El reconocido músico de rock Juan Antonio Ferreyra, más conocido como JAF, llega al escenario del Vorterix (Salta 3519) a presentar un show recordando los clásicos de la mítica banda Riff.

El sábado a partir de las 20 Rosario recibirá la visita de quien fuera un gran amante de los arreglos musicales de bandas como AC DC y Judas Priest y, por supuesto, un gran músico amante del blues. En esta oportunidad JAF recordará su paso por Riff en donde compartió escenarios con Pappo y Vitico, y hará sonar los temas más reconocidos.

«La expectativa es compartida con todos los que somos fanáticos del rock nacional, de los grandes sonidos, de las grandes bandas del rock nacional. Todo el mundo sabe que Riff es una banda importantísima en la historia del rock nacional, así que para mí hacer estos temas que son míticos y conocidos es un gran placer y un gran honor, lo hago con mucho cariño porque a mí me gusta también y es una oportunidad de mostrar a las nuevas generaciones estas grandes obras que tienen 40 años», señaló JAF en diálogo con Conclusión.

Sobre el repertorio JAF dijo que «voy a interpretar canciones de la primera etapa de los muchachos que fue a principio de los 80 de los tres básicos y fundamentales de la banda que son Macadam, Ruedas de metal y Contenidos. Voy a interpretar también canciones del disco que participo yo que es Riff 7 del año 85. Luego a principios de los 90, hubo una reunión de los muchachos que hicieron temas muy lindos, como el tema Que sea rock. Un simple repaso de las grandes obras de esta banda«.

Al consultarle sobre su comienzo en la Riff, el rockero contó que «estaba laburando muy fuerte en solitario pero aparte tenía mi banda, La banda marrón, con la cual hacia temas de mi autoría. En una de esas actuaciones viene Papo y Vitico y ahí me llamaron para integrar la banda en octubre del 85. Automáticamente dije que sí. Yo estaba laburando y llevando adelante mi banda como lo hacen las bandas nuevas e incipientes, con tres remos en dulce de leche».

Las nuevas generaciones de músicos han copado la escena. Los nuevos ritmos han doblegado el avance del rock. Al consultarle a JAF por esta cuestión dijo que «en primer lugar hay una nueva hornada de músicos argentinos que desconoce el trabajo manual de llevar una banda adelante tocando los instrumentos, porque hay muchas cosas cibernéticas donde uno aprieta un botón y sale la música. Es una nueva música pero sucede algo que me llama la atención y es que 20 pibes aprietan el mismo botón y son 20 tipos distintos pero la música es la misma, así que resulta que hay muchas cosas que son muy parecidas unas a otras porque son producidas digitalmente. En su momento, las canciones había que tocarlas con instrumentos y aparte había que ensayar y tenías que tener un mínimo de habilidad y de sapiencia para poder subir al escenario. Hay muchas cosas que han cambiado pero así es la tecnología».

«Yo lo que quisiera realmente es que todos tuvieran un gran acceso a la tecnología de última generación pero que al mismo tiempo hubiera una gran enseñanza por parte del Estado, del actual, del anterior, y de los que vengan, para enseñarles a los chicos a tocar el violín cibernéticamente pero también que puedan tener un violín de verdad de madera para aprender a tocar con los dedos. Entonces después el chico toma la decisión, que es algo muy importante, como toco cibernéticamente o agarro la batería y toco con los palitos», amplió el músico.

JAF siempre se destacó por su prepotencia de trabajo en la música. El artista concluyó: «El estar siempre en la palestra buscando las mejores oportunidades para subir a los escenarios y hacer lo que a uno le gusta hacer, te da un entrenamiento y un conocimiento del paño que te permite ubicarte de la mejor manera posible en el momento en que vas a hacer la interpretación de las obras. Esto debería estar muy alcance de todos los chicos aunque sea muy chiquito. Ponele que tiene cinco y a los 7 años sabe cinco canciones, ese chico tiene que poder subir a un escenario y tocar esa cinco canciones para que nosotros los adultos vayamos a verlo y lo aplaudamos. Entonces ese niño se siente contento porque recibe una caricia por parte del público y le dan ganas de seguir subiendo».