Fotos: Florencia Vizzi. Colaboración fotográfica: Fernando Giorgio.

Desde la plaza del barrio al Anfiteatro. En la calle y en todas partes. La fuerza joven en Rosario ya tomó, definitivamente, su lugar. La familia Caliope actúa como tal y combina las potentes letras y rimas de Brapis sobre la realidad con la virtuosidad de Camilo, Agustín, Pancho y Cofran (con grandes instrumentales) para armar un cocktail de estilos que empoderados en el rap y el hip hop te llegan, te hacen mover y, sobre todo, parar la oreja.

Ellos son el grupo que protagonizan la octava y pandémica edición de 70/30, la publicación transmedia del Diario Digital Conclusión, pensada especialmente para la difusión de la rica y vasta cultura rosarina, incorporando elementos en diversos formatos.

Dentro de las distintas producciones realizadas en esta edición, una de ellas es el #8 de la revista en formato papel.

La misma ya está disponible para conseguirla y, como siempre, de forma gratuita. A continuación, estos son algunos de los lugares en donde podés encontrar la tuya:

  • El Diablito Bar (Maipú 622).
  • Cementerio Club (Rioja 1151, Local 28).
  • Paradoxa Libros (Mendoza 923).
  • Disquería Librería Dylan (Córdoba 1147, Local 10).
  • Music Shop (Sarmiento 778).
  • Biblioteca de la Asociación Empleados de Comercio (Corrientes 450).
  • Catalina Café (Sarmiento 1025).
  • El Pez Volador (San Lorenzo 983).
  • El Ojo Libros (Sarmiento 880).
  • Craz Librería (Pasaje Pan, Córdoba 954 – Local 10).
  • Kiosco de diarios (Córdoba esquina San Martín).
  • Utopía Records (Maipú 778).

Por fuera de microcentro, actualmente:

  • A través de Instagram, vía El Cuervo Libros Usados Rosario (@elcuervo.libros.usados.rosario, Sarmiento y Gálvez, envíos a domicilio)
  • A domicilio por parte de Conclusión, haciendo click en este formulario.

En vistas de las restricciones y los protocolos que nos impidieron distribuirlas desde el comienzo a través de algunos espacios, para este número habilitamos envío a domicilio (también gratis). Para conseguir la revista por esta vía, solamente deben anotarse en este formulario, y nos estaremos poniendo próximamente en contacto para coordinar. Si tienen alguna consulta, no duden en escribirnos a nuestro Facebook, Twitter, Instagram o al mail revistasetentatreinta@conclusion.com.ar.

Para leer todos los contenidos, podes acceder a la edición digital de la misma.

Por Florencia Vizzi. Colaborador fotográfico: Fernando Giorgio.

El juego en que andamos (la música del verso)

Por Facundo Díaz D’Alessandro

¡Oh! inmortal Poseidón, el del furioso tridente, a ti me encomiendo en esta difícil empresa, propicia que este velero llegue a buen puerto, permíteme llevar a cabo los designios de Afrodita, nacida de las olas. ¡Oh! Caliope, augusta entre las musas, haz florecer el jardín, trae la rima.

Javier Ibarra

El mar es invención de nuestra barca y navegamos, naveguemos, que la tormenta llega igual. Atraviesa, golpea la precaria cubierta y hasta al capitán le entra agua en los ojos.

El instinto en la palabra articula el acontecer, sea concebido como cadena sucesiva o simultaneidad aleatoria. Ni el sistema métrico decimal ni las ilustraciones algebraicas, que ayudan a comprender la operatoria, servirán para advertirlo o disponerse. El futuro es cosa del pasado.

Tan difícil encontrar un remanso, en lo vertiginoso de todo lo que pasa, el mudo humo que penetra la noche vacía podría llenar mis pulmones, pero nada hacer frente al papel que poetas jóvenes y decadentes enfrentan con la pluma llena de imposibilidad.

Si la música del verso debe ser impar (como decía Gelman o Verlaine en su París desolado por falta de amor a Verlaine), debieran sentarse a escuchar el beat sanguíneo que destila su interrupción, y ver por qué su alma no rima con el ritmo del corazón.

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En el lado oculto de la luna puedo calentar mis escrituras, donde la boca de la noche besa, a sabiendas de que el sol igual siempre vuelve, aunque haga mucho frío, para dorar los panes de la ciudad y que el otoño también de la vuelta.

Ni el sistema solar ni esta página alcanzan para contener mis desvaríos, pequeñas verdades para arreglar tus problemones, lo poco vivo que me queda adentro se me sale y lo que viene de afuera llena y desborda. El tigre siempre listo para el salto, la propia bestia se despierta de la siesta, escapa la palabra para palabrear contra sus criaturas, que si quiero o que si tengo (debo) canalizar mi locura.

La hora de la verdad, el ocaso de los dioses, hemos sabido rezar y encomendar la tarea, se la pueden fifar en una tardenoche cualquiera, si hay fiereza no interesa.

Abro y cierro puertas, ladrándole a lo que no fue para que no vuelva, jugar al encierro tanto no me afecta, sé muy bien que soy mi propio esclavo. Mateo solo bien se lame y la doctrina del sabio es quien busca encuentra.

Más bien rogando a la poesía la piedad del Kaishakunin, me valgo de la orientalidad: la nada nada da, ni se pierde ni la voy transformando. La originalidad nunca es tal, a expensas del grande talento; sé que soy el Hijo de Occidente, mundo libre y vacilaciones, sé que no te va a venir mal, mientras esperas que florezcamos, un paseo por lo libidinal y lo eficaz del juego en que andamos.

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Behind the rhythms and the rhymes

Por Santiago A. Fraga, con Camilo Corradín -batería-

Desde la plaza del barrio al Anfiteatro. En la calle y en todas partes. La fuerza joven en Rosario ya tomó, definitivamente, su lugar. La familia Caliope actúa como tal y combina las potentes letras y rimas de Brapis sobre la realidad con la virtuosidad de Camilo, Agustín, Pancho y Cofran para armar un cocktail de estilos que empoderados en el rap y el hip hop te llegan, te hacen mover y, sobre todo, parar la oreja.

Así va “Rhythms and Rhymes”, su primer disco, oscilando entre canciones fuertísimas y descriptivas de un gran rap como “Par de niños”, canciones más tranquilas o sentimentales como “Si te digo”, instrumentales notables donde reluce más una esencia funk como “Flextime” u otros como el tema homónimo al álbum, que canaliza perfectamente todo este abanico musical del grupo.

Sus posteriores creaciones, como “Profundo” o “Palabras”, muestran una nueva búsqueda, un proceso distinto y esas ganas de evolucionar constantemente y no quedarse en el hit. Así, con ese impulso y esas ansias, es que se mueve esta gran familia artística. Sobre eso habló Camilo Corradín, baterista del grupo, a 70/30.

70/30 – ¿Cómo se manejan con respecto a la composición y a las letras?

Camilo Corradín – En todo este proceso nos manejamos igual. Las letras las hizo siempre todas Brapis. Los otros también capaz que escribimos un poco algo, pero él es el compositor de letras de la banda. Nosotros componemos la música, y vamos teniendo distintas dinámicas. En “Rhythms and Rhymes” laburamos de esa manera, en “Palabras” muy parecido, en “Profundo” no porque lo hicimos en una computadora (programamos las baterías, ni siquiera fuimos a grabarlas) y ahora el disco que estamos grabando actualmente, que aún no tiene nombre pero trae todo lo nuevo de la banda, le estamos haciendo un proceso muy diferente. Estamos grabando en La Madriguera Sur, que es el estudio de Diego Savioli, un músico increíble de acá de Rosario y productor, y es muy distinto porque los temas ya entramos teniendo gran parte del disco compuesta, pero una vez que nos metimos en el estudio modificamos un montón todo. Todo está muy distinto a lo que llevamos adentro en un principio. A partir de ahí cambió nuestra visión un poco en lo relacionado a la composición. Por ahí en los ensayos no estamos siento tan meticulosos, sino que armamos algo y una vez que lo metemos al estudio lo vamos reviendo y siendo mucho más meticulosos ahí, en cada parte, con la ayuda de él. Ese es el proceso que se está llevando en este disco, y yo creo que está bueno que cada material tenga su esencia, que cada uno salga de una forma distinta y con dinámicas distintas, siempre aprendiendo de lo que pasó anteriormente. También cambió bastante el proceso desde el disco a lo próximos singles al disco nuevo. Todos fueron bastante distintos.

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70/30 – El surgimiento y el crecimiento de la banda también coincide justo con un gran crecimiento de estilos musicales similares en el país. ¿Qué les genera ver la movida que se arma? ¿Por qué sienten, desde su perspectiva, que pega tanto en los últimos años?

CC – Creo que es un fenómeno muy particular el que pasa, más que nada con el trap. Si bien hay algunos raperos que les está yendo muy bien, el fenómeno está más que nada ahí. Hay de todo… yo pienso que hay cosas que están muy sobrevaloradas y un montón de cosas que están buenísimas, muchos artistas muy profesionales y con un montón de dedicación. Todo empieza en las batallas de freestyle, que fueron muy masivas en un momento y no sé si hasta lo siguen siendo. A partir de ahí, un montón de raperos se hicieron mucha fama y empezaron a hacer música, dejando de lado las batallas (ejemplo Duki, Wos, un millón). Lo que genera es que está buenísimo, y que está buenísimo que estemos dentro de este género que ahora está siendo bastante más escuchado. Desde mi perspectiva, creo que también pega mucho en los últimos años porque es algo novedoso. Siento que la música va mutando, y no es para desprestigiar al rock and roll, al blues, al jazz o a ningún género, pero creo que la mayoría de esos géneros en cierto punto ya pasaron. Ya se han hecho, ya fueron populares la mayoría de ellos, y por ahí hay que ir renovando los estilos. Lo mismo dentro de una banda: hay que ir renovando lo que uno hace. Uno no puede estar haciendo siempre lo mismo o proyectos solistas: hay que ir renovando siempre. Entonces, creo que eso es lo que pasa con toda la movida, que al ser algo nuevo que capaz antes no estaba tan hecho (o sí), genera todo esto que pasa alrededor. Es lo nuevo y hay que seguir evolucionándolo para que siga siendo cada vez más nuevo. Que todo lo que uno vaya creando de material sea lo más novedoso posible. A mí lo que no me gusta son las cosas repetidas, las cosas que vos sentís que ya escuchaste y que volvés a escuchar dentro del mismo género. Por ahí sigue pegando, pero creo que en un momento el público se va a agotar de escuchar siempre lo mismo. Por eso siempre experimentando sobre el rap y el trap hay que ir buscando fusiones, ver qué vas metiendo, mechando, para meter algo novedoso.

Por Florencia Vizzi. Colaborador fotográfico: Fernando Giorgio.

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Discografía 

Contada por Camilo Corradín -batería-

Rhythms and Rhymes (2018)

– “Fue un proceso bastante complicado, para ser sincero, ya que teníamos muy poca experiencia todos en lo que era meterse a grabar en un estudio y además fue el primer material que compusimos. Anteriormente había otra formación, y cuando empezó la actual en 2017 empezamos tocando algunos temas que se tocaban antes (que ya no tocamos más) hasta que hicimos estas canciones, a las que le buscamos como algún tipo de temática o búsqueda en particular.

En ese momento, antes de meternos a grabarlo, lo compusimos en una sala de ensayo nuestra que alquilábamos en una pensión media rancia de Urquiza y Entre Ríos (una cosa medio rara, había gente viviendo ahí, dos salas y nosotros estábamos ahí en una de esas), y ahí craneamos todo el material a full. Un proceso bastante largo pero muy fructífero, y una vez que ya lo teníamos compuesto fuimos a Penny Lane a grabar las baterías y los bajos. Fue a prueba y error, porque al final como que no estuvimos muy convencidos de lo que grabamos ahí, pero lo usamos igual porque ya habíamos invertido una buena cantidad de plata en eso. Después, con Charly Cavagna seguimos grabando todo el resto de las cosas en su home studio, mezclamos y masterizamos ahí, todo el proceso.

Lo que sentimos es que, como siempre, de todos los errores se va aprendiendo, y tuvimos un par de errores, pero el resultado final fue muy fructífero. Sentimos que lo laburamos bastante bien. Después, todo lo que fue viniendo nos dio más aliento a hacer nuevo material, pero tuvimos un tiempo muy largo de un montón de fechas, presentaciones, en las que por ahí dejamos un poco de lado. Eso fue todo 2019, en el que sacamos tan solo dos canciones. Una que hicimos más o menos un proceso parecido y otra que la hicimos en home studio, en Rap House, una casa en donde vivíamos tres de nosotros, Brapis, Panchito y yo. Ahí se grabó ‘Profundo’, y después bueno, ahí ya dijimos “tenemos que grabar otro disco”, y empezamos a encararlo”.

– Contanos puntualmente sobre el proceso de dos canciones: “Par de Niños” y “Rhythms and Rhymes”

– “Esas dos canciones fueron parte del proceso del álbum, y ambas tuvieron procesos distintos. ‘Par de Niños’ era una letra que Brapis ya tenía y dentro de la sala de ensayo la craneamos, le buscamos el audio y demás. Es uno de los temas con una letra más fuerte que tenemos, es muy significativo eso, y se fue dando ahí, conectándonos entre nosotros pudimos armar esa composición. ‘Rhythms and Rhymes’ se dio de otra manera: hicimos primero la base, entramos al estudio sin tener el tema armado y lo fuimos armando ahí. Teníamos los loops y fuimos viendo la cantidad de vueltas y los raps a medida que hacíamos el tema. Fue un tema que decidimos hacerlo de esa manera y después terminó llevando el nombre del disco, que había surgido primero como nombre del álbum y después el estribo”.

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Chainz (2020) 

-Por Santiago A. Fraga-.

Muy poco después de haberse lanzado la revista, Caliope Family publicó esta bomba que es su segundo disco: «Chainz». Por si todavía quedaba alguna duda, la banda volvió a demostrar que su propuesta musical es cosa seria… muy seria. Este es un álbum que logra la difícil tarea de elevar el nivel respecto de su antecesor “Rhythms and Rhymes” pero que, al igual que el mismo, vuelve a ser destacable tanto en el plano musical -con una banda muy sólida y un gran trabajo de producción- como en las letras y el flow de Brapis, a los que se suman apariciones de la talla de Acru, Haze y Frane. Después de una introducción que te mete de lleno -y si escuchás con auriculares te vuela la cabeza-, a lo largo del disco se pueden escuchar distintos estilos musicales dentro del abanico del hip hop o música urbana, desde un trap bien definido como “Llantas”, hasta sonidos más funkies como en «Low life» o «U Know» o más oscuros como en el rap “Túnel”. Llegando a fin de año, podemos decir que este disco va envejeciendo a la perfección, y cuya puesta en escena de las canciones dará que hablar cuando la pandemia les permita volver a tocar con público. Canción recomendada: U Know.

Por Florencia Vizzi. Colaborador fotográfico: Fernando Giorgio.

 

Podcast: Cauce y Consecuencia #1 y #2

«Los Cuentos de la Buena Pipa» y «Mamita Peyote», narrados por Guido Brunet

Como parte de la naturaleza transmedia con la que fue gestada y es llevada adelante 70/30, a partir de esta edición se presentan oficialmente los podcasts de esta publicación del Diario Digital Conclusión. Bandas, artistas, proyectos e historias se verán reflejadas a través de las distintas publicaciones, que se podrán escuchar de manera libre y gratuita a través de Anchor.FM y Spotify, entre otras plataformas.

«Cauce y consecuencia» es el primero en ver la luz y en donde se repasarán distintas historias que merecen ser contadas sobre las bandas de Rosario y su vasta movida. Atravesada por el río Paraná, la ciudad tiene su propio cauce por el que transitan miles de expresiones que nacen, crecen y viven (y a veces, desbordan) con una potente fuerza propia, capaz de saltar las barreras y los obstáculos que el mismo trayecto impone. ¿Cuál fue el camino que tuvieron que navegar estas bandas para poder expresar su arte en esta parte del mundo?

En el primer capítulo: invierno de 2007. Una reunión en Arroyo Seco. Once personas con habilidades en la música, el teatro, el cine, el diseño o las artes plásticas se debaten un nuevo proyecto para llevar adelante. El objetivo: usar todas las herramientas expresivas posibles para contar una historia. Así nacieron Los Cuentos de la Buena Pipa, que en aquel entonces era un grupo que no pensaba en la idea de hacer canciones, ni mucho menos discos.

En el segundo: la historia de Mamita Peyote, una de las bandas con mayor proyección de la ciudad, nunca cursó por un carril fácil. Ese universo festivo, enérgico y alegre que el grupo inspira en cada tema y en cada show fue logrado también sabiendo sortear los distintos obstáculos que el camino fue planteando. Así, con amistades, amores y desencuentros, a lo largo de esta última década nació y se consolidó una de las bandas que ha sabido trascender las fronteras de la ciudad a través de su sonido ecléctico que combina el reggae, el ska, el gypsy y la cumbia.

Escuchalos en Spotify y Anchor.fm: 

Escuchá también el podcast sobre Antonio Berni:

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Producción musical: la arquitectura de la canción

Por Federico Morel y Sebastián Moreno

Diego Bosch, músico y productor rosarino conocido por su trabajo en Lima Sur y Del Pasillo Records, nos mostró en su estudio el proceso de composición de un beat: cómo se va logrando, instrumento por instrumento, y cuál es el resultado final.

70/30 publicó una entrevista y dos videos, uno en donde se puede observar a Diego grabando cada instrumento y otro con el track final. Enterate más sobre este trabajo acá.

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Redes sociales

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¿Te perdiste los números #1, #2, #3, #4, #5, #6 y #7, con Los Cuentos de la Buena Pipa, Mamita Peyote, Farolitos, Kunyaza, Shocklenders, Groovin’ Bohemia y Los Peñaloza? Miralos en el siguiente enlace:

70/30