Por Fabrizio Turturici

Como viene ocurriendo cada año en la previa al clásico rosarino, autoridades locales se reúnen con dirigentes canallas y leprosos en el Monumento para izar la bandera argentina en el mástil mayor en busca de trasmitir un mensaje de paz y tranquilidad luego de una semana con los ánimos tensos por lo que representa este partido. Y esta vez no fue la excepción.

Bajo un sol radiante y a orillas del río Paraná, la intendenta de la ciudad, Mónica Fein, y los máximos mandatarios de ambos clubes estuvieron presentes. Así, Jorge Riccobelli, presidente en ejercicio leproso, y Raúl Broglia, mandamás canalla, brindaron declaraciones exclusivas a Conclusión.

Junto a una decena de chicos pertenecientes a las inferiores rojinegras y auriazules que sostuvieron la bandera nacional mientras sonaba la tradicional música de “Aurora”, el acto en el Monumento siguió su desarrollo.

“El motivo que nos reúne está direccionado a bajar los decibeles, para que, tanto dirigentes como hinchas, entiendan que esto es una fiesta”, explicó Broglia.

Asimismo y en consonancia, Riccobelli soltó que “la convocatoria de la Intendenta va de la mano con la excelente relación que tenemos con la comisión directiva de Rosario Central. Tenemos un buen trato y esto tenemos que bajarlo al hincha. Que cada uno peleemos por un resultado positivo pero sin violencia. Es un trabajo cultural muy a largo plazo, pero obviamente que se puede lograr”, concluyó.

El presidente de Central siguió: “La responsabilidad es de todos, pero nosotros (dirigentes), desde nuestro lugar, podemos hacer mucho. Estamos capacitados y estoy seguro que este será un clásico en paz. Espero que sea con el triunfo nuestro, pero siempre tranquilos”, relató en exclusiva a Conclusión.

Por su parte, Riccobelli sugirió que “es un partido muy especial para la ciudad y obviamente para nosotros, así que con la ansiedad y la tranquilidad de jugarlo con mucha pasión, como siempre”. A su vez, el primer mandatario rojinegro, al ser consultado sobre si llegaban en inferioridad futbolística, dijo que “los clásicos igualan todo tipo de situación deportiva previa: son noventa minutos que hay que disputarlos de una manera especial, siempre la lógica ha quedado de lado en estos partidos”, replicó.

Haciendo un punto y aparte, Riccobelli se tomó un minuto para analizar el Banderazo de ayer en el Coloso del Parque. En referencia a esto, expuso que “como siempre, la gente de Newell’s sorprende. Ayer fue impresionante la cantidad de hinchas y el aliento a los jugadores. Es importante la motivación que genera esto en el plantel, sin ningún tipo de actitud hostil. Todo lo contrario, un mensaje absolutamente positivo y un reconocimiento relevante para el jugador leproso”, concluyó.

Otro dirigente que contó sus sensaciones a Conclusión fue Ricardo Carloni, vicepresidente segundo del Canalla: “Las ilusiones siempre se renuevan en cada partido, por ahora todo se está desarrollando con total normalidad y el domingo será una fiesta. El acto en el Monumento Nacional a la Bandera es importante. Personalmente, orgulloso de participar como dirigente, viendo a los chicos de Central y Newell’s que dan un mensaje claro: es la principal fiesta de la ciudad de Rosario y debemos vivirla como tal. La única forma de defender esta fiesta es sin violencia”.

A raíz del partido del domingo y a la temporada que enfrentan, Carloni apuntó que “no sé si llegamos como favoritos, pero sí estamos confiados en el plantel que armamos. Hay muchas expectativas para este año: la idea es tratar de ser protagonistas de los tres frentes que peleamos, pero veremos a medida que ellos avancen a ver cómo se desarrolla todo”, cerró.

En el epílogo del acto, la intendenta Mónica Fein se entregó a los micrófonos de la prensa y agradeció “muchísimo a los presidentes de Newell’s y Central. También a los niños de las inferiores, que nos dan un ejemplo. Muchas veces, les pedimos a los chicos que aprendan de los grandes. Esta vez, nosotros tenemos que aprender de ellos”, insinuó.

Sobre el clásico del domingo, la intendenta expresó: “El fútbol aquí es una pasión única y hay que vivirla con mucho respeto. Rosario vive el fútbol como ninguna otra ciudad; lo entendemos pero estamos aquí para decirles que se convierta en un hecho de alegría y respeto mutuo. Es un mensaje para los que irán a la cancha o estarán palpitando desde cualquier punto de la ciudad”, remató.