por Florencia Vizzi

«La memoria es un trabajo, y permanentemente hay que trabajar para construir el pasado,  porque no es indiferente el pasado que se construye». Esas palabras, que permanecen flotando como una sentencia en los oídos de quien las escucha, son las que abren el trailer de Ábaco 211, el trabajo documental que registra el trabajo del EAAF (Equipo Argentino de Antropología Forense) , que comenzó en la ciudad de Rosario en el 2005, y se extendió hasta estos días, y que se proyectará en avant premiere exclusivo este jueves 24 de septiembre, a partir de las 20.30,  en el cine El Cairo, Santa Fe 1120.

En diálogo con Conclusión, Miguel Nieva, integrante del EAAF,  e impulsor del documental, narró las implicancias del nombre que eligieron para la película: «El Área 211 correspondió, según la nomenclatura militar a toda la zona de Rosario y el sur santafesino- señaló Nieva- y en cuanto al vocablo Ábaco tiene que ver con representar el trabajo de recuento, que es lo que nosotros hacemos, con los cuerpos, con los huesos, contar y volver a contar, entonces, a eso remite el nombre» 

El documental no sólo registra el trabajo del EAAF,  sino que recaba los testimonios de  quienes de una forma u otra estuvieron involucrados en el proceso. Nieva señaló que «se registraron varios testimonios, de familiares de desaparecidos que hallamos en la búsqueda, de detenidos sobrevivientes, y de algunos funcionarios del poder judicial».

La idea de la realización de la película surge de una inquietud del propio Nieva, quien se puso en contacto con distintas productoras de la ciudad, hasta que se decantó por Ayuma Producciones. «Me interesaba que la realización estuviera hecha con mano de obra rosarina, en virtud de que la investigación, las excavaciones, la búsqueda, todo era parte de la ciudad, entonces esto también tenía que quedar registrado por gente de Rosario», explicó el criminólogo. Por esa misma razón, se decidió que la primera proyección pública fuera en la ciudad, más allá de que se está trabajando en una distribución a nivel nacional, tal vez con las salas INCAA, aunque eso está por verse, y también en escuelas y entidades educativas de todo el país.

El documental está dirigido por Cristian Ferreira Da Cámara, y tiene una duración aproximada de 60 minutos, en la cual, además de los testimonios recogidos y la labor documentada, mantiene el eje del relato en al construcción de la memoria y la identidad colectiva, porque, tal como se dice en un tramo de la película «que una persona recupere su identidad, al mismo tiempo implica que hay una recuperación de la identidad colectiva».