Por Santiago A. Fraga

El viejo reloj que anda dando vueltas por la casa hace su sonido habitual de cada hora. Son las nueve de la noche y vecinos de distintos barrios de Rosario salen a los balcones a aplaudir con orgullo a los trabajadores de la salud. Estamos en marzo de 2020, en los primeros días de confinamiento estricto ante la llegada de un virus del que poco conocemos y mucho tememos. El frenesí de las calles rosarinas se rompió de golpe, las calles se vaciaron de un día para el otro y de repente explotaron (aún más) las redes sociales como vía casi única de comunicación. Recitales por Instagram, escuela por Google, casamientos por Zoom, ensayos por Whatsapp. El concepto de home office había tornado rápidamente en home life.

En ese contexto, Juan Duque (a.k.a. Chiljud) y Lucio Sánchez (a.k.a. lusio) organizan un Discord dos veces por día, por donde hablan de la vida y se envían audios, ideas, maquetas. Una vez por semana, a escondidas, se juntan para grabar o mezclar. Poco antes de la cuarentena ambos, en la computadora de la casa de Lucio, habían comenzado a dar los primeros pasos en el mundo de la producción musical. Ahora, con todo el tiempo y la mente a disposición, deciden profundizar, experimentar y largar los sentimientos a través de la música armando algo nuevo.

Perro Fantasma, Bubis Vayins y Chiljud/lusio se presentarán este viernes 26 de noviembre a las 20.30 en el Anfiteatro del Parque España, con entradas en venta en www.passline.com.

Esta es la primera vez que encaran un proyecto musical propio juntos, a pesar de mantener un contacto casi permanente y que su amistad se remonte a muchos años atrás, cuando se conocieron cursando el bachillerato en Música en la escuela Nigelia Soria. Ya en aquel entonces, cada uno sabía que su lugar preferido en una banda no se encontraba liderando el escenario, sino acompañando y aportando en los teclados, en la guitarra o en el saxofón.

Así, con el pasar del tiempo sus caras se fueron haciendo conocidas en el circuito musical rosarino, de la mano de un raudo y necesario crecimiento de una incipiente escena joven que los encontraba a ellos, cada uno desde su lugar, formando parte de ese universo, participando activamente en un amplio espectro que va desde orquestas de jazz hasta proyectos como Jimmy Club, Lichi o Gladyson Panther.

Esta vez, en aquellos aún primeros meses de 2020, en una realidad totalmente cambiada y pensándolo más como una forma de jugar con el proceso creativo, de aplicar los nuevos conocimientos y de pasar el tiempo que de sentar las bases de un proyecto serio a largo plazo, Juan y Lucio se apartaron de ese rol más secundario para pasar al frente y encargarse de todo. El dúo se llamaría, sencillamente, Chiljud/lusio, y vería la luz públicamente con el lanzamiento de un EP de seis canciones llamado “Tiempo”, una “flasheada” oscilante entre géneros como el indie, R&B y bedroom pop, con una fuerte presencia de sintetizadores y arreglos, en el que participarían también talentosos amigos como Agustín Muntaabski, Santino Martín, Mateo Fuertes y Fermín Sagarduy.

– – – – – – – – –

Para fines de marzo de 2021, ya había pasado un año desde el inicio de la pandemia. En el medio, los aplausos para los trabajadores de la salud se habían transformado en cacerolazos; las consignas como el “Yo me quedo en casa” y el “De esta salimos mejores” fueron aplastadas frente a una intensa campaña política y mediática anticuarentena y “Tiempo” ya llevaba seis meses publicado. Rosario disfrutaba todavía de un corto veranito de presencialidad con restricciones más suaves (que se terminaría un mes luego) y un par de semanas más tarde también se estrenaría “Pop del Futuro y el Presente”, de Gladyson Panther y lusio (con participación invitada de Chiljud).

En aquellos más de 365 días que habían transcurrido desde el comienzo del confinamiento, el conocimiento de producción y mezcla de Duque y Sánchez había crecido en un nivel altísimo, como así también se habían profesionalizado con nuevos equipos y habían tenido mucho tiempo de ensayo y grabación presencial juntos, a pesar de que cada uno volvía a ocuparse también por sus otros proyectos.

El día 26 de aquel mes de este año, editado por Bucle Discos, se publicó formalmente en plataformas “Soft Boys”, el primer álbum de Chiljud/lusio, con un salto de calidad propio del tiempo que se le dedicó a la post-producción de las canciones y una atmósfera musical que a los elementos de su anterior material de corta duración se le agregaron y/o potenciaron componentes rítmicos y sonoros del neo-soul y el hip hop, entre otros. Sonidos en boga en la escena urbana estadounidense/inglesa de la mano de artistas como Tyler, The Creator; Childish Gambino; Jungle o la faceta más moderna de Gorillaz, que en este disco se encuentran y se combinan con la parte funk que ya había atravesado en una fuerte oleada a la escena rosarina de la segunda mitad de la década del 2010. Todo ello junto a una presencia aún más fuerte de los sintetizadores, algunos toques más poperos y momentos decididamente volcados al rap, haciendo lucir también a sus invitados. Welcome to the Soft Boys trip.

En este disco, compuesto por diez canciones y con unos 26 minutos de duración total, participaron como invitados los raperos Clima, Gonzalo 95 e iZk, además de nuevamente Fermín Sagarduy en el mastering y Andrés Yeah dibujando la tapa sobre una foto de Luciano Barbagallo.

– – – – – – – – –

Estamos, por fin, en el presente. El público no solo pudo volver a acercarse a los escenarios, sino que ahora también pueden bailar sin ningún tipo de burbuja de por medio. La prolífica producción discográfica del 2020/2021 es estrenada en shows y poco a poco todos los artistas vuelven a encontrarse en y con los distintos espacios de la ciudad (al menos, los que quedaron). Es el momento de aprovechar, en todo sentido.

Este viernes 26 de noviembre los rosarinos tienen una fecha más que prometedora para despedir el 2021, en la que se reúnen tres generaciones de artistas locales con el río Paraná de fondo, como acostumbra el siempre bello Anfiteatro del Parque España (Mitre y el río).

Perro Fantasma, Bubis Vayins y Chiljud/lusio se presentan desde las 20.30, en un show especial que tiene entradas en venta a través de www.passline.com.

Por un lado, Perro Fantasma viene de presentar su disco «Corazón y Alma» (Polvo Bureau, 2020) a sala llena y tiene preparado un show, como acostumbran, de fuerte impacto visual. Bubis Vayins tuvo un 2020 activo con la publicación de «Las Presencias» (BPM Discos, 2020) y hace poco viene de formar parte del ambicioso festival del sello BPM en La Tangente, Capital Federal, preparando para el show de este viernes una lista de temas con canciones nuevas e inéditas. Chiljud/lusio, por su parte, tocarán por primera vez en vivo, en formato dúo con computadora, teclados, guitarras y saxo y con ocasionales invitados.

En la previa a este debut, Conclusión dialogó con Lucio Sánchez, quien mostró su entusiasmo por la inminente fecha y contó muchos aspectos de los comienzos del dúo, sus proyectos paralelos (además de su participación activa junto a Jimmy Club, Lichi, Amelia y Gladyson Panther recientemente publicó “Sombra”, su primer álbum solista, con muchos artistas invitados), la escena rosarina, lo que pasó y lo que vendrá.

– ¿Qué sensaciones tenés de que el proyecto salga de las habitaciones y las computadoras y se presente por primera vez en un escenario, encima ahí frente al río?
– La verdad es que con este proyecto al principio no teníamos mucha idea de tocar, porque lo empezamos a hacer por llamadas, en la pandemia, cada uno en su casa, por Discord, y nunca habíamos pensado en preparar algo. Pero después cuando ya nos empezamos a juntar más en persona dijimos “Che, habría que empezar a preparar algo por si pinta alguna fecha”, y cuando Morena (Velázquez) y Marianela (Mennelli) me hablaron fue como “Uh listo, nos juntamos”. Los dos estamos re a full, y estamos re contentos, porque si bien Juan (Duque, a.k.a. Chiljud) es mi amigo desde hace un montón de años, nunca toqué con él en un proyecto en conjunto, entonces tengo muchas expectativas. Con la fecha estoy muy contento; Bubis Vayins, si bien ya toqué muchas veces con elles, me parece una de las mejores bandas que hay y la mueven mucho, tienen una discografía impecable, así que estoy muy manija de volver a tocar con elles. Y Perro Fantasma también, no la conocía mucho pero escuché su disco y me pareció increíble. Nunca los había visto tocar, me pareció interesante lo que escuché en Spotify y ahora quiero verlos ya.

– Con respecto a esto de que no tenían mucha idea de salir a tocar con el proyecto, de hecho cuando ustedes lanzaron “Tiempo” lo habían presentado así también, como una “flasheada” salida de la cuarentena. ¿Qué los llevó a sostener el proyecto y también sacar después otro disco más?
– Nosotros justo antes de la pandemia habíamos aprendido al mismo tiempo a producir en la compu, en mi casa, y cuando empezó la cuarentena dijimos “Hagamos Discord todos los días, dos veces por día”. En ese tiempo hicimos mucho, mucho. Con eso decidimos sacar primero el EP y que después, con todo lo que teníamos, cuando ya nos pudiéramos juntar mejor haríamos un disco. Todo eso fue quedando desde la primera época, lo hicimos todo junto, y después ya funcionó. Nos gustó cómo quedaba y cada uno se fue perfeccionando en lo que más le gustaba hacer, y ahora ya estamos grabando otras cosas para más adelante (igual eso ya cuando tengamos más tiempo, porque ahora estamos medio ocupados). Funcionó y los dos aportamos cosas diferentes.

– Esto de que fueron aprendiendo distintas cosas en ese lapso se nota también en los discos. Entre lo que fue “Tiempo” y “Soft Boys” hay un salto, un cambio de sonido que se percibe también en la atmósfera que genera cada disco. ¿Eso ustedes también lo sienten así?
– Sí, totalmente. Nosotros cuando empezamos a producir lo primero que hicimos fue lo de “Soft Boys”, pero después tardamos tanto en hacerlo que entre medio aprendí bastante a mezclar, mientras que el de “Tiempo” lo mezclé así nomás. No tenía idea, y eso se escucha. Ya en “Soft Boys” le dimos mucho más tiempo a la mezcla entre los dos. Se nota un montón, y en lo próximo se va a notar más todavía. Ya estamos avanzando, jaja.

– Además de que en el camino fueron aprendiendo cosas, el primero fue en contexto de una cuarentena estricta, donde todos estábamos medio en una, y ya para el segundo me imagino que fue otro tipo de trabajo, más suelto. ¿Qué más cambió a la hora de encarar cada disco?
– En el primero directamente cada uno hacía sus cosas ahí y un día por semana venía Juan a mi casa, ahí medio escondido, con barbijo en todo momento, y lo grabamos, medio ahí. Ya en “Soft Boys” nos juntamos un montón y lo cerramos así. Hubo muchos cambios, también en el medio me compré un micrófono, así que fue como que nos fuimos profesionalizando un poco también a lo largo del tiempo. Aunque no pasó tanto tampoco, pero estábamos muy al pedo así que aprendimos rápido, jaja.

– Al final le sacaron el lado positivo a lo que fue la cuarentena, incluso pensando en que ustedes son muy de tocar en vivo con otros proyectos, y de golpe se frenó todo.
– Sí, creo que fue esa una de las mayores razones por las que empezamos a producir, porque yo venía tocando un montón con las tres bandas, y Juan si bien no tiene ninguna banda fija, como es un saxofonista de la puta madre toca siempre. Entonces los dos nos encontramos ahí en un parón artístico y fue como “Che, hay que hacer algo”. Y ahora que se activó todo estamos los dos con un montón de fechas, Juan está tocando más que nunca, en Buenos Aires toca todos los findes con la banda Vinocio, y está re a full. Así que está bueno que hayamos podido encontrar un finde que tengamos los dos libres para tocar, porque re pintaba esa.

– Contabas antes que son amigos ya desde hace mucho tiempo, ¿cuándo se conocieron?
– En la secundaria. Nosotros fuimos a una escuela de arte, la Nigelia Soria, y Juan arrancó haciendo Pintura (Artes Visuales) en primero y después se pasó a Música, donde yo ya estaba. Nos conocimos ahí, pero recién de más grandes nos hicimos amigos y empezamos a tocar juntos.

– Algo tiene la Nigelia Soria, además de lo educativo, que después termina siendo tan prolífica en materia de artistas.
– Es un ambiente muy lindo, muy positivo, que acompaña mucho a la gente más del palo artístico. Y también es muy activador, siempre hay que ensayar, te tira esa cosa de la escuela de ensayar y preparar cosas y está buenísimo, y después quedamos un par de la Nigelia ahí haciendo cosas en conjunto.

– ¿Y con Juan ya habían planeado alguna vez algún proyecto o recién ahora se dio?
– Y… es que cuando éramos más chicos no pensábamos en ser “artistas individuales”. Siempre, por lo menos yo, lo pensaba del lado de ser “el tecladista de alguien” o de una banda, o el guitarrista en su momento. Y Juan lo mismo, era como “el saxofonista de…” o el que tocaba jazz con gente o en orquestas. En la pandemia surgió como la posibilidad esa de ser “artistas independientes haciendo cosas”. Cuando éramos más chicos hacíamos cosas, tocamos en la escuela un par de veces, pero nunca pintaba hacer temas propios, sino más interpretar.

– Es interesante esto de “pasar al frente”. Incluso vos también ahora hace poco sacaste un disco solista, “Sombra”.
– Sí, saqué mi disco “solista”, con muchos feats, porque como soy productor fue esa la onda. Mientras terminaba el disco con Juan y también hice uno con Gladyson Panther, estaba medio deprimido ahí encerrado y pintó otro disco, y lo fui haciendo ahí por atrás hasta que en un momento ya no tenía ningún lanzamiento y dije “Listo, lo termino”, y lo hice con todos amigos y amigas. Me gustó mucho como quedó, creo que es de lo más profesional que he hecho.


– También es interesante esto de que sea un disco en el que vos impregnas lo tuyo, pero al mismo tiempo abriendo el juego a que irrumpan, armen y rearmen todas esas colaboraciones participantes. Encontrar el equilibrio entre el sonido tuyo y esos aportes.
– Intenté que se note un poco eso, que es darle la libertad casi absoluta a todos y a todas para que hagan lo que quieran dentro de los parámetros. No me puse muy quisquilloso sobre qué escribir o en qué idioma cantarlo, fue como “hace lo que quieras”, y se nota porque cada uno le pudo dar su estética.

– Si hablamos de una “escena rosarina”, vos laburas con muchos de elles y estamos viendo desde hace varios años una camada de gente joven que al toque se hizo notar con fuerza. ¿Cómo lo ves vos desde tu lado?
– A mí me encanta. Por suerte sí, toco con un montón de amigos y de gente que considero muy talentosa. Yo toco con Jimmy Club ya desde hace seis años, y cuando arrancamos es como que teníamos una escenita pero no tan marcada, eran un par de bandas de gente más grande o que después desaparecieron, pero se empezaba a formar algo. Y después cuando de la nada empezamos a aparecer un montón de bandas que éramos nuevas o que estábamos tocando en la misma, fue todo muy sorpresivo y copado. Fue un éxtasis muy lindo, tipo, de la nada tener un montón de discos rosarinos que escuchar, que nunca me imaginé que existían tantos (porque tampoco investigaba mucho, pero bueno, fue como un montón). Y me encanta que estén surgiendo un montón de artistas talentosos. Yo que toco con Amelia, con Gladyson, siento que es gente que tiene mucho que ofrecer la verdad, y está buenísimo.

– Más en lo personal, ¿qué fue lo último que escuchaste que te sorprendió? Ya sea por algún detalle o por el todo.
– Nacional, lo último que escuché que me volvió loco fue lo último de Peces Raros y el de Pirámides, que estuve escuchando mucho. Más internacional, con lo que últimamente estoy muy cebado, hay un chabón que se llama Sega Bodega. Es un productor y cantante que es re experimental y sacó un disco hace poco. Tiene un tema con Arca y es muy loco. Es algo tipo experimental, por así decirlo, y electrónico, pero muy cantado, en formato de canciones. Me ceba eso, porque tampoco me ceba algo sumamente experimental que sea medio inescuchable; me gusta que tenga canciones, pero además tiene una producción muy fina y cosas muy raras dentro de los temas. Últimamente estuve metido en ese mundo de Arca y productoras y productores de un palo así más elaborado, pero más de la experimentación, del ruido, etc. Pero bueno, es por épocas, a veces me pinta escuchar más punk y me meto en esa, pero hoy es esta.