El monumento en homenaje a las víctimas de la tragedia de Cromañón que se construye en un parque del barrio de Balvanera junto a un faro de 25 metros de altura, quedará abierto al público el próximo sábado, dos días antes de cumplirse 15 años del incendio del local bailable durante un recital de Callejeros, en el que murieron 194 personas.

El memorial está a cargo del Gobierno porteño y comenzó a levantarse en julio pasado tras una orden judicial que hizo lugar al amparo presentado por la asociación civil «Que no se repita», que reúne a familiares de las víctimas y sobrevivientes, para tener un espacio de memoria.

La medida dispuesta por el Juzgado en lo Contencioso, Administrativo y Tributario 2 porteño determinó que la estructura sea instalada en el Parque de la Estación, un espacio verde situado entre las calles Gallo, Perón, Anchorena y el área operativa del ferrocarril Sarmiento, a 400 metros de donde funcionó el local bailable.

La localización del monumento fue objetada por varias de las asociaciones que nacieron luego de la tragedia, ya que su intención fue siempre que el edificio de Mitre al 3000, donde funcionó Cromañón hasta el 30 de diciembre de 2004, se transforme en un espacio de memoria donde recordar a las víctimas.

La idea del santuario allí, que fue plasmada desde 2005 en varias oportunidades a través de la presentación de proyectos de las organizaciones en la Legislatura, nunca prosperó debido a que el inmueble pertenece a Rafael Levy, quien también era dueño del complejo al momento de la tragedia; y el Parlamento porteño se negó a avanzar en una ley de expropiación.

Por eso, la justicia porteña definió que el monumento se construya en el parque de Balvanera como un «espacio de homenaje y memoria a las víctimas de Cromañón» y estableció que las obras debían estar finalizadas y ser inaugurado el 30 de diciembre de este año».

De acuerdo al proyecto ganador en un concurso de la Sociedad Central de Arquitectos en 2005, habrá «un espacio para el recogimiento con un gran banco frente al que se desplegará un muro con revestimiento de mármol blanco en el que figurarán grabados los nombres de las víctima y tendrá una repisa lineal de toda la longitud para colocar allí ofrendas».

En la base se desplegará un estanque y en el centro un faro de 25 metros de altura de estructura metálica, que asegurará la visibilidad del espacio de la memoria desde distintos puntos de la Ciudad.

Y al lado del muro se plantará un árbol Gingko Biloba, una de las especies más antiguas que tiene el planeta dado que puede alcanzar 25 metros de altura y su longevidad se acerca a los 2.500 años.

Fuentes del Gobierno porteño indicaron a Télam que la obra finalizará «en tiempo y forma» para el 28 de diciembre, fecha en que quedará abierto al público, sin actos ni ceremonias oficiales de inauguración.

Dos días después se cumplirán 15 años del incendio ocurrido mientras el grupo Callejeros ofrecía un recital ante una gran cantidad de personas que superaba la capacidad permitida del local, de acuerdo con su habilitación, y tenía las puertas de egreso cerradas.

Ese bloqueo impidió la salida de los asistentes cuando comenzó el incendio de la tela de sombra, a raíz del uso de bengalas. Esa noche murieron 194 personas y más de 1.400 resultaron heridas.