Talentosos músicos, como David Lebón, Ricardo Mollo, Fabiana Cantilo, Lisandro Aristimuño y Liliana Herrero, entre otros, participaron esta noche, bajo la dirección musical de Javier Malosetti, de la 3° edición de “El Marcapiel”, la celebración anual que recuerda la figura y la inmensa obra de Luis Alberto Spinetta, en el aniversario 69 de su nacimiento, en Ciudad Cultural Konex, en la porteña zona del Abasto.

El encuentro se caracterizó por haber variado su repertorio en relación a los dos conciertos anteriores, acaso la máxima prueba del enorme e invaluable catálogo que dejó Spinetta como legado.

Del recital fueron parte músicos que tocaron en distintos momentos de la carrera del «Flaco», o tuvieron algún tipo de relación artística con él, como el bajista Machi Rufino; los bateristas Rodolfo García, Gustavo Spinetta, Daniel Rawsi, Cristian Judurcha y Daniel Colombres; los tecladistas Claudio Cardone y Juan Carlos “Mono” Fontana; y los guitarristas Lito Epumer, Guille Arrom,
Baltasar Comotto y Dhani Ferrón.

Más allá de algunas emociones lógicas, principalmente en los momentos en los que irrumpía desde alguna grabación la voz del homenajeado, como en la apertura con “Fuga” o en “Hiedra al sol”, al promediar el concierto, primó en general el tono festivo celebratorio sugerido por los participantes.

Entre las sorpresas, sobresalieron la interpretación de “El anillo del Capitán Beto”, a cargo de Machi; Fabiana Cantilo y su aporte en “Quedándote o yéndote” y “Cuando el arte ataque”; el pasaje dedicado a “Artaud” con “Bajan”, “Cementerio Club” y “Las habladurías del mundo”; la voz de Lebón para “Muchacha ojos de papel”, a pesar de aceptar al final que “nadie la canta como él”; o la deconstrucción de “La bengala perdida” y “Bagualerita”, por parte de Liliana Herrero, en su primera presencia en estos shows.

También merecen una mención aparte “Fina ropa blanca” y “Casas marcadas”, por Lisandro Aristimuño; la impactante “Figuración” en la voz de Mollo; el arranque beat con “El mundo entre mis manos”; las guitarras encendidas de Comotto, Epumer y Arrom; y el respaldo a la campaña “Conduciendo a conciencia”, a partir de “8 de octubre”, cantada por Mollo, Artistimuño y Arrom.

A lo largo de todo el concierto, resultó fundamental la tarea de Malosetti como gran bastonero, las sutilezas de Cardone y Fontana, y las atinadas lecturas a las distintas partes instrumentales que realizaron los músicos que desfilaron por el escenario.

“Estoy agradecida que haya existido este hombre”, sintetizó Herrero, a su turno, y acotó que Spinetta “dejó una exquisita memoria”, al conjugar el sentir que movilizó a estos artistas a participar de esta celebración.

Tampoco faltó el recuerdo para el recientemente fallecido guitarrista Ulises Butrón, estrecho colaborador de Spinetta en la década del ´80, quien fue mencionado por Malosetti y Cantilo.

Tras dos horas y media de show, el cierre dejó en claro las dos facetas que se pusieron en juego en este recuerdo, cuando todos los invitados se juntaron para corear, como si se tratara de un gran fogón, “Todas las hojas son del viento”; y para una enérgica zapada con “Rutas argentinas”, en la que fueron alternando instrumentos y en la que se llevaron los aplausos las guitarras de Mollo, Lebón, Arrom, Comotto y Epumer.

Pero además dejó la inevitable sensación que más allá de nombres e intérpretes rutilantes, la gran estrella de la noche resultó el invaluable catálogo que dejó una de las más grandes figuras que dio la música popular argentina.