Por Pablo Martínez

Sin rumbo futbolístico, la caída en el rendimiento parece no tener fin en el Canalla, con poco, Huracán lo superó sin inconvenientes. Un DT que no generó cambio alguno en el equipo, una dirigencia que sabiendo que en el torneo anterior, Central terminó último en la tabla, reniega para reforzar y el futuro por ende, es poco esperanzador.

Central no transmite nada, no se entiende el planteo futbolístico, hay por momentos mucha intensidad física pero carece de ideas, de volumen de juego, de peso ofensivo, todo mal y sin atisbos de recuperación inmediata.

El conjunto auriazul no puede depender solamente de Blanco para arrimar peligro al arco rival, encima el retroceso defensivo sigue siendo el talón de Aquiles, heredada del ciclo Kily González y que Somoza no logra solucionar.

En el primer tanto de los Quemeros sintetiza la coyuntura del Canalla, todos mirando, sin reacción, un gol que arrancó de un lateral, la mala salida de Komar, el centro de Cóccaro y tres jugadores en el área, mal ubicados, permitiendo el tanto del dueño de casa.

El Globo no tuvo contundencia en esa etapa inicial y le permitió a los rosarinos tener esperanza para el complemento. Con remates de media distancia intentó llegar al arco rival, pero eran todas aproximaciones sin peligro.

El gol de carambola para Huracán terminó por noquear a un Central deslucido, sin argumentos para revertir el pobre rendimiento.

La zona de volantes no tiene injerencia, se complica a la hora de contener y no hay referencia para la creación, están muy lejos Gamba y Véliz, que sólo chocan con la defensa rival.

Otro párrafo para el ciclo de Somoza al frente del Auriazul que es preocupante, tiene un 30% de efectividad, perdió demasiado para el inicio de una carrera, sigue sin sumar fuera de casa y lo peor, no se nota su impronta en el equipo.

Central necesita refuerzos, lo que tiene a mano no es solución para el entrenador, que por cierto tampoco parece estar a la alturado del mal momento, es más, parece agravar el presente futbolístico.

El elenco de Arroyito transita por una pendiente peligrosa, todo es impotencia y si no hay soluciones rápidas, lo va a lamentar en poco tiempo.