El viernes 26 llega al teatro La Comedia la obra «Almacenados», a las 21 .

La misma habla de la necesidad de trabajar, el tiempo y cómo se enfrentan a él dos generaciones diferentes a través de humor y preguntas que harán que la obra continúe después de dejar el escenario.

Horacio Peña, uno de sus protagonistas, dialogó con Conclusión acerca de la obra.

—¿Qué se va encontrar el público en «Almacenados»?

—La obra se centra en el encuentro de un hombre que se está por jubilar y un joven que va a buscar ese trabajo. Mi personaje que se llama Lino, tiene cinco días para enseñarle el oficio al personaje que interpreta Juan Luppi. A lo largo de esos cinco días la relación tiene modificaciones y se van descubriendo algunas cosas de este trabajo tan extraño como es esperar camiones que transportan mástiles de aluminio. Es una obra de pequeño formato pero muy dolorosa e intensamente entretenida, porque además habla de la necesidad del trabajo, de cómo el trabajo define a la persona.

—¿Tuvo mucha responsabilidad a la hora de interpretar a este personaje que pierde su empleo?

—Yo supongo que lo que le pasa es como a cualquiera que lo jubilen antes de tiempo, porque tiene un problema de artrosis, pero el personaje cree que aún así puede seguir trabajando. Le van pasando diferentes cosas a lo largo de la obra, la depresión y que no puede trabajar en otro lado. La obra tiene un lenguaje profundo y simple, tiene momentos de risas sin que sea a través de chistes. Las situaciones se dan de manera grotesca y me parece fabuloso.

—¿Se permite improvisar dentro de la obra?

—En general no me gusta improvisar , ni siquiera cuando estamos ensayando. Más allá de que suceda algún «accidente», que obligue a tener que arreglar la situación, no da mucho lugar esta obra para la improvisación. Tiene un texto muy rico y no se puede dar vueltas.