El Ministerio de Seguridad de Santa Fe decidió sancionar a Colón con la suspensión de su estadio por hechos previos sucedidos en el clásico frente a Unión, cuando también hubo incidentes en la previa, y en el encuentro con Aldosivi.

Por lo tanto, el club no podrá contar con público durante el próximo partido que juegue de local, que será frente a Independiente el próximo sábado 16 de abril por la Copa de la Liga Profesional.

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En respuesta, los hinchas sabaleros organizaron una manifestación para protestar contra la medida adoptada por el Ministerio de Seguridad provincial.

Sanción a Central

El Ministerio también dispuso la suspensión de la tribuna superior norte del estadio Gigante de Arroyito para el encuentro que tendrá el primer equipo de fútbol del club Rosario Central este viernes ante el Club Atlético Colón de Santa Fe, como sanción disciplinaria a partir de la utilización de bombas de estruendo durante el clásico rosarino.

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Lagna además señaló que «en cuanto al Club Atlético Newell’s Old Boys en un hecho posterior de pirotecnia, hemos decomisado mucha pirotecnia y aún no tenemos resolución sobre la medida que vamos a adoptar».

Incidentes también en Copa Libertadores

Durante el partido entre Colón y Peñarol de Montevideo por la Copa Libertadores, cuatro agentes fueron heridos durante un enfrentamiento con barrabravas. Uno de ellos recibió un balazo en el rostro y continúa internado en terapia intensiva, su estado es «estable» y no se descarta que presente lesiones en los vasos del cuello, informaron hoy voceros sanitarios.

Mario Encina fue uno de los cuatro policías heridos en la refriega con los barras, donde también fue baleado el jefe de la Agrupación Cuerpos, comisario supervisor Sergio Lamanna, quien fue atendido por una lesión en su brazo izquierdo y ya fue dado de alta.

Los otros dos policías fueron atendidos por contusiones leves, en tanto un simpatizante de Peñarol recibió un balazo en un codo y tras ser atendido en el hospital Cullen fue derivado a un sanatorio privado.

Sobre los hechos en la previa del partido con Peñarol, el ministro Lagna, en diálogo con la prensa, defendió la actuación de la policía al afirmar que los agentes «con su cuerpo impidieron que ingresen personas armadas a la cancha. La puerta 7 fue atacada por alrededor de 300 personas. Primero con piedras y después con disparos».