La negociación por la renovación de contrato de Nery Domínguez es la gran novela de este receso canalla. Es que tras más de cuatro reuniones las partes no se han puesto de acuerdo aún. Debido a esta situación, la comisión directiva tomó la decisión de que si el mediocampista no firma la extensión contractual no arrancará la pretemporada junto al resto de sus compañeros.

¿Está bien que hayan tomado esta decisión? Los dirigentes están en todo su derecho en adoptar la medida. Pero la misma no deja de ser una herramienta de presión para que el futbolista acepte la propuesta y estampe la firma.

Claro que más allá de todo, el futbolista a través de su representante defiende sus intereses y el futuro de su familia. Algo que cualquier trabajador con la posibilidad de decidir, en gran parte, su sueldo lo haría.

Más allá de todo, los dirigentes deben haber analizado lo que arrastrará si finalmente se llega a la situación de que Eduardo Coudet no podrá utilizarlo. Es que si el mediocampista no firma, el entrenador pedirá un jugador en esa posición. ¿Cuánto cuesta conseguir un volante de las características de Nery? Mucho. ¿Quién te asegura que el que venga va a tener un rendimiento como el que tuvo Domínguez en 2015? Casi nadie.

Sin dudas, la situación es incómoda para todas las partes. Y a esta altura de la negociación solamente resta de hacerse una pregunta: ¿No habrán empezado a charlar un poco tarde?…