El entrenador de Boca, Miguel Ángel Russo, flamante campeón del fútbol argentino, recibió un baldazo de agua fría por parte de sus jugadores y debió suspender la conferencia de prensa de anoche luego del consagratorio triunfo sobre Gimnasia en La Bombonera.

En el medio de los festejos por la obtención de la Superliga, que el Xeneize le arrebató a River en su última fecha, los futbolistas Carlos Izquierdoz, Marcelo Weingandt, Franco Soldano y Carlos Zambrano irrumpieron en la sala de prensa cuando el entrenador hablaba con su nieto a upa y le descargaron el recipiente al grito de «¡dale campeón!».

El ex técnico de Rosario Central quedó con una sonrisa inmóvil y tuvo un diálogo cómplice con el niño, que también quedó sorprendido por recibir parte del agua helada, lo que ya es un clásico en equipos que celebran una conquista deportiva.

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Antes de la broma, Russo celebraba la conquista del título porque recordó que «este plantel estaba muy golpeado» cuando llegó al club a principios de año, luego de perder un nuevo cruce copero contra su clásico millonario, y «se merecía este festejo».

«Ahora no sé cómo haremos para volver a enchufarnos el martes, que tenemos partido por Copa Libertadores. Pero este título era necesario, nos costó y era lógico, había mucha tensión y nerviosismo», reconoció el experimentado DT de 63 años.

Boca regresará esta tarde a las prácticas desde las 17 en Ezeiza y el próximo martes desde las 21.30 recibirá a Deportivo Independiente Medellín por la segunda fecha del Grupo H de la Copa Libertadores 2020, donde empató 1-1 con Caracas en su primer partido.