Dos ex alumnas de la escuela de interpretación fundada por James Franco presentaron una denuncia por abuso sexual contra el actor, alegando que las clases tenían como objetivo que Franco y sus socios pudieran aprovecharse de mujeres jóvenes tanto sexual como económicamente.

La denuncia incluye acusaciones de discriminación sexual, acoso sexual, fraude y publicidad falsa, y busca establecer dos vías: una para estudiantes que fueron explotadas sexualmente y una segunda para todos los estudiantes de Studio 4, quienes según el documento fueron defraudados.

Según Variety, Sarah Tither-Kaplan y Toni Gaal presentaron una denuncia colectiva en la Corte Superior de Los Ángeles, señalando que Franco y sus socios «participaron en un comportamiento generalizado inapropiado y de carácter sexual hacia las estudiantes, sexualizando su autoridad como profesor y empleador, ofreciendo la oportunidad de tener papeles en sus proyectos».

Por su parte, el abogado de Franco, Michael Plonsker, reveló que el actor acusará de daños y perjuicios a las estudiantes y sus abogados por presentar una denuncia «escandalosa».

«Esta no es la primera vez que se hacen estas afirmaciones y ya fueron desacreditadas. No tuvimos la oportunidad de revisar la demanda en profundidad, ya que se filtró a la prensa antes de que se presentara y nuestro cliente aún no fue notificado», explicó el letrado.

En tanto los abogados de la acusación están buscando más alumnos para participar en esta acción judicial colectiva que tiene a Tither-Kaplan entre las cinco mujeres que ya presentaron denuncias contra Franco el pasado enero de 2018, acusaciones que el propio actor negó.

La denuncia alega que las estudiantes pagaron 300 dólares al mes para tomar clases en la escuela Studio 4 -abierta por Franco y Franco y su socio Vince Jolivette en 2014, con sucursales en Nueva York y Los Ángeles, pero cerrada desde septiembre de 2017- pensando que se trataba de un proyecto educativo legítimo.

Sin embargo, las mujeres afirman que fueron intimidadas sexualmente y descubrieron que quienes que estaban dispuestas a desnudarse recibieron un trato especial y agregan que Studio 4 no tenía otro propósito más que «estafar a las alumnas desprevenidas, su dinero y talento para servir los deseos financieros y de explotación de los acusados».

El documento apunta que Franco supuestamente impartió una clase magistral sobre escenas de sexo, y que en las audiciones para dichas clases las estudiantes fueron presionadas para participar en actividades sexuales que iban más allá de lo usual en la industria.