El actor Gustavo Garzón estrenará este jueves en el cine Gaumont su documental «Down para arriba», en el que sigue la experiencia del grupo teatral Sin Drama Down, dirigido por Juan Laso, y al que define como «una película muy íntima y muy personal».

«Es una película muy íntima que hasta me da pudor exhibirla porque aparezco yo también y cuento sobre mis temores cuando nacieron Juan y Mariano y cómo fue pasar de la angustia de ese primer momento, del miedo cuando nacieron a esta aceptación y disfrute actual, a esta felicidad de vivir la vida con ellos», contó Garzón a Télam en una primera aproximación al filme.

De su pareja con la fallecida actriz Alicia Zanca, Garzón tuvo tres hijos: Tamara, de 28 años; y Juan y Mariano, de 31, dos gemelos con síndrome de Down, a los que en 2016 llevó a la escuela de Laso a partir de un filme actuado y realizado por chicos con discapacidad intelectual de su taller teatral.

«La película no fue algo premeditado sino que las circunstancias me fueron llevando; yo buscaba un profesor de teatro para los chicos, que habían pasado por muchos y que ninguno terminaba de satisfacernos ni a ellos ni a mí, y ahí di con el trabajo de Laso, que me dejó asombrado y admirado, entonces anoté a mis hijos en su escuela y le propuse hacer un documental para seguir el desarrollo de sus clases», destacó el actor, que como realizador hizo «Por un tiempo», Cóndor de Plata a la Mejor Opera Prima, y «Exhibición Radiografía del Desierto».

«Me llevó la curiosidad -agregó- conocer el secreto de cómo lograba relacionarse tan fuertemente para sacar lo mejor de ellos, y en esa experiencia, en la cual relato la construcción y realización de un cortometraje de Juan con sus alumnos, aprendí mucho acerca del síndrome de Down, fue una experiencia muy feliz».

El filme, que estuvo en competencia en el Festival de Cine de Valladolid y en el de Piriápolis, Uruguay, se estrenará este jueves en el Gaumont y luego del estreno porteño se exhibirá en Chivilcoy y San Juan.

«Viajo sin problemas con la película, me encanta mostrarla; en general se generan jornadas muy emotivas y muy hermosas, me parece un buen material para personas e instituciones ligadas al mundo de la discapacidad. Yo estoy muy dispuesto a llevarla y los que estén interesados pueden contactarse a @downparaarriba, que estamos en Facebook e Instagram.

Télam: ¿Qué te impactó del trabajo de Juan Laso?
Gustavo Garzón: Los resultados que obtiene, y la técnica que usa Juan con la interacción y la charla con ellos, porque es a través de conocerlos que Juan genera las improvisaciones en las que ellos hablan de lo que desean, añoran y les duele. Todo este trabajo con ellos me permitió a mí también hacer una película que es muy cómica, muy tierna, muy entrañable, donde busqué esquivar lo didáctico y simplemente que refleje cómo son.

T: En la película contás que a partir del crecimiento de tus hijos te das cuenta de que necesitás un lenguaje nuevo para comunicarte con ellos.
GG: Sí, hay un momento en que uno hace un clic, que es el clic de la aceptación y ahí es necesario descubrir ese lenguaje para saber quiénes son y qué quieren. Mis hijos tienen una retracción con la palabra, hay que saber llegar a ellos, entonces hay que construir este nuevo lenguaje que es como dialogar casi en otro idioma, que se va construyendo permanentemente y que hoy nos permite tener una comunicación fluida.

T: ¿Te resultó fácil la comunicación con los alumnos de la escuela de Juan?
GG: Sí, para mí es natural, de hecho yo tengo una escuela de teatro musical para chicos con discapacidad intelectual. A mí me resulta más sencillo comunicarme con ellos que con personas normales, es un diálogo donde no hay segundas intenciones, no hay especulación, es todo desde la ingenuidad, a través del juego, de las miradas, de los cuerpos, se establece una comunicación maravillosa que me resulta muy natural.