El legendario mariscal de campo Tom Brady ganó su séptimo anillo, esta vez de la mano de Tampa Bay Buccaneers, que se quedó anoche con el Super Bowl LV con un amplio marcador de 31 a 9 ante Kansas City Chiefs, en una nueva definición del fútbol americano.

En el estadio Raymond James justamente de Tampa, el primer campeón de la historia en jugar en su cancha, el equipo menos favorito sorprendió a todo el mundo y le arrebató el bicampeonato a la franquicia liderada por el joven quarterback Patrick Mahomes.

A sus 43 años, Brady demostró la misma vigencia que en su anterior equipo New England Patriots y conectó dos veces con su ladero Rob Gronkowski para establecer la primera ventaja, tal como lo hizo Antonio Brown para cerrar la primera mitad 21 a 6.

A la vuelta del entretiempo, los planes no se vieron alterados para Tampa Bay, que continuó sus tareas defensivas contra un siempre incómodo Mahomes y protegió más que bien a Brady para que pueda manejar los hilos del partido.

Por el lado de los Chiefs, el pateador Harrison Butker fue quien convirtió desde lejos en tres ocasiones, pero insólitamente el conjunto con más variantes ofensivas de la temporada, tanto por aire como por tierra, terminó el partido sin touchdowns a favor.

Ya en el tercer cuarto, el potente corredor de los Buccaneers Leonard Fournette amplió la ventaja a 28 a 9 y Ryan Succop anotó el primer gol de campo para ponerle cifras definitivas al marcador, dejando al título en su propia casa para decepción de Kansas City.

De esta manera, el equipo local sumó su segundo título de la mano de Brady, que acumula siete anillos y supera a todas las demás franquicias, mientras que el prometedor Mahomes, jugador mejor pago de la historia, cerró un juego para el olvido.

«Estoy orgulloso de mis compañeros, tuvimos un mes de noviembre complicado pero el equipo ganó confianza. Sabíamos que esto iba a pasar, todos lo sabíamos», manifestó el experimentado quarterback, que a pesar de los años se mantiene en la élite.

En la noche de Florida tuvo lugar la final con menor asistencia de espectadores debido a la pandemia de coronavirus, con 22 mil personas en las tribunas, mientras que en las gradas hubo gigantografías y personalidades como Eminem, Lady Gaga y Bernie Sanders.

En el show de medio tiempo, uno de los principales atractivos de la cita deportiva, se lució Abel Makkonen Tesfaye, más conocido como «The Weeknd», que cantó sus canciones más exitosas acompañado por la puesta en escena y un grupo de bailarines.

En un curioso dato de color, un hombre se las ingenió para burlar a la seguridad e ingresar al campo de juego para correr vestido con un traje de baño rosa, algo que no fue captado por las cámaras de televisión pero sí por los fotógrafos del cotejo.

Antes del inicio del juego, además, sonó el himno nacional de los Estados Unidos de América interpretado por los artistas Jazmine Sullivan y Eric Church, mientras que el presidente de aquel país, Joe Biden, envió un mensaje de agradecimiento al personal de salud.