El músico César Isella, una de las máximas figuras del folklore argentino, murió este jueves a los 82 años de edad debido a una afección cardíaca, según confirmaron sus allegados a través de las redes sociales.

El popular folklorista salteño, autor de “Canción con todos” y “Canción de las simples cosas” entre muchos otros temas, padecía una cardiopatía severa a raíz de tratamientos a los que fue sometido en 2012 por una enfermedad.

Exintegrante del legendario grupo Los Fronterizos, fue una de las figuras del Movimiento del Nuevo Cancionero argentino y en los ‘90 descubrió a la cantante Soledad Pastorutti.

 

El año pasado, Isella estuvo internado en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) durante varios días debido a una cardiopatía severa, y si bien luego fue dado de alta sus familiares reconocieron que su estado seguía siendo “grave”.

Isella fue cantante, autor y compositor, pero también militante político y hasta dirigente gremial, dado que ejerció funciones en SADAIC, y formó parte también del denominado “Nuevo cancionero” que se originó en la década del 60, además de haber integrado durante 10 años la formación de Los Fronterizos.

Nacido en Salta el 20 de octubre de 1938 como Julio César Isella, en su dilatada trayectoria cantó por miles de escenarios en todo el mundo e incluso llegó a hacer radio y ganó un Martín Fierro en 1974.

En la década del 90 fue el descubridor de Soledad Pastorutti, de quien fue padrino artístico, pero años más tarde esa relación terminó en un juicio que Isella le ganó a la cantante de Arequito.

Isella fue, entre otras actividades, director general del Teatro San Martín, vicepresidente de SADAIC, y en 2012 fue nombrado Embajador de la Música Popular Latinoamericana (con rango de subsecretario) por la Secretaria de Cultura de la Presidencia de Argentina.

Con Los Fronterizos grabó 13 discos, mientras que en su prolífica carrera solista hizo 15, y dejó en el acerbo popular canciones emblemáticas como “Canción de lejos”, “Fuego en Anymaná”, “Canción de las simples cosas”, y “Canción con todos”, entre otras.

Isella integró Los Fronterizos para reemplazar a Carlos Barbarán, y cantó junto a Gerardo López, Eduardo Madeo y Juan Carlos Moreno. Con ellos tomó parte de la primera grabación de la “Misa Criolla”, la obra cumbre de Ariel Ramírez, en 1964.

Su carrera solista se vio atravesada por lo que se llamó “El Nuevo Cancionero”, que tuvo su nacimiento en Mendoza de la mano de Armando Tejada Gómez, Oscar Matus y una joven Mercedes Sosa, que habría de cambiar la concepción folclórica que se tenía hasta el momento.

En 1969 Isella compuso su obra maestra, “Canción con todos” – que según el propio autor “nació luego del Cordobazo”– a la que Armando Tejada Gómez le puso letra. La UNESCO designó años más tarde a la canción como el “Himno de América Latina” y fue traducida a 30 idiomas.

César Isella fue uno de los artistas prohibidos por la Dictadura: su álbum “Juanito Laguna” (1976) fue secuestrado, y dos años más tarde él mismo debió exiliarse en España. El propio Isella recordó alguna vez que estuvo desaparecido “48 horas” en pleno Mundial 78.

“Luego de eso, asustado, me tuve que ir a vivir a España con Mercedes (Sosa). Pero fue un exilio con mucha tarea, porque nuestras canciones habían sido grabadas por ella, quien grabó 14 canciones”, dijo Isella.

Durante esa etapa de exilio Isella trabajó mucho en Europa, sobre todo en Noruega, Finlandia y Suecia, donde había ciudadanos, no solo argentinos, sino también chilenos y uruguayos que las dictaduras de sus países también obligaron a exiliarse.

“Teníamos trabajo, pero ausencias también. Extrañábamos el olor, los modos. Cuando me fui de Argentina lo hice en barco, para que la ausencia fuera más tranquila. Fui a España y allá ya Mercedes Sosa había hecho conocidas las canciones”, reflexionó alguna vez el cantautor salteño.

El regreso de Isella a Argentina se produjo el 29 de octubre de 1983, y participó de conciertos masivos con otros cantantes y autores que debieron dejar el país o que eran prohibidos por los militares como Horacio Guarany, Víctor Heredia, Silvio Rodríguez y Pablo Milanés.

Pero también Isella fue un hacedor de canciones y musicalizó la poesía de muchos poetas latinoamericanos como Pablo Neruda, José Pedroni y María Elena Walsh, entre otros.

Sus canciones fueron interpretadas y grabadas por cientos de cantantes como Mercedes Sosa, Chavela Vargas, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Soledad, Diego El Cigala, Jairo y Ginamaría Hidalgo, por citar algunos.

En 2010 ganó con su composición “El cantar es andar” el certamen folclórico del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.