En una tremenda noche a la vera del río Paraná, el último sábado tuvo comienzo oficial el ciclo Cuando el Río Suena, que durante siete fechas reunirá a varios de los proyectos más prometedores de la escena local en el Anfiteatro del Parque España, espacio que espera ser conquistado por la movida musical emergente rosarina de aquí en adelante.

Si bien la apertura iba a ser el pasado 30 de enero con Juan Iriarte, La Chiruza Orchestra y Mercedes Ianniello, las condiciones climáticas adversas provocaron que esa fecha fuera reprogramada para el domingo 7 de febrero, por lo que los recitales que brindaron Kunyaza y Los Cuentos de la Buena Pipa el sábado fueron los primeros de esta serie de shows.

Siendo el ciclo una coproducción entre Ciudad Futura, el Ministerio de Cultura de la Provincia de Santa Fe y la Municipalidad de Rosario, cada fecha está organizada por una productora local distinta, encargándose de organizar en esta ocasión la joven Fuega Producciones.

Cerca de las 20, cumpliendo con una buena puntualidad, Kunyaza fue la primera banda en subirse al escenario cuando todavía quedaba algo de la luz del sol y terminaban de entrar los últimos espectadores, que para esta noche agotaron las entradas en menos de 24 horas.

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Con Sofía Maiorana como única voz, Martín Valci en bajo, Guille Petraco en guitarra, Nano Bianciotti en teclado y Lautaro Canals en batería, la banda repasó tanto canciones de su disco «Partes del Fuego» como algunos de los sencillos que largaron en 2020.

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A las 21 fue el turno de Los Cuentos de la Buena Pipa, que hizo un repaso de su carrera con E’Bo en guitarra, voz y sintetizador, Kolia Krasotkin en bajo, Martín Sanabria en percusión, Eric Flägel en batería y Dante Scarpone como invitado en teclado.

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Con poco menos de una hora de actuación, cada banda desplegó todo su talento ante un público ampliamente receptivo, que debió hacer un esfuerzo para contener sus ganas de bailar, ya que el protocolo indica que los espectadores deben permanecer en sus asientos. La pasión pudo más para algunos y algunas que se entregaron al movimiento, aunque rápidamente se les llamó la atención y acataron las disposiciones sin quejas. Habrá que acostumbrarse a la nueva normalidad y aprender a bailar con los brazos y la cabeza.

El ciclo Cuando el Río Suena tiene como objetivo principal proteger al sector de la cultura y sus trabajadores en este delicado momento, en el que se vio fuertemente afectado por la pandemia de Covid-19.