Un chiste de gallegos
Nuevamente con cambios tardíos y discutibles decisiones tácticas, Newell's sufrió por demás ante un Racing que no lo apretó y, en combinación con la mala suerte, estiró su racha de desgracias. El miércoles, a todo o nada.
- Deportes
- Ago 16, 2024
Por Santiago A. Fraga
Si el partido de este viernes era una posibilidad para comenzar un camino de redención con la hinchada, al final terminó decretando que más de una persona en Newell’s se jugará a todo o nada su continuidad en el club el próximo miércoles.
La ‘Lepra’ volvió a padecer la mala suerte, la poca confianza individual y las malas decisiones tácticas y perdió 1 a 0 con Racing, un rival que si bien es un equipo con un gran plantel, no jugó ni a la mitad de sus posibilidades.
Si bien para este partido Sebastián Méndez optó por mantener el 4-3-3, llamó la atención desde lo previo la decisión de haber optado por algunos jugadores como Giovani Chiaverano (que ni había sido suplente en el clásico) o Matko Miljevic (tampoco considerado entre las alternativas usualmente) en lugar de refuerzos como Fernando Cardozo o Gabriel Carabajal.
En defensa, volvió a padecer la ausencia de sus laterales titulares, con Brian Calderara y Augusto Schott intentando reemplazar a Ángelo Martino expulsado y Armando Méndez preservado.
Aún a pesar de que Racing no desplegó todo el juego del que es capaz con sus jugadores, Newell’s sufrió en demasía para contener la ofensiva del visitante, principalmente debido a sus propios muy malos retrocesos.
Chiaverano nunca entendió como cumplir su faceta defensiva, soltando la marca del lateral contrario y encerrándose, lo que desataba un efecto en cadena en el que Rodrigo Cedrés debía tapar ese hueco, Juan Méndez se desorientaba y Saúl Salcedo o Víctor Velázquez debían romper línea y dar un paso adelante. Con ello, o dejaban un espacio gravísimo para ser aprovechado por Roger Martínez si decidía meterse, o si no lo daban dejaban un espacio propicio para el remate a distancia, precisamente lo que ocurrió en el gol del colombiano. Mal retroceso, marca floja y fuera de ritmo de Méndez, jugador con espacio para patear y una horrenda respuesta de Lucas Hoyos.
En ataque, tampoco se le cayó ninguna idea al equipo del ‘Gallego’ Méndez, siendo únicamente las alternativas que Lucas Besozzi llegue a fondo gambeteando a 6 jugadores o que Miljevic (de los pocos rescatables de hoy) pueda encontrar un socio en alguna corajeada.
Aún así, Newell’s tuvo tres pelotas paradas en el primer tiempo (y otra en el complemento) en donde pudo cambiar la historia, errando dos de los cabezazos y exigiendo a Arias en el otro.
En el segundo tiempo, la ‘Lepra’ padeció en extremo lo mismo que sufrió en el clásico: la ausencia de cambios (y luego, lo malo de ellos). Inexplicablemente Méndez volvió a elegir a Francisco González sobre Fernando Cardozo, y encima para jugar como segunda punta (rol en el que podría haber puesto a Juan García, que en los 4 minutos en los que lo utilizó tuvo más peso ofensivo que Ramírez).
Luego, tardó hasta el minuto 71 (lapso en el que Racing hizo tres variantes) para volver a cambiar algo, haciendo ingresar a Mateo Silvetti (de buen rendimiento por su actitud) para inexplicablemente quedar con dos extremos por el lado izquierdo y ‘Panchito’ oscilando entre jugar adelante del ‘Colo’ y el sector izquierdo, donde hasta tuvo que subir Velázquez a tirar centros para tapar el vacío.
Aún así, aún a pesar de todo, Newell’s pareció tener un milagro divino con un estúpido penal regalado por Santiago Solari. Pero Ramírez dejó clara una vez más la senda desgraciada que atraviesa el rojinegro mandando el penal a la tribuna, luego de que Matko le haya pedido patearlo en todo el trayecto.
Si el partido de este miércoles por Copa Argentina ya era importante, ahora para más de una persona significará todo nada para sus continuidades en el club. Newell’s está obligado a ganarle a Central Córdoba y, luego, comenzar con más aire un obligatorio camino de reconstrucción en todos los ámbitos y niveles de la institución.