El partido de Rosario Central frente a River Plate era de ida y vuelta. Iban 1 a 1 y los dos equipos tenían situaciones para ponerse en ventaja en el marcador. Hasta que el encuentro se interrumpió de forma sorpresiva promediando el segundo tiempo.

Para quienes no se encontraban en la cancha el motivo no era claro, hasta que finalmente se supo la causa, un hecho más común en los partidos de Europa que en nuestra tierra: una joven había ingresado al campo de juego. La mujer luego de su aparición fue detenida por policías que la sacaron de la cancha.

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Pero eso no fue lo más llamativo. Es que la joven no tenía vestimenta y su cuerpo estaba pintado con los colores de Newell’s y Central en la parte delantera y Boca y River en la trasera. En definitiva, un original mensaje en contra de la violencia en el fútbol, que sin lugar a dudas no pasó inadvertido.