Hay un mago que se está muriendo. Debe operarse de urgencia ¿Qué sucede en su cabeza una vez que le han aplicado la anestesia total? Los sueños más estúpidos, la intimidad de su oficio y la lucha por librarse de los trucos que le negaron la posibilidad de creer en la magia. Sin embargo tiene ahora una oportunidad: su propia muerte puede ser el único momento mágico de su existencia. Veamos qué decide.

Sobre esta premisa, El centésimo mono, que se presenta este sábado 3 y domingo 4 en el Teatro de Empleados de Comercio (Corrientes 450), despliega un espectáculo pocas veces visto, en el cual confluyen magistralmente la magia, el drama y la comedia.

Dirigida por Osqui Guzmán y con la actuación de Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff y Emanuel Saldúa, la obra atrapa tanto por su belleza como por el planteo escénico. Los espectadores se ven cautivados por situaciones muy movilizadores e inquietantes, que despliegan un universo onírico que se concreta por la intensidad y entrega de quienes, arriba del escenario, introducen al público en un relato sin fisuras.

Osqui Guzmán reflexiona respecto de la vuelta a escena de la obra: “Como cuando se escucha el mar de lejos”, así quedaron los aplausos de Chile, de Brasil y la gira por todo el país. Mágicamente o teatralmente recibimos el mejor de los abrazos, el del público. Ese abrazo que nos acompañó desde el comienzo hace cuatro años y que hoy nos sigue apretando. El Centésimo Mono entra en su quinta temporada así, como un abrazo largo, íntimo y poderoso. No para recibirnos o despedirnos. Es un abrazo que conversa en silencio y no nos suelta, porque sabemos que mágicamente o teatralmente ya no nos pertenece. Ya no es nuestra la obra, porque ya no somos los mismos los que la creamos. Ahora es una cita obligada de la noche, en que un espectador más, necesite mirarse mono, necesite sentirse cien”.

El centésimo mono se presenta el sábado 3 de octubre, a las 22, y el domingo 4 de octubre a las 20 en el Teatro de Empleados de Comercio, Corrientes 450 (Rosario

Entrada general $ 80- Afiliados sin cargo  – Una hora y media antes de cada función