«Se va a acabar», un documental de David Blaustein y Andrés Cedrón que aborda el clamor popular que exigía el término de la dictadura cívico militar iniciada en 1976 y retrata algunas de las luchas políticas y sindicales de los trabajadores contra el empobrecimiento y el exterminio industrial impuesto a sangre y fuego por el neoliberalismo de entonces, se presenta este domingo a las 22.30 por la pantalla de la TV Pública.

Desde esa perspectiva, «Se va a acabar» recoge los testimonios silenciados de trabajadoras y trabajadores que participaron en distintos conflictos sindicales durante la última dictadura. El objetivo que perseguían: enfrentar el intento de desmantelar la industria y desarticular a la clase obrera organizada.

El documental cuenta una faceta poco conocida del accionar represivo. En la mirada de los autores, lo que más se conoce es la desaparición forzada de personas, el robo de bebés, el terror y la tortura. También se comenzó a hablar hace algunos años de los responsables civiles de la dictadura, así como también del rol de la iglesia. «Sin embargo, poco se conoce de la resistencia, de eso habla ‘Se va a acabar'», señaló Blaustein a Télam en el marco de una entrevista que esta agencia le hizo en marzo pasado.

«La memoria es pertinente por muchísimas razones. En primer lugar por una cuestión ética y moral hacia los compañeros que ya no están -expresó el documentalista-; en mi caso personal son muchos y los tengo presentes. También es pertinente la memoria para que no se repitan; hoy las Fuerzas Armadas no están en condiciones de amenazar la democracia, pero también es pertinente para que la democracia permita seguir juzgando la violencia institucional».

Con entrevistas a Carlos Leguizamón (delegado de la fábrica Cattaneo), Roberto Digón (secretario general del Sindicato del tabaco), María Luisa Rodríguez (delegada textil en Alpargatas), Germán Valdivieso (delegado de subterráneos), Ana María Putelli (delegada bancaria) y César Loza (secretario general del Sindicato de Portuarios), las crónicas de «Se va a acabar» tienen un planteo común: las pequeñas acciones asumidas con una gran responsabilidad contribuyen a la transformación de las injusticias.

Las grandes decisiones que tomaron los dueños de esas voces para resolver conflictos, para enfrentar el terror, para resguardar los derechos, hizo que personas comunes y corrientes sean realmente quienes ayudaron a cambiar la historia.

«No fue fácil la elección de los testimonios -advirtió Blaustein-. Gonzalo Chávez, que es un eterno resistente de todas las resistencias y apareció en otras películas mías, me dijo: ‘Coco, vos ya hiciste la memoria del genocidio, ahora tenés que hacer la memoria de la resistencia`».

El documentalista contó a Télam que «encontrar esos personajes implicó una investigación importante porque la resistencia estaba asociada a la represión, a la desaparición, a la clandestinidad. Y nos hablaban de personas que habían resistido pero después se fueron a Suecia, a otros que en el 76 los encanaron, a otros que… El tema era buscar a alguien que hubiese estado militando durante la dictadura y que hubiese participado de algún conflicto sindical concreto y que, aparte, quisiera contarlo frente a una cámara. Hubo quienes nos contaron historias formidables pero luego se negaron a hacerlo frente a la cámara, o quien contó historias similares pero cuando quisimos localizarlo nunca más apareció. Yo espero que aparezcan muchos más cuando la película se estrene».

Télam: ¿Cuál es la validez actual de aquellas proclamas en una época en que las formas del trabajo cambiaron tanto y derivaron en la precariedad?

David Blaustein: Cuando vemos los proyectos de todas esas luchas, sobre todo los sindicales de Huerta Grande, La Falda, Primero de Mayo, o las proclamas de la Comisión Nacional de los 25, constituidas durante la dictadura, son programas que siguen estando presentes. Una sociedad más justa y equitativa, sin hambre, con derechos para todos, son programas que siguen vigentes. Hoy existen corrientes internas de la CGT como la Corrientes Federal de los Trabajadores o la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), que probablemente con menos ideología, con menos panfleto, creo que en términos de medidas económicas, de reivindicaciones, siguen teniendo mucha vigencia.

T: ¿Qué sentís al ver el paso del tiempo en los rostros de esos personajes?

DB: Uno intenta mantener la salud porque quiere seguir sintiéndose creativo, tener energía, salud y vida para poder haciendo más películas y tener más proyectos, y será una forma de morir arriba del escenario. Al mismo tiempo uno se siente muy conmovido con que estos seis personajes entrevistados, pasando tantos años, se animen a contar esas historias. Y un efecto secundario pero maravilloso es que ellos también reviven contando sus historias; en algún momento puede llegar a ser conflictivo, triste, duro. Pero recordar aquel pasado y ejercer la memoria hace bien también para eso y yo supongo que ellos, en algún punto, cuando se van a dormir y a pensar en lo ya hecho, tienen una forma de vivir la historia con un poco más de dignidad.

Con producción ejecutiva de David Blaustein, el equipo técnico del «Se va a acabar» se completa con Graciela Mazza (Directora de producción), Leonardo Val y Augusto De Antoni (Fotografía), Silvina Segundo (Material de archivo). Francisco Yofre (Investigación), Tomás Portías (Sonido directo), Carlos Olmedo (Postproducción de sonido), Juan Tata Cedrón y el Cuarteto Cedrón (Música), Lolo Micucci (Música original) y Víctor Caballero y Leandro Piccarreta (Ilustraciones y animación), Nicole Factor (Asistente de producción ejecutiva) y Mikaela Torres (Secretaria de producción).

El film será exhibido este domingo a las 22.30 por la pantalla de la TV Pública.