Por Pablo Martínez

Central se regaló un triunfo gigante para cerrar el 2019, le ganó al otro grande del fútbol argentino, estiró la racha positiva a cinco partidos sin perder, deja de mirar la tabla del miedo para soñar con los primeros puestos (quedó quinto).

Cocca tiene la fórmula para complicar a los pesos pesados de la Superliga, en el 2019 no cayó con ninguno de ellos (empates con San Lorenzo y Racing, y victorias ante River y el Xeneize).

Central se va de vacaciones despejando todo tipo de dudas, porque en algún momento del semestre se había complicado en los promedios y tras la goleada en contra ante el Pincha, salió propulsado al éxito, logrando 13 puntos de los últimos 15. El auriazul tendrá unas felices fiestas.

El Canalla sentó bases sólidas en el primer tiempo para quedarse con una victoria resonante en el Gigante. Fue superior en gran parte de ese período, antes del gol y sobre el final de la etapa.

El elenco de Cocca exhibió un funcionamiento aceitado, con intensidad, rapidez y volumen de juego, generando unas cuantas situaciones de peligro y gracias a la gran actuación de Andrada, sólo se fue con la mínima diferencia de ventaja al descanso.

Boca intentó una reacción después de la apertura del marcador vía Ribas. Pero se mostró firme en el fondo y Ledesma estuvo a la altura de las circunstancias.

Los de Arroyito fueron inteligentes a la hora de retroceder y cuando pudieron jugar fueron profundos. El doble cinco funcionó casi a la perfección (se cayó físicamente en el complemento), con Rinaudo y Gil, como abanderados.

En el complemento, el conjunto rosarino se resintió en lo físico, cuando Boca contó con situaciones para igualar, pero Ledesma estuvo seguro y evitó en más de una oportunidad, el gol en su arco.

De cara al futuro, Central quedó bien posicionado en la tabla y sueña con pelear más arriba, obviamente sin descuidar lo más importante la zona del descenso.