Por Santiago A. Fraga

Veinte minutos buenos, ochenta para el olvido; con ese balance, Newell’s Old Boys perdió el clásico rosarino ante Rosario Central, en un encuentro que se terminó definiendo a través de la pelota parada, pese a que ambos equipos tuvieron chances claras de gol antes y después.

La historia podría haber sido otra si el tiro de Pablo Pérez iba unos centímetros más al arco en el primer tiempo o si la decisión de Nazareno Funez hubiera sido otra sobre el final, pero quedarse con esas dos oportunidades sería pasar por alto la escasez de ideas que exhibió el rojinegro durante la mayor parte de un encuentro en el que el local, sin hacer demasiado, le terminó ganando el partido.

A lo largo del primer tiempo, Newell’s fue notoriamente de mayor a menor. El planteo inicial de Javier Sanguinetti, con Pablo Pérez como titular y Francisco González haciendo la banda izquierda, apuntaba a un equipo con más intención de ataque que en lo visto hasta ahora en el campeonato, buscando tener la pelota y ser quien proponga en el partido.

Con esa fórmula, a su manera la ‘Lepra’ fue ganando terreno en el campo de juego, logrando ser profundo únicamente cuando pudo conectar toques rápidos en la recta final de ataque o cuando encontró la velocidad Ramiro Sordo.

Precisamente por esa última vía, el ‘Rojinegro’ tuvo una ocasión clarísima de gol que terminó marrando insólitamente. En un desborde, Sordo llegó a fondo y envió un centro raso atrás que le quedó a Pablo Pérez, quien tras controlar la pelota, con todo el tiempo para definir, terminó reventando su disparo contra el palo.

Cerca de los 23 minutos, tuvo lugar el que terminaría siendo otro de los eventos más determinantes del partido: lo que surgió como una mala noticia para el local en realidad le terminó acomodando las cosas en el encuentro. El juvenil Facundo Buonanotte tuvo que salir reemplazado por una lesión y en su lugar entró Gino Infantino, en un cambio que le permitió a Carlos Tevez reacomodar piezas y sacar a su equipo del asedio leproso.

Tan solo cuatro minutos más tarde, Central tendría su primera jugada de riesgo del partido, en donde Pablo Pérez lo que no convirtió en un área lo terminó salvando en la otra. Allí, Lautaro Blanco envió un centro desde la izquierda y la pelota le quedó a Gino Infantino para que defina en el área, pero su tiro se topó con el capitán leproso que se cruzó para salvar de milagro a su equipo.

Si bien Newell’s tuvo alguna que otra aproximación más, lo cierto es que con el correr de los minutos fue perdiendo más y más intensidad y comenzó a disputar más la pelota en su campo, posibilitando que el ‘Canalla’ comenzara a disponer de preciadas jugadas de pelota parada.

Sería a través de una de ellas que sobre el final de esa etapa inicial, a los 43′, el local se pondría en ventaja con un cabezazo de Alejo Véliz, que le ganó en el área a Cristian Lema conectando el centro de Jonathan Candia. Quizás el arquero Franco Herrera pudo haber hecho algo más, pero lo cierto es que la pelota terminó entrando en el arco y convirtiéndose en la apertura del marcador para el equipo auriazul.

Pese a su error en esa jugada, Herrera también se redimiría en el comienzo del segundo tiempo, cuando Central tuvo una chance clarísima para ampliar el marcador. En un nuevo envío desde la izquierda, la pelota le quedó en soledad a Véliz, que sacó un remate potente que se encontró con la gran respuesta del joven ‘uno’ leproso.

En el segundo tiempo, Newell’s expuso su falta de ideas y las nulas variantes de las que dispone en el banco de suplentes. El cansancio lógico de Pablo Pérez generó que la ‘Lepra’ no cuente con un creador de juego, algo que padeció mucho en todo el complemento, y entre los relevos no contaba con ningún futbolista para poder suplir ese rol.

Para colmo, Javier Sanguinetti optó por llenar el área de delanteros con los ingresos de Genaro Rossi en primer término y de Nazareno Funez y Juan Garro luego, pero prescindió para ello de jugadores en el mediocampo como Julián Fernández o Armando Méndez, con lo cual terminó condenándose a tener una sola alternativa para atacar: pelotazos de los defensores para que algún delantero intente bajarla y vea cómo resolver.

Esta falta de profundidad para la creación ofensiva la ‘Lepra’ ya la había padecido en varios de los partidos de este campeonato, con la diferencia de que a través de su seguridad defensiva había logrado mantener el marcador en cero y nunca llegó a encontrarse en desventaja. En un partido como el de hoy, con un resultado que lo obligó a buscar el resultado, esto quedó expuesto.

Central, pese a que siempre incomodó por el sector de Lautaro Blanco y luego con el ingreso de jugadores como Franco Frías, nunca tuvo la necesidad en el segundo tiempo de modificar sustancialmente su estrategia, por lo que se dedicó a ver transcurrir el tiempo, jugando con la presión y el nerviosismo rojinegro de ver cómo no le salían las cosas.

Yéndolo a buscar atropelladamente y como podía, la ‘Lepra’ tendría sobre el final una nueva oportunidad clarísima de gol. Tras un remate fallido de Genaro Rossi, la pelota le quedó a Nazareno Funez, que con la posibilidad de descargar para el remate de Cristian Lema decidió disparar de espaldas al arco, enviando su tiro muy desviado.

De esta forma, una lectura que se puede hacer con el peso que tienen los resultados a la hora de pensar los rendimientos, es que Newell’s pasó de ser el equipo puntero invicto al que hace cuatro partidos no gana. El crédito que tengan Sanguinetti y sus dirigidos con el hincha leproso seguramente se vaya a ir definiendo con el correr de las fechas siguientes.

La ‘Lepra’ necesita modificar su forma de juego, aún presa de su escasa profundidad de plantel. La recuperación de la lesión de Cristian Ferreira será quizás un aspecto clave, pero el ‘Rojinegro’ tampoco puede depender únicamente de eso.