrió el país reiteradas veces y se convirtó en “la aplanadora del rock”.

 

Finalmente, 2004 la banda se completó cuando llegó el baterista Catriel Ciavarella, percusionista surgido en MAM, que este sábado deslumbró a la multitud que lo ovacionó en reiteradas ocasiones.