Por José Odisio

No se juega el ingreso a la Libertadores. Tampoco tiene un valor fuerte para la tabla. El último partido de Newell’s en el torneo no fue el que muchos imaginaban hace un tiempo. Tendrá un valor emocional distinto. Sin tanta tensión por el resultado, pero con mucha carga emotiva por ser la despedida de dos ídolos: Scocco y Formica.

Nacho todavía no tiene definido donde irá, pero nadie duda que su destino está fuera del Parque. Su enojo con la dirigencia y la presión del juez para venderlo es un combo que impide ilusionarse con retenerlo. Se extrañarán sus goles. Será difícil reemplazarlo.

El Gato también se va enojado. «Pensaba quedarme, pero pasaron muchas cosas…», confesó. El turbulento semestre lo cansó. Y México le abrió otra vez la puerta. No importa si dejó plata o no. Se lleva algo mucho más preciado: su fútbol, muy difícil de reemplazar.

Pero no todas son pálidas. Porque en este cierre con el Tomba de Lucas Bernardi habrá muchos pibes en cancha. Lisandro Martínez, Tissera, Valenzuela, Brian Rivero, Escobar, Fertoli y Elías representan el futuro.

Ese que la Lepra deberá construir sin sus ídolos en cancha. En realidad con uno solo, porque Maxi parece que no se va, y esa sí podría ser una gran noticia.