Ludwig van Beethoven fue un compositor musical nacido en Viena el 16 de diciembre de 1770, el cual dejó una importante y sustanciosa obra musical que trascendió el tiempo, límites geográficos y las barreras sociales.

En Rosario, desde hace más de cien años, existe el primer busto del continente americano en homenaje al compositor alemán, realizado por el escultor italiano Erminio Blotta, y que fue un regalo al teatro El Circulo, en el marco de su aniversario de plata. El mismo se encuentra en el parque Independencia, en la intersección de Oroño y la avenida Morcillo.

A días de la conmemoración del aniversario de su natalicio número 250, Conclusión decidió entrevistar al director de la escuela municipal de música «Juan Bautista Massa«, Julio Kobryn, quien realizó un pequeño análisis sobre la vida de este músico trascendental, y deja una reflexión sobre la importancia de recordar a esta eminencia de la música clásica.

«Beethoven es patrimonio universal de la humanidad. Que Rosario hace más de cien años haya erigido un monumento de estas características, habla de una ciudad que está muy consustanciada con una herencia cultural que es innegable«, dijo el director de la orquesta municipal.

«Pese a que occidente y Europa tiene una parte de su historia que es muy oscura, Beethoven representa la parte de los mejores valores de la civilización occidental, es decir, lo que tiene que ver con la fuerza espiritual, el heroísmo en la lucha contra la adversidad, ya que él se quedó sordo muy joven y casi toda su obra la compuso en ese estado, teniendo problemas de sordera hasta llegar a la sordera total y además habla de la capacidad interna que puede tener un persona capaz de escuchar todo lo que podía escuchar él a nivel musical, o sea, orquestar, escuchar sin probar nada a nivel exterior, nos da la pauta del nivel de genialidad que poseía«, profundizó el músico rosarino sobre la impronta de Beethoven.

El compositor alemán logró comunicar sus valores y pensamientos políticos a través de su obra. Kobryn puntualizó que el histórico artista fue «producto de los ideales de la revolución francesa, lo que tiene que ver con la libertad, la fraternidad, el optimismo hacia el futuro… esto florece en muchas ideas del siglo XIX.»

Sobre su obra musical, el director musical especificó: «El nivel de la realización artística de la obra de Beethoven es de un nivel técnico superlativo y con un nivel de inspiración, de inventiva y de capacidad de innovación que muy poca gente ha logrado alcanzar no solo en la música, sino en cualquier expresión artística o científica. Es un verdadero genio universal«.

Kobryn añadió que «junto con Bach y Mozart, Beethoven es de esas figuras que trascienden toda época. Su música es totalmente atemporal», por lo cual consideró al hecho de que en Rosario exista este busto homenaje al artista «un orgullo para la ciudad«.

En relación al recordatorio de su natalicio sostuvo que «habría que darle visibilidad a estas cuestiones desde el Estado. A mi me hubiera gustado que se realice un homenaje, ya que se cumplieron 250 años de su nacimiento«.

Y concluyó con una reflexión al respecto: «Recuerdo cuando la orquesta provincial de Rosario, que estuvo dirigida por Juan Carlos Zorzi, tocó muchas sinfonías de Beethoven, inclusive en el Monumento a la Bandera; él iba a programas de televisión donde hablaba de la obra de él. Yo lo valoré muchísimo, porque hizo que mucha gente conociera por primera vez su obra y que valorase. Creo que son acciones que hay que mantener, pensando la música clásica no como elitista, sino como algo que tiene que ser para todo el mundo, porque es elitista no difundirla, y así es como se forman los guetos musicales en los cuales hay un pequeño público que no se relaciona con la mayoría. La música clásica debe tener acceso para todo el mundo, para eso debemos hacer mucha difusión desde el Estado, desde las instituciones, desde las escuelas».