Un grupo de arqueólogos encontró de casualidad en las profundidades del mar Báltico frente a la costa de Alemania, un enorme muro que data de la Edad de Piedra lo que lo convierte en la megaestructura más antigua de Europa enterrada en la mar jamás conocida hasta el presente.

Según relataron los autores de este sorprendente hallazgo submarino a la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, la gigantesca pared fue descubierta mientras el equipo se encontraba investigando la zona con un sonar, desde un barco ubicado a 10 kilómetros de la costa báltica, y, de pronto, se toparon inesperadamente con una gigantesca estructura horizontal de piedras unidas, paralela a la costa, hundida a 21 metros de profundidad y extendida por casi un kilómetro.

Si bien tanto la forma como la distribución del enorme muro se encontraban demasiado prístinas como para ser una formación generada naturalmente, lo posteriores trabajos de identificación -como el buceo y el procesamiento geofísico-, les permitieron a los arqueólogos provenientes de diferentes universidades de Alemania obtener mayor precisión acerca del origen de las rocas que conformaban la megaestructura rocosa.

 

Tras varios años de estudios, finalmente lograron clasificar cerca de 1. 700 rocas, de las cuales 1.400 eran pequeñas y fueron colocadas para conectar con otras 300 de muchísimo mayor tamaño, a la vez que lograron establecer que el muro data de hace aproximadamente unos 11.000 años de antigüedad y que se hundió en el fondo del mar Báltico en el 8.500 a.C.

“La megaestructura no fue hecha para contener o mantener alejados a animales de la Edad de Piedra. Por el contrario, creemos que su objetivo fue conducir a renos hacia territorios más cerrados, y facilitar el trabajo de caza. Las comunidades europeas de ese tiempo, especialmente los recolectores y los cazadores que vagaban por la región tras la retirada de la capa de hielo de Weichsel, llevaban a los animales para que siguieran el muro y se formara un cuello de botella entre las piedras y la costa”, explicaron los especialistas.

«Desde entonces, permaneció oculto en el fondo marino, lo que llevó a una preservación prístina que inspirará la investigación sobre el estilo de vida y el desarrollo territorial en el área más grande. El territorio donde se instaló el muro fue finalmente inundado durante el desarrollo del período Holoceno y se conservó perfectamente hasta la época actual”, concluyeron.