Por José Odisio

No hay plata. Esa es la primer referencia que se escucha en cualquier diálogo con los dirigentes leprosos. El parate del fútbol generó atraso en el pago de cuotas, no hubo ventas de futbolistas y hace varios meses que no entra un  peso por la TV. Y entonces, los directivos vuelan de palo a palo para conseguir dinero y poder cumplir con los pagos mínimos, aunque cada día queda demostrado que con ese esfuerzo no alcanza.

Esta semana primero fue el paro de los empleados y también de los docentes del Cienob. Y el amistoso con Colón permitió juntar unos pesos para pagar. En el medio el plantel no pudo concentrar por este motivo y si no fuera por Utedyc no se podría haber vendido entradas o cobrar cuotas. También se sumó el atraso con el plantel. Tres meses de sueldos, primas y aguinaldo formaron una cifra imposible de pagar. Y la espera por el dinero de la TV se hizo demasiado larga y las promesas una vez más incumplidas. Pero hubo buena voluntad del plantel y aparecieron cheques a fecha al menos para patear la pelota para adelante y prenderle velas al acuerdo con la TV.

Todavía queda convencer al juez Bellizia sobre los contratos de Mansilla y San Román. A la vista de lo que firmó en los últimos años, el magistrado no debería objetar nada, pero esta vez se puso firme y no firmará si los conflictos por deudas atrasadas no están solucionados. Ni hablar de un tercer refuerzo, eso está descartado por más que Osella reclame.

Está claro que esta dirigencia no es la culpable de esta crisis financiera. La mochila de la gestión anterior fue una carga muy pesada y la situación de AFA no ayudó. Pero tampoco se puede depender de la TV como única salvación. Hay que orientar mejor los recursos, ingeniar planes para sumar socios, potenciar la marca Newell’s, sumar ingresos como sea. Sino habrá que ajustar al plantel, y ahí se afectará lo deportivo, a esta altura lo único que marcha sobre ruedas. Pero si se sigue tirando de la soga, un día se va a cortar.