Inés Estévez arriba formalmente al vasto mundo del Jazz con su primer disco, “Nude», una propuesta que está estrechamente ligada con sus raíces.

Con su primer material discográfico inaugurará la temporada de los recitales en la Cúpula de la terraza de Plataforma Lavardén, este viernes a las 21.

La actriz y ahora cantante dialogó con Conclusión acerca de esta nueva faceta y dejó sus impresiones al respecto.

¿Cómo fue la experiencia de presentar tu primer disco en el ND Ateneo?

—Fue increíble. Era un momento muy difícil porque tuvimos que salir a pegar los afiches, se disparó el dólar como a cuarenta. Fue una situación bastante extrema y sin embargo se llenó el teatro. Presentamos el disco con una banda reforzada, el mismo se grabó con el trío, con cuarteto de cuerdas y vientos y otros músicos invitados. Eramos como 16 arriba del escenario. Tocamos temas del disco y estrenamos unos cuantos más.

Que bueno es verte en otra faceta diferente de la actuación ¿Te gustó hacer la producción fotográfica del disco?

—Esa producción la hicimos muy rápidamente, la hicimos en cuestión de tres días con Alejandra López; una fotógrafa muy probada. Fue una situación hermosa porque nos facilitaron ese piano increíble e hicimos una sesión de fotos de cuatro o cinco horas para el disco y el afiche para el ND. Tiene mucho que ver con lo que dice el disco dentro, está relacionado con la entrega, con la fragilidad y la exposición de un recién nacido. De alguien que se abre con confianza a un mundo que no conoce, pero desde un lugar de absoluta franqueza.

Esa tapa también refleja tu esencia

—Eso refleja un poco lo que pasa en los shows, yo estoy acostumbrada a enfrentarme al público a través de la actuación, en donde tenes el filtro de la ficción. Acá no tengo ningún filtro, acá sos vos frente a gente, mirándolos a los ojos y compartiendo un momento muy intimista, genuino y nuevo para mí.

Además el jazz es muy importante en tu vida y sobretodo porque se escuchaba en tu casa

—Es cerrar un círculo  que empezó en mi más tierna y infancia, lo siento como nuevo, pero a la vez tiene que ver con mi identidad.

En el disco vas en ascendencia porque arranca tranquilo y a medida que va pasando es más potente

—Es mi primer disco y me identifica quizás más adelante pueda identificarme con otro.

¿Cómo vivís los climas que se van presentando en tus shows?

—Lo vivo como una fiesta en mi casa y lo vivo con una sensación de familiaridad y comodidad muy grande.

En un futuro ¿Incursionarías en otro género musical?

—Sí ¿Por qué no? No me lo estoy proponiendo aún. Pero no estoy cerrada a esa posibilidad.

Volvés a Rosario y nuevamente en la Plataforma Lavardén

—Estoy fascinada porque nunca estuve en la cúpula de la terraza de Plataforma Lavardén, esperemos que no haga mucho frío. Estamos viviendo una primavera un poco inclemente, pero va a ser una fiesta porque vamos a tocar temas del disco y nuevos. Es un show que atrapa a gente que gusta del jazz como a los que lo desconocen. Abarca muchas edades porque no sólo va gente grande, sino que va mucha gente joven. No gira en torno a los estándares sino que tiene mucho swing y blues, hay mucha gente joven que se empieza a identificar cono lo que tocamos. Eso me pone muy contenta porque se llena de chicos, de chicas, de parejas y de todo el que venga.

Imagino que la gente se sorprende con tu voz

—Soy medio temerosa durante los dos primeros temas por los nervios, debido a la recepción que tiene el público de nuestra música. Después empieza a ser una fiesta.