MARTES, 26 DE NOV

Sin mediocampo ni reacción, Newell’s fue ampliamente superado desde el libreto por Estudiantes

De haber jugado el mejor partido frente a San Lorenzo, a jugar el peor encuentro del año esta noche. La ‘Lepra’ en ningún momento hizo pie en La Plata y no llegó a incomodar a Mariano Andújar, en un partido que profundiza la preocupación por el rendimiento del equipo cada vez que juega fuera de casa.

 

Por Santiago A. Fraga

Flojísimo. Después de haber jugado frente a San Lorenzo el mejor partido del año, Newell’s Old Boys exhibió esta noche el peor rendimiento en lo que va del ciclo Heinze (aún más bajo que en la goleada contra Instituto), sin ningún aspecto positivo que se pueda rescatar de un encuentro en el que no solo fue ampliamente superado desde lo táctico, sino también desde lo actitudinal.

Desde el libreto, la ‘Lepra’ salió a la cancha con un mediocampo entre endeble e inexistente, con un Lisandro Montenegro flojo en la marca y que ni cerca estuvo de ocupar el espacio que despliega Juan Sforza (resultado entendible dado a las características del jugador ingresante y al rol que le fue solicitado), lo que generó además una distancia muy grande entre la línea defensiva y la de ataque que terminó por atentar contra la idea del ‘Gringo’ de un juego de posesión sin pelotazos.

Lo dicho, esa inconexión entre las líneas rojinegras causó, por un lado, que Newell’s no tuviera forma de elaborar un ataque, y por el otro que Estudiantes cuente con mucho espacio para manejar la pelota y encontrar en mejor posición la proyección de sus laterales, principalmente a un Leonardo Godoy que superó de principio a fin a Bruno Pittón por esa banda.

Ese desbalance también terminó desordenando a la defensa que quedó mal parada en reiteradas oportunidades, demostrándose también que a Willer Ditta no le sienta tan bien jugar de 2 como cuando lo hace de 6, a pesar de que ocasionalmente pueda tener buenas actuaciones jugando allí.

Con toda esta fórmula para el desastre ya dispuesta, realmente no resultó sorpresivo que llegara temprano el gol de Estudiantes y sus posteriores ataques intensos. Aquel primer tanto, sin embargo, también volvió a dejar en claro otro fuerte problema que tiene esta versión de Newell’s como lo es la altura y el marcaje, ya que Santiago Ascacíbar, de 1,68 metros de alto, terminó cabeceando solo en el área para abrir el marcador.

Incluso, mirando hacia adelante, este aspecto resulta especialmente preocupante si se tiene en cuenta además que Central, próximo rival de la ‘Lepra’ en el clásico rosarino, convirtió en simultáneo ante Gimnasia cuatro goles de cabeza en jugadas de centro (uno de ellos fue anulado). Una faceta en la que sin dudas deberá trabajar fuertemente Heinze en la semana para no sufrir sobresaltos el domingo que viene.

Volviendo al juego en La Plata, además de las falencias tácticas que propiciaron el desastre por parte de Newell’s, otro aspecto preocupante que quedó de manifiesto fue la poca rebeldía del equipo para buscar el descuento en todo momento.

Con Cristian Ferreira anulado, apenas Brian Aguirre fue el único de los titulares que intentó hacer daño encarando a la defensa rival, y resultó ser el primer cambio de Heinze apenas Estudiantes puso el 3-0, saliendo a los 2 minutos del primer tiempo por Pablo Pérez.

El único otro que aunque sea intentó ser incisivo en el partido fue Jeremías Pérez Tica, a quien solamente se le otorgaron los últimos 15 minutos del encuentro, ingresando por un Ramiro Sordo que viene encadenando una serie de partidos flojos. Tal fue así, de hecho, que de sus pies terminó llegando la única chance de Newell’s en el partido, a los 46 minutos del segundo tiempo, tras un centro del 27 que terminó recibiendo Djorkaeff Reasco; el ecuatoriano remató al arco y Ezequiel Muñoz llegó a salvarla con lo justo.

No es ninguna novedad si se remarca la poca profundidad de plantel que tiene la ‘Lepra’, pero en algunos puestos en particular se hace muy notoria la ausencia de reemplazos, y especialmente el puesto más sensible de aquellos es el de centrocampista defensivo.

La lesión de Sforza dejó de manifiesto que no hay jugador con características para ocupar ese sector de la cancha sin destartalar el equipo, y es algo que también resulta remarcable si se tiene en cuenta que el rojinegro dejó ir en el verano a Julián Fernández, así como también que no hizo uso del cupo extra que tenía para contratar por la lesión de Francisco González.

Si bien las lesiones son un infortunio, sí es cierto que se sabía de antemano que Newell’s iba a tener un trajín de partidos muy fuerte en este semestre, y que la necesidad de tener recambio era desde un principio imperiosa debido a la multiplicidad de factores por las que un jugador titular puede dejar de estar disponible.

Con mucho que trabajar y poco tiempo, la ‘Lepra’ deberá reponerse rápidamente y trabajar en sus falencias para sacar por delante una semana que será decisiva en el aspecto anímico del equipo para todo el semestre, con el debut por Copa Sudamericana y el clásico muy cercanos en el horizonte.

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