Por Santiago A. Fraga

Dentro de la escena musical rosarina, quizás lo más interesante de los últimos años se encuentre en la efervescente cantidad de propuestas creadas por artistas jóvenes, que en su forma libre de hacer y decir expresan un lenguaje contemporáneo con un sonido acorde a los tiempos de globalización, reinvención y deconstrucción que el mundo, y por supuesto la música, atraviesan en este momento.

Si algo fundamental tienen en común la gran mayoría de ellas, es la manera de trabajar autogestivamente en cada uno de los aspectos que rodea a la banda, desde la grabación de las canciones y los discos hasta los shows y la comunicación con el público. Surgido principalmente como una necesidad ante un contexto de condiciones desfavorables para los artistas -que aún persisten-, pero también como una bandera orgullosa de lo que se suele llamar DIY (Do It Yourself – Hágalo Usted Mismo), esa forma de manejo con la que parió esta generación terminó generando además que, inevitablemente, los artistas acaben encontrándose, abrazando las similitudes y generando ellos su propia nueva escena, independiente de los empresarios inescrupulosos, con un creciente número de sellos independientes y movimientos que además de brindarse una mano entre ellos terminan generando espacios y fechas para tocar, craneando la manera de sortear las problemáticas que comparten.

Esta forma de manejarse, es lo que generalmente podría considerarse en el sentido más estricto de la palabra como indie, y es una de las ramas que más prospera en el país en un contexto de mundo donde la industria musical tendió a reinventarse ante la avanzada de Internet y las plataformas de streaming, pero nunca perdió sus viejas y poco inclusivas mañas.

En ese contexto, la llegada del ciclo IndieFuertes a Rosario se recibe con una especial expectativa por parte de artistas, público y demás trabajadores de la música, significando una buena noticia como la de cada espacio que surge en esta ciudad y, especialmente, que apuesta por estas bandas independientes.

Para Yumber Vera Rojas, periodista venezolano radicado en Buenos Aires, gestor cultural e impulsor de IndieFuertes -y antecesores-, el espíritu del ciclo radica en su curaduría, en la minoría de masas, en la fragmentación cultural y en el encuentro entre diferentes sonidos.

Este viernes 7 de febrero, desde las 21 tendrá lugar en Distrito Siete (Ovidio Lagos 790) la primera edición rosarina, con Lichi y Torneo de Verano como las bandas elegidas para la velada inicial por parte de la curadora en la versión local, Morena Velázquez.

Hubiéramos ido como público y nos toca tocar. Es una alegría bárbara”, sostuvo el firmatense Lucho López, baterista de Torneo de Verano, en diálogo con Conclusión. “Este es un ciclo que lo veníamos siguiendo nosotres que nos gusta mucho el indie y las bandas. Veíamos que existía, que estaba en Buenos Aires, y la verdad que se mude para Rosario y que nos hayan invitado en la primera fecha, con lo que eso significa, estamos requetecontra contentes, con muchas ganas de tocar”, agregó.

Previo a su llegada a la ciudad del Monumento a la Bandera, el ciclo IndieFuertes se consolidó neurálgicamente en la sala Niceto, en Capital Federal, y desde allí se comenzó a expander como marca con sedes en Mendoza, Córdoba, San Juan, San Luis y Montevideo. Lo interesante, además de que las propuestas que pasan por los shows son siempre de la escena flamante, es el diálogo que a la larga termina constituyéndose entre cada uno de esos puntos y que termina significando una posibilidad más para que los artistas giren con su grupo y puedan recalar en otras ciudades, ponderando un concepto federal dentro de un mundo artístico en el que históricamente Buenos Aires se come todo.

Así, su punto fuerte está en la curaduría, que no responde sólo a un tema de agenda. Como el objetivo de IndieFuertes está en ser una plataforma de visibilización, de despegue y diálogo, lo primero que se hace para seleccionar a las bandas invitadas es “captar a los artistas más representativos de la nueva camada, una camada centennial, 22/23 años, que representan mejor que nadie un lenguaje actual argentino y que puede dialogar con sus pares sin ningún tipo de prurito”. Dentro de ello, desde la planificación del ciclo aquí les resulta “fundamental mostrar el ADN rosarino de esta época, donde por ejemplo las bandas de funk son una marca registrada de lo que está pasando en la ciudad y muchos de afuera aún no lo saben”.

“La idea es tomar los principales referentes de esta nueva camada y tratar de nuclearlos a través de los artistas por fecha. Una vez que se posicione el ciclo, la idea es que se empiecen a venir artistas rosarinos a Niceto y poder generar giras, y que de acá puedan ir a La Plata o a Córdoba. Mostrar que hay pares, la riqueza, y crear un puente muy rico para que todo eso circule y no que quede dando vueltas en espiral o se oxide”, indicó Yumber en diálogo con este medio.

Destino: Rosario

En la consideración de Vera Rojas, hay tres rasgos elementales que en el marco de la expansión del ciclo hacen pensar a Rosario como una plaza más que destacada para el plano argentino, asegurando que todo este acercamiento y planificación comenzó con un viaje a un festival en Santa Fe el año pasado.

Por un lado, las características de la provincia hacen que el pensamiento logístico sea similar a la experiencia cordobesa, en el sentido de que dentro mismo de Santa Fe existen varios escenarios interesantes como para que un grupo pueda armar de una gira de fin de semana -como por ejemplo: Rosario, Santa Fe capital y Rafaela, o incluso sumando a puntos cercanos como Paraná-.

La segunda, es por el potencial artístico que hay en la provincia y la falta de espacios que suele haber para desarrollar el arte -aunque particularmente quizás Rosario sea la ciudad de la provincia que más escenarios tenga, aún con la gran cantidad que han cerrado en estos tiempos-.

La tercera, y la más llamativa, es el hecho de que pese a la fuerte y nutrida escena que tiene la ciudad, resulta muy difícil que las bandas o los movimientos trasciendan las barreras de la región y se conozcan con mayor fuerza en otras provincias, como sí ocurre con otros grupos de otras localidades, siendo algo independiente de la calidad artística.

IndieFuertes es un ciclo de autoestima, autogestión y federalización. En Niceto ya han desembarcado algunas bandas rosarinas como Matilda, pero el tema es que el público porteño desconocía todo lo que estaba pasando en Rosario, entonces si bien estuvo buenísimo no hubo una recepción como pasó con otras bandas de Mendoza o Córdoba, que ya venían dialogando y teniendo una tradición de intercambio. Rosario, en cierta forma, pareciera haberse encerrado puertas adentro, y la única forma de conocer lo que pasa en la ciudad es estando en la ciudad o que te lo cuenten, que después te das cuenta que los mismos artistas de otras ciudades, entendiendo el concepto del ciclo, te terminan recomendando grupos rosarinos como Gladyson Panther o Lichi, por ejemplo. Y ahí te vas metiendo y te vas diciendo que esto merece funcionar como escena, que Rosario merece trascender y que se debe romper con ese cerco para que estas bandas empiecen a expanderse”, señaló Yumber Vera Rojas, quien se desempeña como periodista en Página/12, con su visión particular de la movida que no se corresponde con la mirada de un porteño o de un rosarino, sino con la de un extranjero que desde que ya hace muchos años llegó y analizó desde esa perspectiva de objetividad los movimientos del panorama musical argentino.

En coincidencia con este razonamiento, Vera Rojas subrayó que “esto no es un arrebato porteño de mostrar algo que surge en Buenos Aires”, sino que la idea del ciclo siempre es “generar un circuito mostrando que todos somos parte de lo mismo, de una misma escena nacional”.

“La escena argentina tiene un gran momento, un recambio y hay que mostrar que este recambio no solamente es posible sino que no sucede sólo en Buenos Aires. De hecho, es todo lo contrario. No sucede en Buenos Aires. Sucede en todo el país y eso le genera contenido a Buenos Aires. Entonces, lamentablemente Capital termina legitimando, pero sólo legitima, el contenido más interesante que hay hoy por hoy en la escena musical argentina viene de, entre otras ciudades, Rosario”, reafirmó el ideólogo de IndieFuertes, asegurando que “la gente está esperando nueva información, frescura, identidad”.

Ideales y un disco a la vista

El grupo de pop punk Torneo de Verano será de la partida este viernes, en una fecha que les trae mucha alegría y que coincide con el anuncio, pocos días atrás, de la culminación de la etapa de grabación de lo que será su próximo disco, a salir probablemente en marzo, del cual adelantarán algunos temas en el recital.

Previamente, a pedido del público poco tiempo después de formarse, en 2018 editaron su primer disco, “Torneo de Verano”, que fue editado en cassette por el sello independiente Remedio Casero Discos y subido a las distintas plataformas de streaming, con seis temas dinámicos y pegadizos que en su recorrido, tanto por la música como por las letras, recuerda a ambientes como las contemporáneas Las Ligas Menores –banda con la que de hecho tocaron en su debut- o aquel estilo rock punk de los 90’ y principios del 2000 como Fun People.

En sus letras, tal como contó a Conclusión la bajista y cantante del grupo, Luisina Aymar, la banda le canta a la vida, a la cotidianeidad, a los amigos, a las cosas que les parece que están mal y a esos valores. “Como que todo eso tratamos de meterlo, y de dejar el ideal bien claro que nosotres tenemos, y es algo que lo remarcamos siempre también en los shows. No vas a ver jamás ningún recital en el que estemos peleades o algo así, porque la verdad es que lo disfrutamos muchísimo y nos importa mucho eso. Tratar de transmitir lo que pensamos y tratar de que lo sientan también”, detalló.

Si de los ideales y valores de Torneo de Verano hablamos, la principal premisa del grupo radica en su independencia, autogestión y en no alimentar lugares que impongan malas condiciones de trabajos para los músicos.

Eso es algo que no se negocia”, comenzó respondiendo firme Lucho López. “Tenemos ciertas ideas que tratamos de mantener, como por ejemplo no poner plata para tocar, ni rendir entradas. Autogestión a full -aunque estamos en un sello el mismo es independiente, que nos invitaron antes de que larguemos el primer disco y nos editaron ese álbum en cassette-. La forma de manejarse es toda autogestionada con lo que se saque de la feria, con lo que se saque de alguna entrada de algún reci. Nada de venderse demasiado a los lugares que parece que no da para tocar o para ir. Mantenemos esa filosofía: hacer lo que nos gusta pero con los recaudos que tenemos que tener para no alimentar ciertas cosas de las que no estamos de acuerdo”, continuó.

Nos pagamos los pasajes, pero pagar para tocar en un lugar, jamás”, reafirmó Aymar en esa línea, siendo Torneo de Verano un grupo al que le gusta salir con frecuencia a las autopistas santafesinas y que sienten allí las dificultades de la autogestión, poniendo casi siempre plata de su bolsillo para bancarse los traslados –decisión que en cada caso analizan, debaten y terminan tomando democráticamente-.

Una particularidad con respecto al grupo, que también marca el signo de época, es que la mayoría de los integrantes se conocieron por primera vez cara a cara recién en la sala de ensayo. Por empezar, sus integrantes son de distintas ciudades: mientras que López es de Firmat y Aymar de San Nicolás, el guitarrista Charli Giovanelli es de Villada y el encargado de los sintes Mauricio Rivero es rosarino.

“Fue una cosa de un amigo en común y nos fuimos contactando. Vimos que teníamos los mismos gustos, que nos gustaban las mismas bandas, y para mí fue re loco, yo que vengo de una ciudad-pueblo, encontrarme con gente con la que decía “escucha la misma banda que yo”, “conoce los mismos temas que yo”… fue re loco eso, como que sentí una identificación inmediata con elles y nos hicimos muy amigues al toque. Eso se nota mucho, y cuando vos estás convencido de algo, del grupo y de todo, el mensaje que baja es fuerte también, y eso queremos que se note. Nos encontramos por primera vez en una sala, nos vimos las caras ahí y empezamos haciendo covers de algunas bandas que nos gustaban. Al tiempo ya salió como tiro lo nuestro y cuando lo tocábamos como que había una respuesta de la gente. Son temas bastante pegadizos, con estribillo, entonces la gente se quedaba repitiendo las frases, así que dijimos “esto tenemos que grabarlo”. Así seguimos y en esto nos encuentra hoy”, contó Lucho López a este medio, a lo que Luisina Aymar acotó, en algo que también se relaciona con las letras de las canciones: “Somos muy pasionales, tenemos eso de que nos duelen las cosas que se van perdiendo también. Crecer, dejar la adolescencia o las cosas de chico que van perdiendo valor en el tiempo porque el tiempo no te deja espacio para esas cosas. Como que todo se junta con todo. Es una fórmula”.

El próximo disco ya fue grabado y está en proceso de mezcla y mastering, del cual se encarga Gabriel Schubert (Forestar), al igual que en el primer álbum. La idea de la banda es tenerlo listo para que salga en marzo e incluirá siete temas, de los que ya venían tocando algunos en vivo. La fecha estimada para la presentación por el momento es abril (así que, atentos).

Música y Youtube

Junto a ellos, el otro protagonista de la noche será Lichi, un artista más que interesante que comenzó a ganar popularidad a través de su faceta de youtuber y en 2019 dio inicio a su proyecto musical, en algo que define como “un híbrido entre una banda y una aventura solista”.

“Lo conocemos, es un genio. Lo conocíamos por las redes, por irlo a ver, tenemos muches amigues en común, nos encanta lo que hace y es un orgullo compartir con él la fecha. Mejor no podría haber sido, cierra por todos lados”, respondió contento Lucho López a la hora de hablar sobre él. Yumber Vera Rojas, por su parte, destacó “el concepto” en sí en el que se convierte para expresar su arte y sus mensajes.

En octubre del año pasado publicaron un EP de seis canciones, “con una dicotomía entre lo íntimo y lo pop, lo acústico y lo electrónico, las canciones de fogón y los himnos, muy cruzadas por temáticas de diversidad sexual y de género”.

La banda está integrada por Lichi en guitarra y voz, Lucio en sintetizadores, Maese en batería y coros, Efe en guitarras eléctricas y Vicen en bajo.

Las entradas anticipadas con descuento se pueden conseguir en de lunes a viernes de 8 a 19 en Distrito Siete (Ovidio Lagos 790, Rosario) u online en d7entradas.com.ar.