Por Santiago A. Fraga

Justo al inicio de un fin de semana, el viernes 20 de marzo, se decretó en todo el territorio nacional el aislamiento social, preventivo y obligatorio a raíz de la pandemia del coronavirus. El arte y los espacios culturales, actividades que viven económicamente gracias al flujo de gente, fueron los primeros y uno de los principales afectados. Shows cancelados, espacios cerrados o reconvertidos en delivery de alimentos, bandas aisladas, “vivos” de Instagram con limitaciones técnicas, cero pesos y un panorama desalentador.

Hace dos semanas, a dos meses exactos del inicio de la cuarentena (el 20 de mayo), Rosario fue la ciudad que dio el puntapié inicial para el regreso de los artistas a los escenarios, gracias a la aprobación de un protocolo estipulado por el Ministerio de Cultura de Santa Fe y con el primer show por parte de Tiago y los Pájaros.

Chicosvaca, banda con dieciséis años de historia en la escena rock de la ciudad, fue uno de los tantos grupos que sintieron la impotencia de ver suspendido algún show importante programado, pero esta nueva oportunidad les da la chance de tomarse revancha, aunque sea de forma particular.

Este sábado, el grupo se estará presentando desde las 21 en el escenario de la Plataforma Lavardén, con transmisión vía streaming a través del canal de Youtube de la banda, en el marco del ciclo provincial #LaSeguimosEnVivo.

Conclusión dialogó con Nicolás Pombo, guitarra y voz de Chicosvaca, respecto de cómo vivió la banda estos meses de parate, las exigencias y expectativas de cara a este show especial y qué sienten que les deparará el futuro en estos tiempos de incertidumbre, tanto a nivel banda como en el mismo paradigma de la industria musical y los shows en la ciudad.

Cabe aclarar, el acceso al show del grupo integrado por Pombo, Diego Tourn, Gabriel Panlla, Camilo Ceccarelli y Tacho Chamut es libre y gratuito, pero se pone a disposición del público una entrada simbólica que se puede adquirir en https://www.contactochicosvaca.com/, destinada a ser una colaboración para que los artistas y todos los que trabajan alrededor de la banda y en pos del show puedan cobrar por su trabajo.

– ¿Cómo reciben esta sensación de volver a subirse a un escenario después de todo este tiempo que nos ha tocado vivir?

– En principio, con unas ganas terribles. Imaginate lo que es juntarse y volver a tocar, siendo que nunca (creo) estuvimos tanto tiempo parados, sin actividad. Es una combinación rarísima de nostalgia con las ganas, con cierto temor (al ser algo raro y que lo hacemos por primera vez es todo nuevo e imagino que nos vamos a poner nerviosos). Con muchísima energía de sacar un poco afuera todo lo que estuvimos viviendo, cada uno con sus cuestiones personales, con sus quilombos… es como que nos juntamos acá, nos refugiamos en esto y se arma algo lindo.

¿Les dieron instrucciones para el show?

– Sí, ayer tuvimos una reunión de producción donde nos bajaron un poco de línea sobre cómo iba a ser el protocolo. De parte de la banda, predisposición total para hacer todo. Hay muchísimos más preparativos que para cualquier otro tipo de show y muchísima más expectativa de parte de todos. Estamos ahí a la espera de que todos los días surja algo nuevo. Ayer nos dieron los permisos y anoche estábamos ensayando. Es algo súper raro, estábamos con muchas ganas de tocar bien y con un buen sonido, porque nosotros somos una banda muy eléctrica y no nos copaba mucho la movida del Instagram Live, de salir y tocar por tocar, o para figurar. Queríamos ver cómo armar algo y se nos encajó justo ahora al toque el tema de las fechas, así que estamos muy metidos con el show y ensayando muchísimo.

– En el plano creativo, ¿este tiempo sirvió como inspiración, salió algo nuevo, o sólo fue un problema?

– Sirvió. Sirve para conectar, para escuchar música, bajar a tierra un poco, tener un momento de estar más solo con tu instrumento. Dejar de canalizar todo el tiempo el tema de tocar, de viajar, de ensayar, de armar toda esa movida, como que le dio un montón de energía a toda esa otra parte. Por lo menos en lo personal fue así y también pude volver a armarme bien mi estudio en casa, a grabar, a probar cosas, a pasar en limpio canciones que tenía dando vueltas. Todo también como para que después de la cuarentena podamos arrancar con el nuevo disco, que es lo que queremos hacer este año. Ahí ya hay 8 o 9 canciones dando vueltas y los chicos seguramente tendrán más, así que estamos bien, de alguna manera nos conectó un poco. Después es como todo, creo que el estado de ánimo influye y no hace que todo esté resuelto. Pero sí se disparó la creatividad.

– En marzo habían llegado a abrir el año en Rosario con la presentación en la Nasty Rock, y cuando se implementó la cuarentena estaban por tocar en Casa Brava y se les canceló la fecha. ¿En qué situación los agarró el parate?

– En Casa Brava yo estuve con Ike Parodi el jueves anterior a la cuarentena -un día antes, debe haber sido el último show-, y estábamos re mil metidos con esa fecha que teníamos nosotros el 27. Había estado hablando con la gente del lugar y decíamos “Mirá si nos agarra a nosotros”… y al otro día se cayó todo. Estábamos preparando un súper show, muy armado en los últimos meses, que veníamos pensando como para arrancar el año. Habíamos empezado a juntarnos y hasta a armar las cuerdas para una parte más unplugged del show, estábamos armando algo realmente bueno y la verdad que anímicamente nos mató, nos partió al medio. Así que ahora a esto lo tomamos un poco como una revancha, y creo que se va a ver eso. La banda está muy sólida en ese sentido y estamos con muchísimas ganas de tocar. Imaginate que casi no tocamos en el año…

– Claro, qué lejos quedaron esos toques que tuvieron en Pinamar ahí en enero…

– Sí. Parece que fue hace una década. Habíamos arrancado el año muy bien y estábamos muy contentos porque teníamos previsto un esquema bastante groso, íbamos a hacer unas fechas en Capital, teníamos todo armado, y se vino todo abajo. Qué se yo… nadie se esperaba esto, nadie se imaginó algo así en ningún ámbito. Pero es reinventarse y empezar a encontrarle la vuelta dentro de las posibilidades. Nosotros de alguna manera tenemos los medios como para subsistir y poder estar en casa tocando. Hay mucha gente que no lo vive así. También nosotros tenemos la suerte de poder canalizar en la música un montón de todo lo fuerte que nos ha pasado, no me puedo imaginar cómo la vive el que ni siquiera tiene eso como para ponerme realmente en el lugar y entender que es realmente bravo lo que está pasando. Y de todas formas, el balance de esto siempre es negativo. Yo hubiese preferido reencontrarme con la composición en otro contexto, por ejemplo. Pero bueno, es la que tocó. Por eso ahora esto lo tomamos como una revancha y estamos muy contentos con la Provincia que nos citó para el show. Tenemos muchos años como banda y estos son gestos que están buenos. Que de alguna manera te tengan en cuenta y puedas hacerlo.

– 16 años ya tienen. Mirá si en algún momento les hubieran dicho que iban a estar tocando en un escenario sin público y transmitido por Internet…

– Jamás… lo más cercano que tenemos es una prueba de sonido. Pero bueno, yo me imagino que cuando prendan la luz ahí un poquito de miedo nos va a agarrar, en el sentido de que es algo nuevo y es raro.

– Pero después cuando arranca la música ya está…

– Sí, después se lo come la misma energía nuestra. Dieciséis años son muchos. El verdadero éxito de la banda es que estemos juntos todos después de tantos años. Ahora nos toca esto y es otra que nos vamos a llevar nosotros de alguna manera como logro de equipo, de la banda y de haber estado juntos tantos tiempos. Creo que es un desafío por todo eso, y que nos va a llevar a que un montón de gente que no nos vio hace un montón se reencuentre con la banda, que gente que está afuera nos pueda ver. Estamos viendo un montón de ese feedback, gente que nos manda “no puedo creer que los voy a ver, hace diez años que no los veo”, y es realmente emotivo. Estamos viviendo cosas realmente súper emotivas con todo esto.

– Claro, que incluso también es eso. Vos en el momento no vas a ver a nadie en donde estás tocando, pero después, si uno se basa en las transmisiones que ya se hicieron, el público hasta supera ampliamente la cantidad de gente que podría haber entrado en ese espacio.

– Estoy seguro que va a ser así, y te lo digo porque ya lo estamos viviendo nosotros, personalmente. Un montón de gente que te puede ver, e incluso desde el chiste de que “tu vieja te va a ver” y que a veces no puede ir… todo eso genera como un compromiso total, además de la seriedad del momento y lo que está viviendo la gente, y lo tomás como que realmente tenés que darle un momento de felicidad dentro de toda esta mierda a los que te vayan a ver o saquen la entrada. El compromiso va mucho más por ese lado. Creemos que nos va a ver muchísima gente y muchísima gente nueva también que no se animó a ir nunca y que se van a enganchar por la facilidad de apretar una tecla y que esté la banda ahí. También incluso muchos van a sacar la entrada por ser fácil, y ese es un paradigma que va a tener que cambiar también. Que el e-ticket empiece a funcionar para otros shows y que ya nos saquemos eso de que tenés que ir a sacar la entrada desde tal día hasta tal hora, todo eso tiene que cambiar. No puede ser que estemos con el mismo sistema de entradas que estaba en la TL en 1995. Todo eso hace que también haya un balance positivo dentro de todo. Pero cada uno me imagino que en su mundo lo vive a su manera porque es algo que no se lo imaginó nadie.

– Ahora que ya ha pasado un tiempo corto pero considerable, qué sensaciones les deja “Ninguna Historia Importante” (el último disco, de 2018)? Con todo el tiempo recorrido, habiendo sido nominado a premios y todo lo que significó, y ahora ya pensando en cosas nuevas.

– El disco realmente creo que consolidó todo el mix de sonidos que la banda tenía en la cabeza y creo que es un disco muy logrado. Pudimos llevar adelante una producción seria. Nosotros siempre insistimos con el sonido y en que tiene que mejorar disco a disco, y nos preocupamos mucho por lo musical. Más allá de que ahora hay una explosión de redes y del estar, del participar, nosotros siempre hacemos énfasis en que lo importante es tocar bien, sonar bien, que la banda en vivo llegue y nos enfocamos en eso. Estamos totalmente convencidos. En este disco se logró mucho, y a lo mejor es otro momento de la música. En estos dieciséis años pasamos por un montón de esos momentos. A lo mejor antes un tema de Chicosvaca sonaba en una de las radios “de música popular”, ahora no. Pero es otra etapa. Ahora ya tenemos un estándar de sonido que con este disco me dio una sensación de que llegamos a un piso de que ya todo lo que venga después va a ser muy bueno musicalmente y vamos a estar muy satisfechos. Creo que fue una bisagra, porque ahora se viene realmente lo groso en cuanto a sonido. Nosotros aprendimos un montón, estamos en otro nivel en cuanto a lo que queremos. Lo que viene ahora estoy seguro que es una etapa completamente nueva, de una banda súper madura. Poder hacer canciones poder despegándose incluso de la banda, poder hacer interpretaciones realmente buenas… y creo que se vienen las grandes canciones ahora que entendimos todo esto. La idea sería este año grabar, vamos a ver cómo producimos. Creo que las bandas en general cuando empiezan a arrimarse a los 20 años empiezan a tener discos importantes, eso es lo que veo y ese es mi deseo. Siempre hablando desde una humildad total y desde el compromiso propio para con la banda, porque después lo otro nadie sabe cómo es… que la gente te escucha, te siga, tiene que ver con eso para mí. Con poder llegar a través de la música. Y estamos muy convencidos todos, en la misma línea.

– Para llegar a ese convencimiento, por más que uno pueda en lo discursivo afirmar que “es un antes y un después”, lo importante es que tu música –tanto lo grabado como lo que vienen craneando- te haga sentirlo realmente, y se nota que así lo sienten.

– Exactamente. Yo creo que ya lo sentimos, de hecho, y lo hemos hablado. En un grupo hay que hablar mucho y nosotros lo hacemos, para ver a ver cómo nos sentimos todos y para dónde vamos. Hay un respeto muy grande entre nosotros. Si vengo a la sala y muestro una canción ya siento que hay un respeto total de todos de ver cómo hacer para que la canción garpe. Tiene que ser una comunión muy grande de que lo único que importe es la canción y que suene bien, y creo que estamos en eso y que se nos viene un muy buen momento. Unos años creativos realmente copados, también por la gente que hay alrededor de la banda. Se armó un muy lindo grupo con toda la gente que participa. Estoy muy contento y ahora esperando el sábado. Este es nuestro Wembley ahora. Tenemos 40 minutos para salir y volver un poco a la esencia.