Por Mario Luzuriaga

Daniela Lesté lleva la música como estandarte, como dice ella, «en el alma». No sólo es cantautora, sino que también es docente de música, pero a su vez sigue perfeccionando sus técnicas constantemente.

Entre sus estilos se encuentransica árabe, acid jazz, pop, rock nacional, soul, funk y el folklore principalmente litoraleño. Tiene en su haber dos discos grabados, el primero su trabajo solista: Floricanto”, junto a La Bandurria”; y compartiendo líneas estéticas litoraleñas también graba con su dúo vocal: sica del litoral”, junto Franco Moscatti.

Lesté habló con Conclusión de cara a su concierto que será el próximo sábado a las 21.30 en El Espiral.

¿Cómo te preparas para la presentación del sábado?

—Musicalmente estoy trabajando con mi percusionista que se llama Franco y estamos haciendo el repertorio de las canciones nuevas; y también vamos a tener un invitado que va a tocar el acordeón.

—Entre los géneros que interpretás, ¿cuál es el que más disfrutás o te sentís cómoda al tocarlo?

—Es una pregunta difícil, porque definir un género o un estilo en las composiciones me ha costado; por el hecho de que uno compone como se nutrió de la música que ha escuchado toda la vida. Creo que al que más me acerco y al que más cariño le tengo es el litoral, la música litoraleña. El chamamé, la chamarrita y también coqueteo algo de zamba y del folclore tradicional. Va a estar invitada Mercedes Borrell, que estamos trabajando de manera paralela a través de la improvisación y el texto hablado.

—A la hora de la composición, ¿tomás algo de los referentes de la música del litoral o te sentás a componer directamente?

—Cuando uno compone hay varios caminos, a veces si tomo referencias de algunas cosas, pero otras vienen de melodías que escucho, de una imagen o de alguna poesía que escribo; siempre escribo de una manera personalista. No haciendo catarsis, pero sí tratando de expresar mis emociones, para que el público las comparta conmigo.

—¿Te sentís más liberada una vez que las cantás?

—Estoy pasando por un estado emocional importante y estoy atada a una canción. Por ejemplo me pasó con una canción que le hice a mi madre que falleció y cuando la interpreté fue liberador. Fue como un canto de agradecimiento y siento una conexión emocional muy linda, hay otras que expresan situaciones particulares y está buena ponerlas ahí, pero son fuertes al interpretarlas.

—¿Cómo te sentís cada vez que te enfrentás al público?

—Va variando, ahora bien porque tengo buenos proyectos y tocar con gente grosa con un quintento de tango con cinco pibas que se tocan todos y como cantante con dos pibas más estoy aprendiendo de ellas con el estilo funk con el canto y el baile. No me da miedo ni vergüenza en el escenario, es lo que me gusta.

—¿Podés definir qué es la música para vos?

—Es mi vida, es la comunicación del alma misma.