Por Javier Hernández
Fotos: Gentileza Prensa MDQFF

La llegada, este viernes, del fin de semana largo atrajo a Mar del Plata un aluvión de turistas de todo el país que ampliaron los ya numerosos espectadores que, desde el pasado sábado, colman cada una de las proyecciones y actividades especiales que viene desarrollando el 34° Festival Internacional de Cine por estos días.

La 34° edición que tendrá su broche de oro este domingo con la elección de los máximos ganadores del Premio Astor y la esperada proyección, en carácter de preestreno exclusivo en Argentina, de El Irlandés la última película de Martin Scorsese protagonizada por Robert De Niro, Al Pacino y Joe Pesci, comenzó el jueves a transitar la última mitad de su grilla con la exhibición de algunos títulos esperados y la realización de propuestas artísticas arriesgadas.

El guitarrista estadounidense Lee Ranaldo y la artista visual Leah Singer estrenaron una performance inmersiva que buscó crear un túnel del tiempo hacia una dimensión trascendental que, sostenido en proyecciones y música en vivo de alto vuelo poético, denominaron Contre Jour y se trató de una propuesta artística libre que, a partir de elementos del noise experimental y la videodanza, buscó abrir un mapa por el que transitar con otros sentidos alejándose de narrativas clásicas y buscando favorecer un diálogo sutil con los espectadores que asistieron al Teatriz Club de la ciudad de Mar del Plata.

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Así visuales proyectadas en pantalla gigante fueron telón de fondo que realzaron la silueta del ex Sonic Youth para mostrar los movimientos y la destreza de este músico con su guitarra al tiempo que abrir a interpretaciones libres en los diálogos subyacentes con los paisajes transmitidos.

Pero esto no fue todo, esa misma noche, la sección “Generación VHS” ofreció la proyección de trasnoche de la versión director’s cut de El Exorcista y el documental Leap of Faith sobre su filmación. La propuesta estuvo enfocada en recuperar cierto cine contracultural y las entradas se agotaron en cuestión de minutos.

En Leap of Faith, una de las más esperadas proyecciones de este festival (y cuyas entradas volaron en minutos) William Friedkin relata durante dos horas lo que significó El Exorcista en su vida y filmografía contando los detalles escabrosos de la película de terror que se volvió un ícono en la historia mundial del séptimo arte.

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Con lecturas y poéticas divergentes que siguen ampliando los universos simbólicos y permitiendo adentrarse en culturas heterogéneas de acá y más allá, el jueves, dentro de las competencias que formaron parte del Festival se pudo ver, entre otras, el ovacionado drama Vitalina Varela, del director portugués Pedro Costa, un trabajo de un lirismo poético a partir de un trabajo estético que pone el foco en la luz creando en cada escena un posible cuadro de Rembrandt.

De esta manera Vitalina Varela, es un drama que se desarrolla en Lisboa y muestra la capital lejos de los estereotipos turísticos. Más allá de la historia que, a primera vista sigue a una mujer que llega a la capital portuguesa para enterrar a su marido, la riqueza se manifiesta en la forma en que el célebre director le pone cuerpo y sustancia a ese recorrido. Y lo hace desde una composición expresionista, con una utilización de luces y sombras que van generando climas de agobiante encierro y un tiempo que transcurre casi en forma real en la mayor oscuridad donde los rasgos crecen y acentúan los detalles haciendo al espectador parte de esa asfixiante historia.

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Pero eso no fue todo. La Competencia Latinoamericana tuvo dos estrenos destacados: En medio del laberinto, ópera prima de la peruana Salomón Pérez que transita las fronteras entre documental y ficción. Y A febre de Maya Da-Rin filmada entre la selva amazónica y el escenario urbano, y propone una indagación sobre la fortaleza y la fragilidad del cuerpo.

La Competencia Argentina ofreció dos miradas femeninas que conquistaron las pantallas de Mar del Plata: Hogar de Maura Delpero, y Las poetas visitan a Juana Bignozzi de Laura Citarella y Mercedes Halfon. La película de Dapero refleja el dolor, la soledad y la incertidumbre de dos madres adolescentes que comparten sus vidas en una institución religiosa.

Mientras que la de Halfon y Citarella explora la obra y el legado de la poeta argentina Juana Bignozzi, con la determinación de hacer conocer su obra: “Juana nos cambió un poco la vida. La película nos produjo una transformación grande, que es haber conocido esta escritora”, dijo Halfon en la instancia de diálogo con el público tras la primera función.

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Al día siguiente, el viernes, el 34° Festival Internacional de Cine recibió a la historiadora y ensayista de cine francés Nicole Brenez quien dio una masterclass donde habló de su trabajo junto al cineasta Jean-Luc Godard. La francesa, que también es miembro del jurado de la Competencia Internacional, recordó a Godard y sobre el célebre director dijo: “hizo que yo amara el cine. No sólo con sus obras cinematográficas, sino también con sus textos críticos, algo que inspiró a muchos en ese área”.

Además tuvieron su debut en la pantalla grande La virgen de Agosto, del español Jonás Trueba, y Planta permanente, del argentino Ezequiel Radusky, dos películas de habla hispana que se presentaron en la Competencia Internacional.

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Con la presencia de su director y de la co guionista y actriz principal, Itsaso Arana, Trueba expresó en un diálogo con el público su gratitud por estar presentes en el Festival: “Me emociona ver cuántos de vosotros se levantaron muy temprano a la mañana para asistir a una sala de cine. Porque creo que hoy, que todo está al alcance de la mano, el acto de ir al cine es más emocionante que nunca”, dijo el madrileño. Y, más tarde, en un mano a mano con Conclusión, la actriz Itsaso Arana destacó: «Con la película tratamos de comprometernos en profundidad con problemáticas y temas que están abiertos”.

Ovacionada por toda la sala, la película de Radusky, quien asistió a la presentación junto a gran parte de su elenco, aborda con mirada crítica y humor negro, la lucha que se da entre la clase media y la baja: “Ese es uno de los problemas más grandes que tenemos en la Argentina, y quizá el problema que nos lleva a que siempre estemos en desventaja frente a la patronal”, dijo mientras en la sala del teatro Auditorium se podían observar banderas con las consignas: “Vidal cumplí tu palabra, pase a planta ya”.